Eva en El Hogar del Jubilado de Portillo

Eva en El Hogar del Jubilado de Portillo Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Eva, la mujer que reabrirá el bar para los jubilados en un pueblo de Valladolid: "Es un punto de terapia y reunión"

El Hogar del Jubilado volverá a la vida tras cerrar sus puertas en septiembre. Los vecinos están deseosos.

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Portillo es un pueblo vallisoletano que pertenece a la comarca de Tierra de Pinares. Cuenta, en la actualidad, con un total de 2.371 habitantes y pasear por sus calles significa disfrutar de todo el encanto y la historia del lugar.

El pueblo vallisoletano vio, en septiembre de 2024, como el Hogar del Jubilado, ubicado en la Plaza de Pimentel 5, muy cerca de su castillo, tuvo que cerrar por “problemas personales” del anterior adjudicatario, sumiendo a sus usuarios en una gran tristeza que el Ayuntamiento, con su alcalde Juan Antonio Esteban a la cabeza, intentó resolver rápidamente.

Fue en el mes de octubre cuando la explotación de este Hogar del Jubilado, que como el primer edil asegura era “un bar normal en el que podía entrar todo el mundo con prioridad para los mayores” volvía a salir a licitación. Sin embargo, quedó desierta el pasado 2 de diciembre.

Meses más tarde volvió a salir una segunda licitación en busca de que alguien cogiera las riendas y volviera a dar vida a un lugar histórico. Lo hizo con un canon de licitación de 500 euros en total por dos años y probabilidad de prórroga de otros dos más. 100 euros de alquiler al mes y gasto de luz.

Esa vez sí hubo suerte y Eva López, una mujer que busca llenar de nuevo el Hogar del Jubilado de Portillo, abrirá muy pronto.

El Hogar del Jubilado de Portillo

El Hogar del Jubilado de Portillo Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Eva y el Hogar del Jubilado de Portillo

Pasé mi infancia en Santiago del Arroyo. Un pueblo que se encuentra a unos siete kilómetros de Portillo. Pasé mi juventud en Portillo, donde estudié en el instituto, por lo que conozco a mucha gente del municipio. Tengo buenos amigos de la infancia y de más mayor allí”, señala Eva en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Está, como vemos, muy ligada a la localidad. Hace mucho tiempo tuvo un bar de copas con su marido. Lo gestionaron ambos durante cuatro años. Esa es la experiencia que atesora en el laborioso y sacrificado mundo de la hostelería, pero seguro que le vale para hacer la mejor labor en El Hogar del Jubilado.

“Me enteré de que salía a licitación. Lo hice cuando quedaban pocos días para que se cerrara la convocatoria de esa segunda licitación y decidí presentarme para ver si había suerte y así fue. Me la quedé yo”, afirma nuestra protagonista.

Eva será la inquilina del negocio durante los próximos dos años en un contrato que puede ser prorrogado por dos años más.

Las obras y todo a punto para abrir

Estoy muy ilusionada con este proyecto. El Ayuntamiento me lo ha puesto todo muy fácil. Quiero dar las gracias a Juan, el alcalde. He hecho una pequeña reforma en la cocina y lo estoy poniendo a punto, aunque, que nadie se asuste, que no va a haber grandes cambios a lo que se conocía”, añade nuestra entrevistada.

Eva asegura que quiere “atender a los jubilados de Portillo”. Que sepan que cuentan con “un lugar cómodo para echar la partida, ver la televisión y echar una parlada”. Cuenta con una zona amplia para los más mayores y otra más para el cliente general que llegue al lugar.

Eva en el interior de El Hogar del Jubilado de Portillo

Eva en el interior de El Hogar del Jubilado de Portillo Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Esperamos abrir pronto. Estamos pendientes de una cuestión relativa a la luz para conseguir más potencia. En cuanto todo esté solucionado abriré”, asegura nuestra entrevistada.

Un bar es “más que necesario”, señala y, con la nueva reapertura del Hogar del Jubilado, los vecinos del pueblo tienen una opción más en lo que a los establecimientos hosteleros se refiere.

La importancia de los bares en los pueblos

Un bar es muy importante para el pueblo. Es un punto de reunión y terapia para la gente que quiere ir a evadirse allí. Los vecinos no dejan de preguntarme y están deseosos de que el bar abra cuanto antes”, añade Eva.

Será un bar cafetería que abrirá todos los días, menos uno de descanso y que ofrecerá un buen vermú los domingos con pinchos los sábados. Un lugar perfecto para disfrutar de un buen vino o refresco en la mejor compañía.

“Deseo que sea un lugar de encuentro y reunión para la gente del pueblo y también para los visitantes”, finaliza Eva.