'Zubi', el portero del CD Algar que ya ha salvado tres vidas como policía local en La Unión
El guardameta milita en un equipo murciano de Preferente que se enfrentará en la Copa del Rey ante el Celta de Vigo: "Se resolverá en los penaltis".
31 octubre, 2022 02:14La posición de portero es una de las más complicadas en el fútbol: una parada, puede marcar la diferencia para que un equipo salga 'vivo' -o no- de un partido. A Diego Segado Cervantes, portero del CD Algar, esos momentos de presión no le pueden ni dentro ni fuera de los terrenos de juego donde se gana la vida como Policía Local. Prueba de ello es que sus intervenciones bajo los palos, han contribuido a que este equipo de Preferente se enfrente en la siguiente ronda de Copa del Rey ante el Celta de Vigo, y sus actuaciones en las calles de La Unión, ya han salvado tres vidas.
"Veo más difícil defender la portería que realizar un masaje cardiaco", subraya seguro de sí mismo, Diego Segado Cervantes, portero del CD Algar, y agente de la Policía Local en La Unión. Las estadísticas avalan su afirmación porque desde julio de 2019, estando de servicio, le ha tocado reanimar a tres personas que habían sufrido un infarto.
La última vez que 'blocó' la guadaña de la Parca fue este martes: un anciano, de 92 años, comenzó a sentirse indispuesto cuando estaba apoyado en su andador en la plaza Castelar. Un empleado de la limpieza pidió ayuda a una pareja de la Policía Local que patrullaba por la zona y uno de los agentes era Diego.
De inmediato, el portero del CD Algar se repartió con su compañero la reanimación cardiopulmonar: uno daba el masaje cardiaco y otro realizaba las insuflaciones, para mantener las constantes vitales del anciano hasta la llegada de una ambulancia del 061. "En esos momentos, lo más importante es dar palabras de ánimo a la víctima y seguir los protocolos de reanimación", tal y como sostiene este agente, al que los chicos de La Unión saludan con cariño cuando le ven patrullar las calles de este municipio murciano, conocido por todo el mundo por su certamen de flamenco: el Festival Internacional del Cante de las Minas. "¡Hola, 'Zubi'!", le gritan con admiración los más jóvenes.
- ¿Le conocen futbolísticamente como 'Zubi' por el mítico Zubizarreta?
- Diego Segado Cervantes: Sí, es mi ídolo. Soy muy de Zubizarreta. Me gustaba porque era difícil ver una parada complicada de 'Zubi': lo hacía todo sumamente sencillo. Lo difícil lo hacía fácil. Además, me gustaba mucho su blocaje, su saque con la mano y las dotes de mando que tenía. Leí entrevistas de defensas suyos en la época del 'dream team' del FC Barcelona que decían que soñaban con 'Zubi' dirigiéndolos y abroncándolos.
- ¿Usted se parece a 'Zubi' bajo los palos?
- Sí, aunque yo soy más cachondo que Zubizarreta, él es más introvertido. Yo antes me tomaba con mucha seriedad el fútbol, era muy callado, y me dije a mí mismo que tenía que ser en el fútbol como era en la vida, poco a poco fui fluyendo. Soy serio, pero también el primero que intenta meter buen rollo en el vestuario y hacer un poco de Pepe Reina (risas).
Al agente Diego y portero 'Zubi', los momentos difíciles no le superan: está hecho de otra pasta. Puede que sea por los años de su infancia practicando taekwondo: un arte marcial donde la preparación física y mental van de la mano. O puede que sea porque ya lo relativiza todo, después de que la vida le diese un golpe demasiado fuerte, en 2003, cuando su hermano mayor, José, murió en un accidente de tráfico.
"Mi pasión por el fútbol viene por mi hermano, José, cuando él tenía 12 años, jugada en el Club Deportivo Naval, y me llevaba al campo de fútbol de Tentegorra: yo me ponía de portero para que él practicase tiros a puerta", recuerda con cariño Diego Segado Cervantes (Cartagena, 1982). "El 'gordito' de portero y a pegarle tiros", bromea este policía, con el que es imposible no esbozar una sonrisa durante la entrevista.
Por aquel entonces, Diego tenía 11 años y todavía no jugaba al fútbol en ningún equipo federado porque lo suyo eran las llaves de taekwondo. "Empecé a jugar muy tarde, con 15 años, siendo cadete: me faltó toda la parte del fútbol base". Aunque recuperó con rapidez el tiempo perdido porque llegó a ser profesional, defendiendo los colores del Fútbol Club Cartagena, en Segunda División B, en la temporada 2002-2003.
"He jugado 14 años en Tercera División y 8 años en Preferente". El próximo 23 de noviembre cumplirá 40 tacos, pero no tiene en mente colgar los guantes porque mantiene intacta la ilusión que durante este tiempo le ha permitido lograr cuatro ascensos con La Unión, El Algar y El Bala Azul, además de jugar un 'playoff' de ascenso a Segunda División B con el Churra. "El cuerpo me pide seguir jugando: es con lo que más disfruto".
El final del fútbol no lo marca el reloj biológico de la edad: solo el ocaso de la pasión. Y el corazón de 'Zubi' todavía se dispara cuando tiene que atajar el esférico sobre el césped. Prueba de ello es que desde que en 2006 empezó a trabajar en la Policía Local de La Unión, jamás se ha perdido un entrenamiento. "Llevo trabajando a turnos diecisiete temporadas y nunca he faltado a una sesión porque he llegado a hacer locuras: empalmar una noche con la mañana, para entrenar por la tarde".
La dedicación de 'Zubi' tiene doble de mérito porque se trata de fútbol semiprofesional y encima hay que cubrir desplazamientos por carretera para darse un palizón físico, después de jornadas de trabajo donde en ocasiones debe plantar cara a los delincuentes. "No faltar a entrenar me permite ser uno de los jugadores de mi generación que sigue en activo".
- ¿Cuántos días a la semana entrena con el CD Algar?
- Tres veces. Lo que pasa es que cuando vas cumpliendo años, en realidad, tienes que entrenar todos los días. Al margen del equipo siempre hago cosas: un día de movilidad, otro día de carrera, otro de musculación, otro de TRX [entrenamiento en suspensión]... A partir de los 35 años, el día que no haces nada, equivale a oxidarte. Tener rutinas te ayuda mucho para no perder elasticidad y movilidad en la portería.
El esfuerzo va en el ADN de Diego y de su hermano gemelo, Juan Luis, que también trabaja en la Policía Local de La Unión. Su difunto hermano mayor, José, le inculcó la pasión por el fútbol a ambos, a base de verlo acariciar el cuero de mediocentro. "Solo nos llevábamos un año de diferencia y los tres llegamos a jugar juntos una temporada en La Esperanza", apunta con nostalgia el portero del CD Algar, sobre un dato para la hemeroteca del fútbol amateur: un trío de hermanos defendiendo la misma elástica.
Presidente de la Peña Madridista
Otro dato para la hemeroteca, en este caso policial, es que la primera vez que Diego salvó una vida estaba cubriendo turno con su hermano gemelo: Juan Luis. "La verdad es que fue una experiencia maravillosa sacar adelante un servicio así de delicado, junto a Juan Luis". Aquella intervención tuvo lugar en julio de 2019, en la pedanía unionense de Portmán, y el vecino al que salvaron era Manolo: un sexagenario, presidente de la Peña Madridista y guardia civil jubilado.
"Cuando acudimos a la vivienda, la hija le estaba dando un masaje a su padre en la cama, entonces, lo pusimos en el suelo y le colocamos el desfibrilador: ese día tuvimos que estar mucho tiempo reanimándolo porque eran las Fiestas de Portmán y la ambulancia tardó en llegar más de viente minutos", tal y como recuerda 'Zubi'. "Cuando Mariano se recuperó, nos llamó para invitarnos a comer un caldero en un restaurante y desde entonces celebra esa fecha como si fuese su cumpleaños".
La segunda vez que salvó una vida el portero del CD Algar fue en febrero de 2020, cuando estaba de servicio con la Policía Local y su patrulla fue requerida porque un cliente de una cafetería de la calle Mayor de La Unión sufrió un infarto. "El hombre tenía más de setenta años, estaba desayunando, y le tuvimos que limpiar las vías respiratorias porque tenía restos de madalena, pero todo salió bien".
Este martes, por tercera vez, el agente Diego, junto a su compañero, David, se convirtieron en los ángeles de la guarda de un señor, de 92 años, que empezó a sentirse mal en la plaza Castelar. "Un empleado de la limpieza nos avisó de que había un hombre pidiendo ayuda: se encontraba mal y lo colocamos en posición lateral de seguridad, pero se empezó a amoratar".
Este portero salvavidas, como está curtido en el asunto, ya iba con el desfibrilador en mano, por si la reanimación cardiopulmonar no era suficiente, y no falló en su intuición, al igual que cuando debe parar un penalti. "Mi compañero empezó con el masaje y yo con las insuflaciones, luego nos relevamos, entonces el desfibrilador nos pidió una descarga, luego le dimos la segunda, y cuando llegó la ambulancia le dieron la tercera: el hombre sigue ingresado en el hospital".
La Policía Local de La Unión solo cuenta con un Desfibrilador Externo Semiautomático y a la vista de la eficacia que tiene el equipo, el agente Diego aprovecha para hacer una petición pública al Ayuntamiento unionense: "Nos gustaría tener un segundo aparato".
- En los campos de fútbol, tanto profesionales como amateur, por desgracia, a veces, algún jugador o aficionado entra en parada. Si un día le pilla a usted disputando un partido con el CD Algar, ¿imagino que se encargará de practicar los primeros auxilios?
- En todos los campos deben instalar desfibriladores. Yo siempre bromeo que todos los jugadores tienen que aprender a utilizarlo, por si algún día me pasa a mí y nadie sabe usarlo.
- ¿Qué le dicen sus compañeros de vestuario de su increíble estadística: tres vidas salvadas como policía local?
- Me dicen que me voy a hacer más famoso que Joaquín con el Real Betis y que como no se espabile en el programa que tiene de televisión, hacemos el cambio. Y la verdad es que a mí no me molesta salir en la tele (risas).
- Confiese, como aficionado, ¿cuál es su equipo en el campeonato de Primera División?
- En 1998, cuando se retiró Zubizarreta, me quedé sin equipo. Primero seguí al Barcelona en una etapa buenísima y luego con 'Zubi' viví el resurgir del Valencia en la Liga y en la Copa del Rey. Cuando se retiró y se fue a trabajar a la selección española, me hice mucho más de La Roja, porque era la única forma de seguir unido a Zubizarreta. No tengo equipo en la Liga, al margen del Cartagena en Segunda División. Lo que a mí me gusta en el fútbol es que el pescado pequeño se coma al grande.
El planeta fútbol ha premiado la dedicación de Diego y podrá poner a prueba sus palabras en la Copa del Rey, con el encuentro que enfrentará al CD Algar, un histórico del fútbol murciano desde 1930, con el todopoderoso Celta de Vigo del crack Iago Aspas. "Es un equipo competitivo y da gusto tenerlo enfrente", remarca 'Zubi', un portero veterano que destaca por su dominio del juego aéreo y por ordenar la defensa como una guardia pretoriana.
Los 8.200 vecinos de la diputación cartagenera de El Algar están ilusionados esta temporada con el equipo porque ha pasado de ronda en la Copa del Rey, logrando meterse en el bombo con clubes de Primera División.
- ¿Usted será el portero titular ante el Celta de Vigo?
- Esta temporada nos estamos turnando en la portería mi compañero y yo. Ahora mismo, soy siempre el titular porque él tiene una lesión muscular. La verdad es que me gustaría jugar el partido contra el Celta porque a mi edad, puede ser la última oportunidad de disputar una cita así. Además, el encuentro se disputa el 13 de noviembre, el día de mi santo: San Diego.
- ¿Se atreve a pronosticar un resultado?
- Uno a uno y nos vamos a los penaltis: ahí se resuelve (risas).