Imagen de la fachada de la casa Mantecón.

Imagen de la fachada de la casa Mantecón. E.E Zaragoza

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El precioso edificio de Zaragoza que fue la casa de un presidente del Betis: su origen es desconocido en la ciudad

Esta casa es un testimonio de una época de esplendor para la ciudad, y su estilo montañés la convierte en una pieza única que perdura en el tiempo.

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En el corazón del paseo de Sagasta, en Zaragoza, se alza un edificio que destaca no solo por su singularidad arquitectónica, sino también por la sorprendente historia que ha guardado a lo largo de los años. La Casa Mantecón, construida en 1925, es un testimonio de una época de esplendor para la ciudad, y su estilo montañés la convierte en una pieza única que perdura en el tiempo.

Según explica Jesús Martínez, historiador del arte, el origen de la vivienda está directamente relacionado con su propietario, Miguel Mantecón, un hombre de negocios que decidió encargar la construcción de la casa a un arquitecto de renombre: Luis Elizalde, un destacado profesional originario de San Sebastián. Aunque su obra se extiende principalmente por el País Vasco, Elizalde también dejó su huella en Zaragoza, donde diseñó varios edificios, siendo este uno de sus proyectos más emblemáticos.

Influencia del norte

Durante los años 20, el Paseo de Sagasta era una zona semi-rural en la que las familias adineradas de Zaragoza empezaron a construir sus mansiones, alejadas del bullicio del centro pero lo suficientemente cerca como para disfrutar de la vida urbana. La Casa Mantecón, con su estilo montañés, se erige como un ejemplo de la influencia de la arquitectura tradicional del norte de España, especialmente del País Vasco, Cantabria y Asturias.

La antigua casa de Mantecón.

La antigua casa de Mantecón. E.E Zaragoza

Este estilo, conocido como arquitectura montañesa, fue popularizado por los indianos: aquellos que habían emigrado a América y, al regresar con fortuna, construyeron lujosas casas que intentaban reflejar la arquitectura típica de sus lugares de origen. La Casa Mantecón, única en su estilo en Zaragoza, se caracteriza por sus materiales nobles como la piedra, los aleros de madera y un diseño que evoca las casonas del norte de España.

Un Estilo con Historia

La arquitectura montañesa tiene una historia interesante. Surge a finales del siglo XIX, cuando los indianos, muchos de ellos cántabros, vascos y asturianos, regresaban de América con el objetivo de construir residencias lujosas que, a menudo, imitaban las viviendas tradicionales de sus regiones.

La elección de este estilo para la Casa Mantecón, según cuenta Martínez, tiene sentido en el contexto social de la época, ya que los ricos zaragozanos solían veranear en el norte, buscando el frescor del Cantábrico, en lugar del calor del Mediterráneo. Este deseo de reflejar un prestigio ligado a la cultura vasca y cántabra se manifiesta en la Casa Mantecón, que no solo buscaba emular las construcciones del norte, sino también asociar a su propietario con un estilo de vida exclusivo.

Luis Elizalde, el arquitecto encargado de la obra, no solo era conocido por sus diseños residenciales, sino que también trabajaba como ingeniero de caminos, y su empresa Vías y Riegos tenía un alto perfil en la región. Esta empresa se encargó de la construcción de importantes infraestructuras en Aragón y Andalucía.

De hecho, tal y como detalla Martínez, la propia sede de la compañía fue construida en el Paseo de Sagasta, muy cerca de la Casa Mantecón, lo que sugiere que la ubicación del edificio tenía también una fuerte carga simbólica, asociada con la clase alta y los círculos empresariales.

De hogar a residencia universitaria

A pesar de su majestuosidad, la Casa Mantecón no fue habitada por mucho tiempo. En 1954, debido a varios factores, la familia Mantecón decidió venderla. El edificio fue adquirido por las Madres Dominicas de Andalucía, que transformaron la casa en una residencia universitaria femenina, función que todavía sigue cumpliendo en la actualidad.

Aunque se realizaron reformas para adaptarlo a su nueva función, las modificaciones se hicieron con mucho respeto hacia el edificio original, por lo que, al pasear por el lugar, podemos aún disfrutar de la esencia del diseño original de Elizalde.

La Casa Mantecón y su Historia Familiar

La historia de la Casa Mantecón está también marcada por una figura destacada: uno de los hijos de Miguel Mantecón, José Ignacio Mantecón. Este hombre, que fue enviado a Sevilla en 1925 para gestionar los negocios familiares, se convirtió en un personaje importante en la política española.

Fue presidente del Real Betis Balonpié y también desempeñó un papel destacado durante la Guerra Civil Española, cuando fue nombrado Gobernador General de Aragón por el gobierno republicano.

Aunque la casa nunca fue completamente habitada por la familia Mantecón debido a los cambios de vida de sus miembros, la figura de José Ignacio, con su vinculación política y su presencia en la guerra, da un toque histórico aún más profundo a este edificio tan especial. Tras la guerra, la familia sufrió las consecuencias del exilio, y José Ignacio Mantecón murió en México.

Hoy en día, la Casa Mantecón sigue siendo una de las joyas arquitectónicas de Zaragoza, tanto por su originalidad como por su valor histórico. Al ser el único edificio de estilo montañés que queda en la ciudad, se ha convertido en un emblema de la arquitectura de principios del siglo XX y en un recordatorio de una época en la que Zaragoza vivió una transformación urbanística y social importante.

Su vínculo con las clases altas, su singularidad estilística y su historia ligada a personajes de gran relevancia hacen de este edificio un lugar de interés no solo arquitectónico, sino también cultural e histórico.