David Bowie muere a los 69 años
El artista inglés, que acababa de publicar un nuevo disco (Blackstar) el pasado viernes coincidiendo con su cumpleaños, ha fallecido tras luchar durante 18 meses contra el cáncer que padecía.
David Bowie ha muerto este lunes en Nueva York tras luchar durante 18 meses contra el cáncer que padecía, según ha confirmado su hijo, Duncan Jones. La noticia fue publicada previamente en el Twitter oficial del cantante y actor. "Lamento mucho y me entristece decir que es cierto. Estaré fuera de las redes durante un tiempo. Os quiero a todos", ha escrito el hijo del artista en su perfil en Twitter. David Bowie, de 69 años, "falleció hoy pacíficamente rodeado por su familia tras una valiente batalla de 18 meses contra el cáncer", ha informado su Twitter oficial. "Aunque muchos de vosotros compartiréis esta pérdida, os pedimos respeto por la privacidad de la familia durante este tiempo de dolor", ha añadido.
El artista acababa de lanzar su nuevo álbum Blackstar, que salió a la venta el pasado viernes 8 de enero, coincidiendo con su 69 cumpleaños. En este disco, el Duque no miraba hacia atrás sino adelante con un sonido que alcanza la vanguardia a través del jazz y que el propio Bowie defendía como su mejor trabajo en años. De esta manera cierra su carrera una de las leyendas más destacadas del rock, una figura cuya importancia es capital ya que su estilo ha sido inspirador de infinidad de artistas y grupos posteriores. Solo hay que recurrir a su recopilatorio Nothing Has Changed para ser consciente de la calidad de Bowie como músico.
David Bowie nació como David Robert Jones en Brixton en 1947. Allí estudió arte, música y diseño al tiempo que destacaba por ser un niño muy inteligente, aunque rebelde. Y allí, por disputas amorosas, recibió el puñetazo de su amigo Geroge Underwood que casi le hace perder un ojo pero que al final le otorgó uno de sus rasgos más característicos, ojos con iris de distinto color.
Bowie creó su primera banda a los 15 años y continuó su formación en otras vertientes artísticas como el arte dramático. Tras publicar varios discos que pasarón más o menos desapercibidos, David Bowie (1967), Space Oddity (1969), The Man Who Sold the World (1970) y Hunky Dory (1971), el éxito le llega por fin con The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972). Mucho tuvo que ver el hecho de que creara un peculiar alter-ego, Ziggy Stardust, que llamó la atención del público a traves de una actitud andrógina y una vestimenta y maquillaje llamativos y provocadores. Gracias al éxito de este disco, el artista logró viajar a EEUU para realizar una gran gira que continuaría en Japón.
Sin embargo, la intensidad con la que Bowie se metía en la piel de los personajes que interpretaba provocó que en 1973 enterrara a Ziggy Stardust, tras conciertos de gran intensidad, ultra-teatrales y en algunos casos escandalosos. Poco a poco se fue alejando de ese personaje y, ya con un reportorio importante, se mudó a EEUU donde continuó una carrera plagada de éxitos, pero con ciertos altibajos.
En 1976 introduce a un nuevo alter-ego, The Thin White Duke sacado de la letra de Station to Station. En esta ocasión se trataba de una extensión del personaje que había interpretado en la película El hombre que vino de las estrellas (Nicolas Roeg, 1976). De hecho, David Bowie participó durante su vida en un buen número de películas donde daba rienda suelta a su pasión por la interpretación. Quizás sus papeles más destacados, siempre bizarros y extremos, los entregó en Dentro del Laberinto ( Jim Henson, 1986), La última tentación de Cristo (Martin Scorsese, 1988), Twin Peaks: Fuego camina conmigo (David Lynch, 1991), Basquiat (Julian Schnabel, 1996) y El prestigio (Christopher Nolan, 2006).
Durante la época de Station to Station, el músico tocó fondo con su adicción a la cocaína que le llevó a protagonizar ciertos escándalos públicos, e incluso a que se propagara la idea de que simpatizaba con el nazismo. En 1976 se muda a Berlín Oeste donde intenta desintoxicarse y en donde comparte piso con Iggy Pop y trabaja con Brian Eno. El resultado es la llamada Trilogía de Berlín, (Low, Heroes y Lodger). En esta epoca el soul y el rock dan paso a un sonido más minimalista influido por el kraut y Bowie consigue abandonar las drogas.
En los 80 el músico se convierte en una superestrella gracias a Let´s Dance (1983), disco con el que se abría una etapa con sintetizadores más enfocada al baile y que continuaría en Tonight (1984). También de los 80 es otro de los grandes éxitos del 'camaleón', como le llamaba coloquialmente la prensa, ese impagable dueto con Mick Jagger en Dancing in the Street, que llegó al puesto número uno de ventas en su primera semana.
En los 90 y en los primeros años del 2000 su éxito y fama se mantiene con discos como de Black Tie White Noise (1993), Outside (1995), Earthling (1997), Hours... (1999), Heathen (2002) y Reality (2003). Aquejado de problemas de salud, el Duque no volvió a publicar un disco hasta 2013, The Next Day, del que Blackstar era su continuación. Lo último que nos regaló fue el video de su último single, Lazurus. Hoy el mundo es un poco menos excéntrico por la muerte del auténtico extraterrestre del rock.