Menstruación en la India: el tabú que Netflix convirtió en símbolo feminista
El corto documental 'Una revolución en toda regla' cuenta la revolución que vive un pueblo indio cuando entran las compresas en la vida de las mujeres.
26 febrero, 2019 13:37Noticias relacionadas
Mientras en España se debate sobre la importancia de bajar el IVA a los artículos de higiene femenina como compresas o tampones a un 4% para que dejen de ser artículos de lujo con un impuesto excesivo, en otros lugares del mundo esa discusión está a años luz, ya que para ellos sólo la palabra ‘menstruación’ es un tabú .
Es lo que ocurre en la India, donde es un tema del que nadie habla y que lacra a las mujeres en un país donde ya están lo suficientemente apartadas. Cuando tienen la regla, por ejemplo, no pueden entrar en los templos porque los hombres consideran que están “sucias”. Allí la higiene de la mujer es una utopía, y menos del 10% usan compresas, mientras que la mayor parte de las mujeres utilizan un trapo que lavan cuando se empapa de sangra y vuelven a colocarse.
La regla es algo de lo que no se habla, tampoco entre las mujeres, que se avergüenzan de ella y que no han tenido una educación sexual para entender qué ocurre en su cuerpo. Por ello es importante la labor que ha hecho The Pad Project, un proyecto de micromecenazgo que ha creado e implantado máquinas productoras de compresas a un bajo coste que ha dado trabajo a decenas de mujeres en pueblos de la india.
El trabajo de estas mujeres, y cómo la higiene femenina se ha convertido en un punto de inflexión para ellas es el punto de partida del documental Una revolución en toda regla, que acaba de ganar el Oscar al Mejor corto documental y que se puede ver en Netflix. La historia real tiene lugar en Hapur, un pueblo a 60 kilómetros de Delhi, en la India. Allí la regla ha pasado a ser un tema con el que las mujeres se sonrojaban, a uno con el que se han empoderado y han conseguido una independencia que no creían posible hace un par de años.
El corto muestra el desconocimiento en torno a la menstruación. Las mujeres piensan que es algo por lo que nacen los bebés, o una cosa que “sólo dios sabe” explicar. Los chicos están peor, y creen que es “una enfermedad que tienen sólo las mujeres”. Después se escucha el testimonio de chicas que incluso tuvieron que dejar de ir a la escuela cuando les llegó el periodo, ya que para cambiarse el trapo empapado tenía que irse muy lejos y vivió el acoso de hombres que “me rondaban mientras lo hacía”.
No nos animan a trabajar, a independizarnos. Yo lo que quiero es convertirme en policía para salvarme del matrimonio
Las jóvenes han vivido la llegada de la compresa y el poder romper su silencio con alegría, y algo que en cualquier país parece una bobada, allí ha sido la mecha de una revolución feminista que ha hecho que las compresas asequibles lleguen a las tiendas y a muchas mujeres que han visto cambiar su vida de forma radical.
Es el caso de Sneha, que siempre se ha considerado un verso suelto, y que veía como las mujeres en India “no tenemos liberad, especialmente después de casarnos”. “No nos animan a trabajar, a independizarnos. Yo lo que quiero es convertirme en policía para salvarme del matrimonio”, cuenta en el documental esta joven que ahora trabaja en la unidad de mujeres que fabrican y venden las compresas. Con el dinero logrado ha financiado su formación como policía en Delhi.
No me puedo creer que una película sobre la menstruación haya ganado un Oscar. Estáis empoderando a mujeres de todo el mundo para luchar por la igualdad menstrual
En esta lucha han contado con la ayuda de Arunachalam Muruganantham, activista e inventor de la máquina de toallitas sanitarias baratas que usan las mujeres. Él va por los pueblos dando tutoriales de cómo crear compresas, y luego son las mujeres las que dan el paso. Gente que hasta ese momento no habían dicho ni esa palabra, y que por supuesto no saben ni cómo se coloca.
El Oscar para Una revolución en toda regla ha sido la guinda para este proyecto. En la ceremonia su directora, Rayka Zehtabchi, subió a recoger el premio y puso en el foco este documental sobre un tema que nadie se atrevía a tratar. Sus palabras también dieron la vuelta al mundo: "No estoy llorando porque tenga la regla. No me puedo creer que una película sobre la menstruación haya ganado un Oscar. Estáis empoderando a mujeres de todo el mundo para luchar por la igualdad menstrual".