"Los sudamericanos nos sentimos en casa cuando venimos a Cádiz, aquí no hay extranjeros”, ha asegurado Carmen Posadas (Montevideo, Uruguay, 1953) este martes en la Facultad de Medicina de la ciudad. La escritora, que ha participado en un encuentro literario enmarcado en el IX Congreso Internacional de la Lengua Española junto a Héctor Abad Faciolince (Medellín, Colombia, 1958) y Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948), considera que "España es el país más generoso en el mestizaje".
Así, nuestro país puede presumir de que en 1514, "cuando ya había muerto Isabel La Católica", el rey Fernando permitió "los matrimonios interraciales". La misma ley llegó a Estados Unidos en 1967, según ha recordado la escritora nacida en Uruguay en el encuentro, presentado por el escritor y académico José María Merino y moderado por el periodista cultural Manuel Pedraz. A su parecer, esta diferencia temporal tan significativa ofrece muestras de un histórico respeto al mestizaje.
Para justificar el motivo de la charla, denominada Encuentros literarios desde las dos orillas, estableció un paralelismo entre los escritores españoles y latinoamericanos. Mientras que aquí "no es fácil sacudirse de la tradición cultural milenaria de Europa, el viejo continente", en América Latina "ocurre lo mismo con el boom, que para los escritores de mi generación también ha sido una losa". Tanto que, según ha recordado, en la primera traducción al inglés de una de sus obras, "los editores de Estados Unidos me preguntaban si en mi novela no había cocoteros ni palmeras".
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Con todo, Posadas ha querido reivindicar a Roberto Bolaño, el autor que finalmente, con unas temáticas alejadas del realismo mágico, desdramatizara el estigma de los autores latinoamericanos. Vila-Matas, en cambio, ha apuntado que Bolaño es conocido como “el último autor del boom”, si bien es cierto que Ricardo Piglia en algún momento le habría dicho que sus estilos, los de ambos, se alejaban de “lo latinoamericano”.
A propósito, el autor de Montevideo ha negado la homogeneidad que se atribuye a la literatura de América Latina, bien que las "migraciones, feminicidios y desapariciones" sean temáticas recurrentes. Su ponencia, en la que comenzó recordando que su amigo, el escritor mexicano Sergio Pitol, siempre comparó Cádiz con Veracruz (México), fue impregnándose de un tono pesimista a la hora de tratar la relación entre las dos orillas: “Va aumentando ese algo que nos va apartando, aun pensándonos juntos”, concluyó.
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Abad Faciolince es perfectamente consciente de cuál es su origen: "Hombres que mataron y conquistaron" la que hoy es su tierra. Además, "cuando ganaban una batalla era frecuente que les entregaran chicas para firmar la paz definitiva". Pero "de ahí venimos". El escritor colombiano no se avergüenza de su "ADN", tal y como ha precisado.
En la mañana de este mismo martes, Abad Faciolince ha asistido a la mesa de ponencias en la que ha participado el escritor Martín Caparrós, que a su juicio se ha comportado como un “acomplejado” con “miedo a reconocer a nuestro padre español”. “¿Para qué cambiar el nombre a estas alturas?”, ha insistido en la mesa de la tarde, en referencia las declaraciones del argentino, que proponía un nuevo término para sustituir el "español" que designa nuestro idioma.
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El autor de Salvo mi corazón, todo está bien, novela recientemente publicada por Alfaguara, aboga por tener una relación buena con nuestros antepasados. Su ejemplo, ha reconocido, era "el Inca Garcilaso de la Vega", nacido en Perú y orgulloso de su lengua. “No hay que pensar en la lengua en que se habla”, sino vivirlo con “serena aceptación”, ha dicho. Y ha concluido: “Necesitamos asumir la paternidad de nuestra cultura”.
Para terminar, Merino ha celebrado la referencia de Posadas a la Real Cédula de febrero de 1514, que permitía los matrimonios mixtos. “El mestizaje no suponía una discriminación y nos ha venido muy bien a las dos orillas”, ha asegurado antes de concluir que las culturas de una y otra orilla experimentaron “una integración estupenda”. “La lengua lo demuestra", pues "los mestizos escogieron la lengua española”.
En la misma línea, la sesión plenaria de este mismo martes presidida por Eduardo Hopkins inauguraba el eje temático sobre los contactos lingüísticos con otros idiomas. El director académico del Instituto Cervantes, Francisco Moreno Fernández, abordó la influencia de otras lenguas en el español del siglo XXI, destacando el uso de anglicismos, muy extendido en la actualidad.
“No pueden tratarse como algo tolerable o intolerable ni como algo necesario o innecesario porque están influenciados por los factores sociales. En la teoría existe una alternativa a la palabra windsurf, pero en la práctica nadie lo usa porque sería penalizado”, dijo.
Por otro lado, Gonzalo Celorio ha pronunciado una ponencia apoyada en el arte Barroco para analizar la influencia de movimientos literarios de Latinoamérica en España y su literatura. El escritor y académico mexicano ha insistido en la “relación de identidad entre el Barroco y España” y el papel de éste en América para evidenciar el impacto literario de ida y vuelta desde el siglo XVII.