Alberto San Juan: "No he encontrado nada criticable en la vida de Balenciaga a la hora de interpretarlo"
El actor encarna a uno de los pilares de la alta costura y reivindica su legado, recordando lo poco reconocido que sigue estando en tierras españolas.
18 enero, 2024 01:59Uno de los iconos más imprescindibles de la historia de la alta costura cobra vida en la ficción: Cristóbal Balenciaga. Disney+ estrena la serie sobre su vida y obra este 19 de enero. Una ambiciosa producción, de corte cinematográfico, realizada por Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, ganadores de la Concha de Plata a la mejor dirección en el Festival de San Sebastián por La trinchera infinita. Alberto San Juan toma el reto de dar vida a un rostro envuelto un halo de misterio que ha logrado fascinar a diferentes generaciones.
Contemporáneo de Coco Chanel y Christian Dior (quien fue su máximo rival), Balenciaga es un considerado uno de los creadores más importantes de la alta costura. Un modista que con apenas 13 años llegó a encandilar a la mismísima VII marquesa de Casa Torres, quien fue abuela de Fabiola de Bélgica, a la que posteriormente vistió el propio diseñador. A pesar de ello, el propio Alberto San Juan reconoce su sorpresa de que no sólo haya pocos datos biográficos del modista, sino que no se le haya valorado lo suficiente dentro de la sociedad española.
“Antes de que me ofrecieran protagonizar la serie y me metiese en Internet para averiguar más sobre él, no tenía ni idea de quién era Cristóbal Balenciaga. Aunque vi que mucha gente especializada en moda sí sabía quién era, me encontré con otra mucha que tampoco conocía su nombre ni siquiera qué aspecto tenía. Entonces, me parece que es un déficit de desconocimiento de nuestra propia cultura”, declara Alberto San Juan en una entrevista concedida a SERIES&MÁS.
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“Es increíble que uno de los mayores creadores internacionales del siglo XX, que era español, sea un auténtico desconocido para la propia sociedad española. En ese sentido, me parece que la serie puede tener un valor de reparar un poco este déficit que tenemos sobre apreciar su legado y que la gente se aproxime a la figura de este gran creador”, continúa compartiendo el intérprete madrileño, quien tuvo que aprender parte de sus diálogos en euskera y, especialmente, en francés, dado que buena parte de la vida del modista tuvo lugar en el París, donde vivió 30 años.
"Un artista tiene todo el derecho del mundo a no pronunciarse políticamente"
Venerado en vida, la propia Chanel dijo que era “el único” del gremio que era “un verdadero coutirier” y Dior lo definió como “el maestro”, Balenciaga actualmente es mirado con los ojos críticos contemporáneos. El modista fue uno de los pocos que no cerró su atelier tras la ocupación alemana de Francia y volvió a abrir tiendas en España durante el Franquismo. Criticado por no implicarse en ningún bando durante este período histórico, Alberto San Juan defiende su papel. Es más, considera que “no hay nada criticable” sobre el modista en este aspecto.
“No ha sido complicado meterse en su piel. Es más complejo entender al otro, pero creo que es lo fascinante que nos ofrece la vida. Especialmente en mi oficio, no sólo debemos escuchar o intentar comprender; sino que debemos encarnar, meternos en la piel de lo que vitalmente está viviendo el otro. Por supuesto, si tuviera que interpretar a un dictador, me resultaría fascinante, pero no compartiría sus acciones”, explica el intérprete.
“Pero, es que, además, en este caso, no me parece que haya nada criticable. Creo que un artista tiene todo el derecho del mundo a no pronunciarse, a no expresar su opinión política en público. El compromiso de un artista tiene que ser con su obra creativa. En ese sentido, creo que Balenciaga era radicalmente libre”, expresa San Juan.
"Balenciaga era radicalmente libre, ingobernable, insumiso y revolucionario"
“Por lo tanto, era también radicalmente ingobernable, insumiso y revolucionario en donde le tocaba ser. Luego está su actitud como ciudadano, como miembro de una sociedad y una comunidad en un momento histórico determinado. Primero, yo no juzgo a nadie que haya padecido una guerra. Ya lo dice el propio Balenciaga en la serie: ‘Si no has vivido una guerra, no lo puedes entender’. No es tan sencillo formar parte de la Resistencia o ser un colaboracionista”, prosigue.
“Hay toda una gama de grises muy complejo. Al final, es algo natural que el ser humano busque sobrevivir. También, he de decir que él nunca se pronunció en contra del Franquismo, pero tampoco lo hizo nunca a favor, lo cual yo creo que es reseñable. Lo mismo sobre su etapa en la Francia ocupada. Luego, lo que sí sabemos, que era un señor más bien conservador y que sabía que su trabajo dependía de las clases dominantes y, por tanto, del orden establecido en cada comento. Por supuesto, no casaba ser un rebelde en las montañas y, a la vez, vivir de la alta costura”, razona.
Balenciaga, la pura obsesión por el arte y la belleza
San Juan destaca que a Balenciaga, más que “opuesto”, lo considera “diferente” a él. “Todos lo somos. Precisamente, hay que atender a esa diferencia, interesarse por ella y entenderla. Creo que es algo muy importante. Es el único camino a través el cual puede sobrevivir la especie humana. Mientras se niegue y se machaque al que es diferente, estaremos condenados a la extinción. Sólo aprendiendo a convivir entre distintos, habrá esperanza”, señala.
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No obstante, sí que reconoce que la represión era “evidente” en lo relacionado a la vida sentimental del modista. Balenciaga era homosexual y, aunque no llevó una doble vida, no pudo tampoco vivir su sexualidad de manera plena de cara a la sociedad. “Lo llevó con una discreción total. Apenas hay testimonios y ninguno de ellos habla de su amante o de su novio. En todos, hacen referencia a su ‘amigo’, una manera muy educada de evidenciar que dicho ‘amigo’ era algo más. Él convivió con sus parejas y tuvo dos grandes amores: Ramón [Esparza] y Władzio [d’Attainville]”, explica.
"Me es imposible poder juzgar a alguien que haya padecido una guerra"
“Convivió con ellos en su casa de París. Pero no vivía su sexualidad de manera libre y abierta, en absoluto. En ese aspecto, hay una evidente represión. Eso sí, considero que esa represión no nace de él, sino de la sociedad imperante de esa época. Además, era católico practicante. Dicho de otra forma, profesaba una religión que prohíbe el sexo fuera del matrimonio y de la reproducción. Son esas contradicciones las que también me atraen como actor”, continúa.
El intérprete, ganador de dos Premios Goya por Bajo las estrellas y Sentimental, confiesa que el haber encarnado a Balenciaga ha cambiado su concepción del significado de la moda. “Era un territorio del que yo no sabía nada. Ahora sé un poco más. He convivido, literalmente, con parte de la obra de Balenciaga. Lo he hecho a través de increíbles réplicas confeccionadas por el maravilloso equipo de vestuario de la serie. Gracias a esos cinco meses, ha despertado en mí un respeto, una admiración y un interés por el mundo de la moda que antes no tenía”, revela.
Creada por Lourdes Iglesias, junto con los directores Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, Cristóbal Balenciaga está protagonizada por Alberto San Juan, completan el reparto Thomas Coumans, Adam Quintero, Gemma Whelan, Josean Bengoetxea, Cecilia Solaguren, Belén Cuesta, Anouk Grinberg, Nine d’Urso, Gabrielle Lazure, Adrien Dewitte y Patrice Thibaud. Con Bina Daigeler y Pepo Ruiz-Dorado como diseñadores de vestuario. Fotografía de Javier Agirre Erauso y música compuesta por Alberto Iglesias. Producida por Xabier Berzosa. Una producción de Disney+ España, Irusoin y Moriarti Produkzioak.