A veces hacer dieta en compañía parece una buena idea.

A veces hacer dieta en compañía parece una buena idea. iStock

Nutrición

Por qué no es buena idea ponerte a dieta con un amigo: los peligros de la falsa solidaridad

Cambiar el patrón de alimentación en compañía para perder peso podría parecer un aliciente, pero la ciencia lo desaconseja. 

30 mayo, 2022 01:58

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La operación bikini se va acercando como un tiburón que acecha a su próxima comida y mucha gente siente la necesidad de comenzar una dieta exprés o puede que lleve un tiempo siguiéndola. El sufrimiento compartido parece menos, apoyo moral dicen, por lo que es habitual comenzar las dietas o ir al gimnasio con algún familiar y amigo y, claro, evitar comparaciones parece imposible si el reto de adelgazar se lleva a cabo entre dos.

No solo nos comparamos con las personas cercanas; parece ser que en España solo el 26% de los españoles está satisfecho con su peso y su figura, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios. Estas cifras están detrás de la búsqueda de dietas milagro y las prisas antes de lucir el cuerpo en playas y piscinas.

"El motivo para adelgazar siempre debería de ser por salud, para tener un IMC normal y saludable, no por cuestiones estéticas", advierte Concepción Martínez, nutricionista deportiva. "El cine, la televisión y la moda han influido mucho, marcando lo que se considera un cuerpo aceptable, pero no tiene por qué ser saludable. Lo importante sería mantener una dieta equilibrada, una vida activa y adelgazar en el caso de que exista un sobrepeso", añade la experta.

Aun así, si se pretende de igual modo emprender el camino del adelgazamiento y de la dieta, mejor solo que mal acompañado. ¿Por qué? Estudios como uno llevado a cabo en la Universidad de California, EEUU y publicado en la revista Journal of Health Psychology, demuestran que comenzar una dieta junto a otra persona no es buena idea. No sólo no se consigue adelgazar más, sino que añade una carga psicológica de continua comparación y competitividad.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores seleccionaron a 67 parejas de compañeras de habitación en una residencia de estudiantes, 134 mujeres en total, que querían perder peso. Estas se dividieron a su vez en tres grupos, uno que no hacía dieta, otro en el que sólo una de las jóvenes seguía la dieta y, por último, otro en el que las dos compañeras de cuarto la seguían.

El régimen consistía en una dieta de unas 1.200 calorías al día que ya había sido avalada por otros estudios. Además, para asegurarse de que se estaba siguiendo correctamente, los investigadores hicieron que todas las jóvenes registraran su consumo en la plataforma MyFitnessPall para así calcular las raciones.

La investigación consiguió demostrar que, lo que parece un incentivo, resulta en realidad contraproducente. La clave de por qué no se adelgaza mejor cuando se hace a la par reside en los siguientes factores que los investigadores tuvieron en cuenta. Parámetros como la ansiedad, la depresión, el estrés y los antecedentes de trastornos alimenticios anteriores son determinantes a la hora de perder peso.

Impacto psicológico

Las mujeres a dieta sí lograron perder peso, tanto solas como acompañadas. Sin embargo, en el caso de las que lo hicieron conjuntamente el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y trastornos alimenticios aumentó en comparación a las que siguieron la dieta solas.

En torno al aspecto psicológico y otros factores que influyen en la pérdida de peso hay multitud de investigaciones. Incluso el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades los enumera, sumando así aspectos genéticos que predisponen a la persona a tener obesidad o sobrepeso; enfermedades como la de Cushing o el síndrome de ovario poliquístico o medicamentos como esteroides.

Además, hay que tener en cuenta que la disminución o privación de algunos químicos o nutrientes puede llegar a tener un efecto psicológico. Por ejemplo, una alimentación pobre en glucosa puede alterar la capacidad atencional y las funciones ejecutivas del cerebro, así como aumentar la irritabilidad, alterar el estado de ánimo y reducir la sensación de placer.

"Muchas personas desconocen esta cara oculta de seguir una dieta de adelgazamiento; pienso que influye mucho el estar centrado en unos resultados como meta sin pensar en nada más", detalla Martínez. Así también lo constata una investigación realizada por Orlando Health, una red de hospitales comunitarios de EEUU, que revela cómo el 90% de las personas encuestadas ignora el factor psicológico a la hora de bajar de peso.

Un estudio más reciente, llevado a cabo en la Universidad de Valencia, investigó la influencia de la intervención psicológica para el aumento de la motivación para perder peso y mantener una vida activa, pero desde una experiencia unipersonal.

Cada cuerpo es distinto

En la pérdida de peso influye también el histórico de la persona, es decir, el peso que ha estado teniendo lo largo de su vida, si alguna vez ha tenido sobrepeso o ha padecido obesidad. Por ejemplo, si una persona siempre ha mantenido buenos hábitos de alimentación, pero por dejadez, aumenta de peso, adelgazará más rápidamente que una persona que lleve con sobrepeso desde hace años.

De hecho, según el investigador especializado en obesidad Claude Bouchard, hay cinco factores que predisponen al sobrepeso: poca masa muscular, falta de ejercicio, bajos niveles de testosterona, tardar más en saciarse debido a las hormonas y que el cuerpo genere más energía a partir de la glucosa y no de la grasa. Así que menos envidiar y más asumir que cada uno tiene su metabolismo y su ritmo.