No hace falta irse lejos para celebrar grandes hitos en el mundo del vino. La bodega más sostenible del planeta está en España, en Rioja para ser exactos. La nueva instalación de Beronia para vinos de reserva y terruño ha sido la primera en el mundo en obtener la calificación LEED V4 BD+C:NC y LEED Gold, el máximo reconocimiento de construcción sostenible que otorga el US Green Building Council.
La etiqueta de Beronia hace honor a su filosofía: “Nacido entre amigos para ser disfrutado por amigos”. Y es que fue un grupo de amigo que solían reunirse en un txoko para compartir su pasión por la gastronomía y el vino quienes construyeron en 1977 la primera bodega de Beronia en Ollauri (Rioja Alta), cuyo nombre hace referencia a la denominación que recibía en la antigüedad la zona que hoy conocemos como La Rioja.
Y del txoco al mundo, porque en poco tiempo Beronia se convirtió en toda una referencia por la alta calidad de sus reservas y grandes reservas, elaborados siguiendo el estilo tradicional de Rioja y, desde el principio, con un fuerte compromiso con el medioambiente.
Diez años después, en 1982, González Byass la incorporó a su Familia de Vino para seguir defendiendo el inconfundible “estilo Beronia”. Y hoy, cerca de medio siglo después, la bodega riojana ve escrito otro episodio de su historia.
Pionera y única en su especie, la nueva instalación de Beronia para grandes vinos de reserva y terruño en Rioja ha sido la primera del mundo en lograr la certificación de edificación sostenible LEED V4 BD+C:NC (Liderazgo en Eficiencia Energética y Diseño Sostenible) y LEED Gold. Otorgado por el US Green Building Council, este sello reconoce y distingue aquellos edificios que cuentan con una construcción sostenible y con bajo impacto medioambiental.
Un diseño sin igual
“El cambio climático en esta zona nos ha estado de alguna manera beneficiando hasta ahora, pero eso está dejando de ser así”, asegura Matías Calleja, enólogo y gerente de Beronia. Por eso se hacía cada vez más necesario contar con una bodega que respetase la uva desde la máxima tecnología. Una bodega sostenible y autosuficiente, preparada para lo que esté por venir. “Que el cambio climático ya está sucediendo es evidente, y nosotros estamos en ese cambio. Empezando desde el campo. Para nosotros, el agricultor es parte de la bodega”, añade.
El diseño de esta nueva bodega está integrado por completo en el paisaje riojano. La obra arquitectónica ha correspondido a IDOM, con los arquitectos Gonzalo Tello y Borja Gómez a la cabeza, y su paisajismo, a Isaac Escalante Camus. Patrizia Laplana, de Asla Green Solutions, ha llevado a cabo la gestión de la certificación Leed.
Ingenieros de caminos e industriales, arquitectos, ecólogos, hidrogeólogos, expertos en calidad ambiental interior y físicos, entre otros profesionales, han participado en este proyecto que representa una aproximación holística en la creación de una bodega, donde todos los elementos que la componen afectan en el devenir de los vinos que se elaboran.
La bodega de Beronia para vinos de reserva y terruño presume de ser una de las bodegas más eficientes y sostenibles del mundo gracias a su revolucionario sistema de aprovechamiento de la energía geotérmica para climatizar las instalaciones y lograr un menor consumo energético; al uso de otras tres energías renovables (aerotermia, fotovoltaica y térmica solar), y a la incorporación de innovaciones tecnológicas como el sistema Cleanwood para lavar las barricas mediante ondas electromagnéticas de alta frecuencia, la primera vez que se utiliza esta tecnología en el mundo del vino.
Pero también gracias a un diseño y funcionamiento que aseguran la calidad ambiental interior y bienestar para sus ocupantes y visitantes con relación al confort térmico, lumínico y la calidad del aire, con sistemas inteligentes de detección de CO2, así como con el uso de productos y materiales saludables y ambientalmente responsables.
Maquinaria, depósitos de fermentación y barricas, así como el propio edificio, con su ubicación y disposición sobre el terreno, sus materiales y los sistemas que lo integran convergen aquí hacia un único objetivo, el mismo que ha acompañado a Beronia desde sus inicios: la elaboración de vinos singulares que expresen fielmente la esencia de esta región vitivinícola y propicien momentos de disfrute, cómo no, entre amigos.
Enoturismo consciente
En la nueva bodega de Beronia cada visita es una experiencia. Además de albergar un Wine Bar con vistas al viñedo y un Txoko como homenaje a sus cuatro amigos fundadores, las instalaciones cuentan con diferentes espacios de catas y múltiples actividades que pretenden acercar el mundo vinícola de una forma original a los visitantes.
El enoturismo sigue la misma línea de sostenibilidad y bajo impacto medioambiental. Gracias a la forma de medialuna de la bodega, a su orientación sureste y a distintos elementos de protección para disminuir la incidencia directa del sol, se puede estar en la zona de elaboración mientras se ve el viñedo y se disfruta de luz natural, ya que todos los espacios principales están interconectados mediante un pasillo de trabajo. La nave de barricas, excavada en el terreno y sin fachadas exteriores, cuenta con una temperatura constante a lo largo de todo el año, lo que se traduce en un importante ahorro energético.