Olvido García Valdés
"Desde el principio he buscado una lengua propia"
6 octubre, 2009 02:00Olvido García Valdés.
La poeta imparte una conferencia en la Fundación Juan March acerca De ir y venir. Notas para una poética
Premio Nacional de Literatura en 2006 por Y todos estábamos vivos (Tusquets), Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, 1950) nutre sus versos -fragmentarios, ascéticos, rupturistas- de la extrañeza de la vida. En libros como El tercer jardín (1986), Exposición (1990), Ella, los pájaros (1994), Caza nocturna (1997), Del ojo al hueso (2001) o la antología Esa polilla que delante de mi revolotea (2008), García Valdés ha explorado una lírica heterodoxa y muy personal. Ha ejercido además como profesora de instituto y fue directora del Instituto Cervantes de Toulouse.
P.- Recogiendo el título de su conferencia, ¿de dónde viene la poética de Olvido García Valdés y hacia dónde va?
R.- Viene de la vida. Siempre digo que mis libros corresponden a distintas etapas de mi vida, que cada uno de ellos es una época. Según se va escribiendo, según se va envejeciendo, el modo de acercarse al poema se va tornando más personal. Mi poesía por tanto iría hacia una lengua propia que es lo que siempre, desde el principio, se busca.
P.- Afirma dejarse llevar por el poema al escribir. ¿Cómo se encara con él, cómo trabaja sus versos?
R.- Bastante despacio, en realidad. El poema viene siempre a partir de algo, de una percepción, de un sueño, y trae su forma con ello. Y después se va trabajando poco a poco, a través del tiempo.. Yo suelo dejar después de una primera versión del trabajo con la primera impronta inicial la que he aludido, los poemas van quedando ahí y se van trabajando poco al poco, de manera que el libro sólo está muy al final.
P.- ¿No está la poesía española sobresaturada de premios teniendo en cuenta su no muy amplio número de lectores?
R.- Hay dos cosas distintas. Yo he dejado de presentarme a premios pero creo que son importantes por la posibilidad que te ofrecen de publicar y, sobre todo, como espaldarazo para los poetas jóvenes. Y respecto al número de lectores a mí me parece que la poesía sí que tiene lectores, los libros de poesía se venden bien y, desde mi experiencia como profesora, veo en las clases que los estudiantes, cuando entran en la poesía, lo hacen con verdadera pasión, aunque al principio les cueste por el prejuicio sobre su dificultad. Lo he dicho a veces, la poesía es un lugar dónde les hablan como no les hablan en ningún otro sitio.
P.- Desde su experiencia como docente, ¿apoya medidas para dotar de más autoridad al profesor en las escuelas?
R.- La verdad es que mi experiencia ha tenido lugar en institutos poco conflictivos. Pienso que la autoridad debe ser interna, la que surge del propio trabajo con los estudiantes. Pero no me parece mal todo lo que propicie una relevancia mayor del maestro, una figura relevante en toda sociedad que en los últimos tiempos no ha tenido el papel que debía.
P.- ¿Qué opinas de la paridad aplicada a la cultura? ¿Hace falta una cuota para poetas mujeres?
R.- Es un hecho comprobado, comprobable todos los días y terrible que la mujer no está en igualdad de condiciones respecto a sus colegas varones en todos los campos, también en el cine y en la literatura. Tiene que haber por tanto una intervención política que favorezca positivamente una integración en condiciones de igualdad de la mujer. A mí no me parecen mal estos empujones para un camino que cuesta mucho hacer porque pesan muchísimo, por dentro y por fuera, la tradición y la historia. Se ha dado un salto enorme pero sigue siendo muy profunda la distancia.