Estos son los dos arroces del supermercado en España que contienen más arsénico

El arroz es un alimento básico en la cocina de los españoles, pero no sólo porque nuestro plato más icónico sea la paella. Este cereal se ha convertido en una de nuestras opciones favoritas para acompañar casi cualquier plato. Ahora bien, en los últimos años los expertos nos han advertido de que este alimento tiene una alta proporción de almidones y, en el caso del arroz blanco, que es nuestra opción favorita, una escasa cantidad de fibra. Esto da como resultado una guarnición con un altísimo índice glucémico.

Los alimentos con alto índice glucémico se relacionan con una mayor ganancia de peso, porque nos hacen sentir hambrientos antes que otros alimentos con más fibra. Pero, además, se han relacionado con una mayor probabilidad de padecer diabetes tipo 2 porque el cuerpo puede llegar a generar tolerancia a la insulina que segrega para reducir los picos de glucosa que generan estos alimentos. Por eso, lo mejor es consumir raciones más pequeñas de arroz blanco, junto con alimentos con fibra y haciendo ejercicio físico. 

Eso, o pasarnos a la modalidad integral del arroz. La principal diferencia es que este último conserva una fina cáscara que es lo que se conoce como el salvado. Esta capa está compuesta, principalmente, por fibra y por minerales y, por eso, cuando se mantiene, el índice glucémico del arroz desciende. En cualquier caso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) ha explicado que este arroz guarda un peligro que solemos ignorar: tiene niveles más altos de arsénico.

Arsénico indeseado

El arsénico es una sustancia que se comporta como un metal y se encuentra distribuido por la corteza terrestre tanto por motivos naturales como por la intervención del ser humano: "La liberación natural de arsénico inorgánico al medio ambiente se produce a partir de la alteración y la erosión de las rocas y del suelo [...]. Por otra parte, las fuentes antropogénicas del arsénico son la minería, las actividades metalúrgicas, el uso de pesticidas y la combustión de diferentes materias, como el carbón y la madera", explica este documento de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria.

Para los humanos, la mayor exposición a esta sustancia se produce por la vía alimentaria y el arroz es uno de los alimentos que más frecuentemente contienen arsénico. Mantener un consumo frecuente de arsénico hace aparecer "efectos neurotóxicos, cardiovasculares, cutáneos, alteración del metabolismo de la glucosa, del desarrollo fetal, neonatal y cáncer", explica este organismo catalán, que apunta a que los cánceres más relacionados con esta sustancia son los de pulmón, piel, vejiga, hígado y riñón.

En este sentido, este organismo ha recogido los datos de los arroces del supermercado que cuentan con un mayor número de arsénico de todo el supermercado. Los dos peores parados son dos tipos de arroz integral: el redondo y el largo de origen asiático. En concreto, en el arroz integral redondo se encontraron 229 micrómetros de arsénico por cada kilogramo de peso y, entre ellos, 190 micrómetros eran de arsénico inorgánico, que es el realmente peligroso. Este es el arroz del supermercado que más arsénico contiene.

Cuánto tomar

Por su parte, en el arroz integral largo de origen asiático se han encontrado hasta 177 micrómetros de arsénico por cada kilogramo y, de ellos, 127 son de arsénico inorgánico. Este es el segundo arroz con más arsénico de todo el supermercado. Pero, ¿cuánto arsénico podemos tomar al día sin que resulte perjudicial para nuestra salud? "El valor de referencia más restrictivo de la EFSA es un máximo de 0,3 micrómetros de arsénico por cada kilogramo de peso corporal al día", destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

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En este supuesto, "un adulto de 75 kilogramos de peso podría tomar diariamente hasta 171 gramos de arroz integral", explica la OCU. "Es mucha cantidad teniendo en cuenta que para cocinar se utiliza como referencia 100 gramos de arroz por persona si el arroz es el plato principal y 50 gramos si es de acompañamiento". En cualquier caso, este organismo también aporta algunos trucos para reducir la cantidad de arsénico que tomamos del arroz. El primero es poner el arroz a remojo, lavarlo y escurrirlo antes de cocinarlo y el segundo, hervirlo con exceso de agua y después colarlo. De esta manera, la mayoría del arsénico se irá con el agua.