30 años sin Luis Buñuel
Con motivo de la efeméride rescatamos el número especial publicado por El Cultural cuando se celebró el centenario del cineasta
29 julio, 2013 02:00Personaje genial y contradictorio, Luis Buñuel dejó una de las filmografías más ricas y apasionantes del siglo XX, entre la que figuran obras maestras como Un perro andaluz, Tristana, Belle de Jour y El discreto encanto de la burguesía. A través del testimonio y el análisis de sus principales amigos y especialistas, El Cultural revisa las facetas más destacadas de la personalidad del cineasta y desentraña los motivos fundamentales de su extensa obra. Sobre estas líneas, además, rescatamos varios fragmentos del documental-entrevista dedicado a Buñuel que abrió en 1964 la conocida serie Cineastas de nuestro tiempo, producida por André S. Labarthe y Janine Bazin, muy ligados a la revista Cahiers du Cinéma.
En el número especial que El Cultural dedicó al centenario del cineasta y que rescatamos hoy con motivo del 30° aniversario de su muerte, el crítico y director de la Escuela de Cinematografía de Madrid, Fernando Méndez-Leite, recuerda los acontecimientos más destacados de su dilatada biografía, al tiempo que el primer hijo del cineasta, Juan Luis Buñuel, escribe algunas de sus anécdotas. El crítico Sergi Sánchez repasa cada uno de sus títulos junto a las reflexiones de Serge Silberman, productor de sus películas francesas. Los especialistas en la obra buñueliana Agustín Sánchez Vidal, Román Gubern y José de la Colina estudian distintos aspectos de su peripecia existencial, mientras que los escritores Manuel Hidalgo y Javier Maqua comentan, respectivamente, la relación de Buñuel con la literatura y su estancia en Hollywood. Los amigos y compañeros Luis G. Berlanga, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura y José Bello se detienen en el erotismo, la gloria y el martirio de Viridiana y en sus aspectos más personales. Finalmente, los críticos Eduardo Torres-Dulce y Miguel Marías profundizan en la religiosidad del cineasta aragonés y en las luces y las sombras de su última etapa. Además, reproducimos una carta que Buñuel escribió a André Breton en 1932 cuando decidió abandar el surrealismo para abrazar la militancia comunista.