0 votos

Los huevos a la escocesa - en inglés scotch eggs - en teoría suelen servirse fríos aunque están más ricos recién hechos y su esencia consiste en tener un huevo duro dentro de una mezcla de salchichas picadas finamente, con una capa de rebozado en pan rallado y luego frito.

A partir de los inventados en las lujosas galerías Fortnum & Mason de Londres - sí, efectivamente no son escoceses aunque se pueda pensar que sí - las versiones han sido múltiples y el resultado ha ido mejorando según ha evolucionado la gastronomía. Ahora intentamos cuidar la yema del huevo para que esté tierna y líquida y así haga de salsa a pesar de que suelen ser acompañados por una ensalada y un poco de relish y esas salchichas originales las hemos sustituido por el lomo fresco Joselito, la mejor carne de cerdo del mundo ligeramente condimentada a la que añadimos un poco de panceta curada que le da potencia de sabor y mayor untuosidad.

Disponer de carne fresca Joselito ahora durante todo el año gracias al proceso de ultracongelación nos permite disfrutar de cortes de Montanera de forma intacta, sin perder ninguna de sus cualidades, pudiendo elaborar este tipo de receta en cualquier momento. Los huevos a la escocesa se pueden llevar perfectamente a un picnic o ser compartidos en casa, casi como plato principal debido a su contundencia.

Cómo hacer huevos a la escocesa

Ingredientes

  • Lomo fresco Joselito, ½ u
  • Panceta Joselito, 80 g
  • Huevos camperos, 4 u
  • Diente de ajo, 1 u
  • Mostaza de Dijón, 1 cucharadita
  • Cebollino fresco, 8 ramitas
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra, c/s
  • Huevos para rebozar, 2 u
  • Harina, 100 g
  • Pan rallado, 150 g

Paso 1

Lo primero que haremos será poner a cocer los huevos en agua hirviendo durante 6.5 minutos. Una vez transcurrido el tiempo los pondremos rápidamente en un baño maría inverso (frío, con hielo mejor) para romper la cocción. Reservar.

Paso 2

Picar someramente el cebollino, pelar el diente de ajo, trocear el lomo fresco Joselito y también la panceta y ponerlo todo en el vaso triturador junto con la mostaza. Picar muy bien hasta conseguir una carne picada.

Paso 3

Pelar los huevos con mucho cuidado y reservar.

Paso 4

Condimentar la carne con sal y pimienta negra y, con las manos untadas en aceite, formar 4 bolas que tendremos que aplanar muy bien en la propia mano. Cada porción aplanada de carne envolverá uno de nuestros huevos, sellando bien todas las juntas.

Paso 5

Pasar las bolas por harina, luego por huevo batido y por último por pan rallado y dejar reposar en la nevera 15 minutos.

Paso 6

Freír en abundante aceite de oliva suave bien caliente. Cuanto más caliente esté el aceite menos tardará en dorarse el huevo a la escocesa y más crudito quedará por dentro y, por ende, más jugoso. Recordad que la carne de Joselito, al ser de la mejor calidad, se puede consumir poco hecha para ser disfrutada aún más.

Paso 1

Lo primero que haremos será poner a cocer los huevos en agua hirviendo durante 6.5 minutos. Una vez transcurrido el tiempo los pondremos rápidamente en un baño maría inverso (frío, con hielo mejor) para romper la cocción. Reservar.

Paso 2

Picar someramente el cebollino, pelar el diente de ajo, trocear el lomo fresco Joselito y también la panceta y ponerlo todo en el vaso triturador junto con la mostaza. Picar muy bien hasta conseguir una carne picada.

Paso 3

Pelar los huevos con mucho cuidado y reservar.

Paso 4

Condimentar la carne con sal y pimienta negra y, con las manos untadas en aceite, formar 4 bolas que tendremos que aplanar muy bien en la propia mano. Cada porción aplanada de carne envolverá uno de nuestros huevos, sellando bien todas las juntas.

Paso 5

Pasar las bolas por harina, luego por huevo batido y por último por pan rallado y dejar reposar en la nevera 15 minutos.

Paso 6

Freír en abundante aceite de oliva suave bien caliente. Cuanto más caliente esté el aceite menos tardará en dorarse el huevo a la escocesa y más crudito quedará por dentro y, por ende, más jugoso. Recordad que la carne de Joselito, al ser de la mejor calidad, se puede consumir poco hecha para ser disfrutada aún más.