El sustituto perfecto de Mercadona para la pasta: saludable, sabroso y ayuda a adelgazar

Tomar pasta con frecuencia y bajar de peso no tiene por qué estar reñido. Aunque se trate de hidratos de carbono, hay toda una serie de factores a tener en cuenta: de la forma en la que la cocinamos (si queda al dente, ligeramente dura, absorberemos menos azúcares) a las grasas, salsas y quesos con las que las vamos a acompañar. Algunas de las recetas más populares suponen un incremento considerable de calorías, en especial si provienen de "bote", hasta el punto de no resultar una opción idónea para todos los días.

Los italianos lo saben bien: las condiciones para que un plato de pasta diario forme parte de una dieta equilibrada también pasan por controlar las raciones y variedades. La pasta rellena, como raviolis y tortellinis, debería consumirse solo ocasionalmente, ya que suponen un aporte rico en grasa y sal al que solemos añadirles de más cuando incorporamos salsas. Por otro lado, en España tendemos a asociarla a un único tipo de harina, la de sémola de trigo refinada, cuando existe una amplia gama de alternativas que se encuentra con una facilidad cada vez mayor en los supermercados.

Algunas, como las integrales, son muy interesantes desde el punto de vista nutricional. Otras, como la 'pasta de colores' que promete un contenido de verduras, hace muy poco por mejorar nuestra dieta. Pero hay más, como el último producto que está lanzando la cadena Mercadona: los Fusilli de Lentejas Rojas de su marca Felicia. En un principio, llaman la atención como alternativa para personas celíacas o intolerantes al gluten, ya que su único ingrediente es la harina de legumbre 100% sin aditivos. Sin embargo, contienen otras ventajas de las que todos nos podemos aprovechar.

Las legumbres, base de la alimentación en España durante generaciones, están peligrosamente ausentes de nuestra dieta contemporánea. Y es una lástima, porque son auténticos 'superalimentos' tradicionales. Además de proporcionar una muy saludable proteína vegetal como alternativa a la carne, son fuente de fibra dietética, un nutriente esencial que tiende a faltar en nuestra mesa. Además de servir de "combustible" para nuestra microbiota, la comunidad de microorganismos intestinal que regula nuestra salud general, la fibra induce saciedad y nos ayuda a adelgazar. 

Pero hay más. Al contrario que con la harina blanca, compuesta de carbohidratos refinados que han eliminado la cáscara y el salvado del grano -sacrificando gran parte de su fibra en el proceso-, las legumbres contienen los denominados 'carbohidratos complejos'. Estos se metabolizan más lentamente a través de las paredes del intestino delgado y evitan que se produzca una rápida absorción de azúcar en sangre o 'pico glucémico', como ocurre con la pasta de trigo. El riesgo tanto de sobrepeso como de problemas metabólicos se reduce así considerablemente.

Así, si comparamos los fusilli de lentejas con los de trigo, veremos que su aporte energético es similar: unas 340 kilocalorías por cada 100 gramos. Pero los elaborados con legumbres aportarán por esa misma cantidad 26 g de proteína vegetal, 7,6 g de fibra alimentaria y solo 1,2 g de azúcares. Si acudimos a la versión tradicional de la misma pasta, encontraremos solo doce gramos de proteína y tres de fibra, mientras que el azúcar suma 3,5 gramos. Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 25 g diarios. 

Como materia prima, los fusilli de lenteja roja son preferibles a los convencionales, pero como adelantábamos, la salsa y los condimentos lo pueden echar a perder. Desde la propia Mercadona proponen preparar una receta casera con ingredientes frescos e igual de saludables: 320 g de fusilli de lentejas rojas; 300 g de espinacas; 2 dientes de ajo; 40 g de queso parmesano; 25 g de piñones; 125 g de queso feta; 50 ml de aceite de oliva; Sal y Pimienta negra.