Fayón.

Fayón. Turismo de Aragón

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El mayor embalse construido por Franco en Aragón: inundó un pueblo entero con un gran castillo medieval

La construcción de esta infraestructura inundó cultivos y cambió la vida, la economía y el núcleo principal de un municipio de Zaragoza.

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Entre las décadas de 1940 y 1960, España vivió un auge en la generación de energía hidroeléctrica y Aragón no se quedó atrás.

La política de grandes infraestructuras hidráulicas para el desarrollo agrícola e industrial del país de Francisco Franco hizo que en el municipio de Zaragoza se creara el mayor pantano de la comunidad autónoma.

El embalse de Mequinenza, conocido como el mar de Aragón, es un embalse del río Ebro que se encuentra en la provincia de Zaragoza. El embalse recibe el nombre de Mequinenza debido a que la presa que lo origina está ubicada en esta localidad bajocinqueña.

Las obras de costrucción terminaron en 1966 sobre el río Ebro. Tiene una superficie de 7.540 hectáreas de lámina de agua, siendo el mayor embalse de Aragón.

Su volumen alcanza los 1.530 hm³, dedicándose a la producción de energía eléctrica. Su capacidad y su función son muy interesantes, pero la historia que hay debajo de las aguas también.

Mequinenza.

Mequinenza. Web oficial de Caspe.

El embalse de mequinenza no es el único en Aragón construido por Franco que inundó un pueblo entero. El embalse de Ribarroja inundó Fayón, un pueblecito aragonés que cuando baja el nivel del agua aún se puede ver la torre de la iglesia.

Hay varias rutas esplendidas por la zona que puedes encontrar aquí. Sobre Fayón y su embalse hablaremos en otra ocasión, hoy le toca el turno a Mequinenza.

El embalse más grande de Aragón: Mequinenza

La construcción del embalse de Mequinenza, junto con el de Ribarroja, transformó para siempre la comarca aragonesa donde se ubicaba la antigua villa de Mequinenza. Las obras hidroeléctricas impulsadas por el régimen franquista no solo alteraron el paisaje natural, sino que supusieron la desaparición de un núcleo urbano con siglos de historia, incluyendo buena parte de su patrimonio y su modo de vida tradicional.

Mequinenza, situada en un punto estratégico en la confluencia de los ríos Ebro, Segre y Cinca, fue durante siglos un centro activo de minería y transporte fluvial. A comienzos del siglo XX, contaba con alrededor de 3.500 habitantes, muchos de ellos empleados en la extracción de lignito y en el traslado del carbón mediante llauts, unas embarcaciones típicas del Ebro.

Pueblo antiguo de Mequinenza.

Pueblo antiguo de Mequinenza. Wikipedia

La construcción del embalse, en los años sesenta, implicó el aumento considerable del nivel del agua, lo que inundaba gran parte de las tierras agrícolas y zonas habitadas. Aunque técnicamente no todo el casco urbano quedaba sumergido, las autoridades decidieron derribar la totalidad del pueblo, por razones de seguridad y planificación.

Esta decisión supuso un duro golpe para los habitantes de Mequinenza. Muchos perdieron sus hogares y sus fuentes de ingresos, ya que las minas también quedaron afectadas.

Sin embargo, una parte importante de la población se negó a abandonar sus raíces. Con el paso del tiempo, construyeron una nueva Mequinenza no muy lejos de la original, esta vez a orillas del río Segre. La nueva villa fue inaugurada oficialmente en 1970.

La memoria de aquella comunidad se mantiene viva en el Museo de Mequinenza, instalado en las antiguas escuela, donde se recogen testimonios, objetos y documentos de su historia. Asi como en el propio castillo que aún se puede visitar.

El castillo de Mequinenza

Uno de los pocos elementos que no sucumbió bajo las aguas fue el castillo de Mequinenza. Ubicado sobre una colina desde la que se dominan los tres ríos, esta fortaleza es uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura señorial aragonesa.

El origen del castillo se remonta a época musulmana, cuando la tribu bereber de los Miknasa —de quienes toma el nombre la localidad— levantó una torre defensiva en este enclave fronterizo. Algunos historiadores incluso han sugerido que en este lugar se ubicaba el oppidum romano de Octogesa, mencionado por Julio César en La guerra civil.

Castillo de Mequinenza

Castillo de Mequinenza Turismo de Aragón

Durante la Edad Media, el castillo y la villa pasaron a manos cristianas. En 1192, Alfonso II de Aragón cedió Mequinenza a Armengol VII de Urgel, y poco después la posesión pasó a la influyente familia de los Moncada. A lo largo de los siglos XIV y XV, los Moncada transformaron la antigua fortaleza en un castillo-palacio. En 1959, fue restaurado por el arquitecto Adolfo Florensa.

Actualmente, el castillo de Mequinenza sigue en pie, como un símbolo del pasado medieval de la zona, y como uno de los pocos testigos arquitectónicos que sobrevivieron a la transformación provocada por el embalse.