Así nació Desguaces La Torre: de una herencia a la polémica expropiación del Gobierno de Adolfo Suárez
Te contamos los orígenes de la empresa que fundó Luis Miguel Rodríguez a pocos metros de la variante de la carretera de Toledo a su paso por Parla.
16 mayo, 2023 13:52"Desguaces la Torre comienza su actividad en el año 1982 con una capacidad muy limitada respecto a la actual, tanto en superficie como en medios técnicos y humanos". Esta es la carta de presentación en su web de la empresa fundada por Luis Miguel Rodríguez, El Chatarrero, en las cercanías de la carretera de circunvalación de Parla. Una empresa que, recientemente, acaba de salir del concurso de acreedores.
Por aquel entonces contaba 26 años de edad y, desde tiempo atrás, ya tenía claro que quería montar un desguace. Entre otras razones, porque se podía decir aquello de que lo llevaba en la sangre. Su padre, de nombre Miguel, se dedicaba a la recogida de papel y cartón que vendía en una empresa de la localidad vecina de Pinto: Rua Papel.
Para que Luis Miguel Rodríguez hiciera realidad su sueño, y usando un dicho popular, se alinearon los planetas. En concreto, se produjeron dos hechos que permitieron el desarrollo de lo que hoy es Desguaces la Torre. Uno tuvo que ver con el legado familiar; otro, con un Consejo de Ministros en el año 1980 presidido por Adolfo Suárez.
El legado familiar de Luis Miguel Rodríguez
Desguaces La Torre se sitúa en el kilómetro 24 de la carretera de Toledo (A-42). En concreto, en el término municipal de Torrejón de la Calzada. Una variante que lleva funcionando desde mediados de la década de los 80 del pasado siglo XX.
La creación de dicha variante se debió a que la carretera (antigua nacional 401) estaba congestionada, entre otras razones, por el fuerte desarrollo de las poblaciones que atravesaba como Parla y Getafe. De hecho, en Getafe, la población había pasado de 19.000 habitantes en 1960 a 126.000 en 1980; en Parla, el salto fue de 1.800 a 56.000 habitantes en el mismo periodo.
El Gobierno presidido por Adolfo Suárez tenía claro que había que dar agilidad a los accesos a Madrid y, a la par, eliminar el paso de vehículos cargados con sustancias nocivas, peligrosas e inflamables por estas localidades del sur cuya población crecía a pasos agigantados. También se pretendía disminuir el número de accidentes en las travesías urbanas.
Fue a principios de esa década cuando empezaron a colocarse las piquetas por donde iba a transcurrir la nueva variante. Por aquel entonces, tanto Luis Miguel Rodríguez, como sus padres, acompañaban a familiares y amigos a unos terrenos situados en el término municipal de Torrejón de la Calzada.
Unos terrenos que habían labrado los abuelos de El Chatarrero y que le fueron legados por sus padres para levantar Desguaces La Torre. Todo era campo. Menos unas piquetas de madera que delimitaban la que iba a ser la variante de Parla.
Dicho de otra manera, la empresa se iba a levantar a escasos metros de la futura carretera. Y el Gobierno de Adolfo Suárez, aprobando su desarrollo, le ponía a Miguel Rodríguez miles de clientes a tiro de piedra.
Trámite de urgencia del Gobierno de Suárez
Fue el Consejo de Ministros del 9 de mayo de 1980 el que dio el empujón definitivo a Desguaces La Torre. Ese día, y a instancias del por aquel entonces ministro de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), Jesús Sancho Rof, se declaraba "de urgencia" la expropiación de los terrenos sobre los que iba a discurrir la variante de la carretera nacional 401 a su paso por la localidad de Parla. Terrenos que, como ya ha quedado señalado, lindaban con los que había heredado Luis Miguel Rodríguez.
¿Qué suponía que se declarase de urgencia la expropiación de los terrenos? Pues que los tiempos para poner en marcha la variante se iban a acortar una barbaridad. De hecho, en el primer semestre de 1984 ya se produjo su apertura. Su longitud era de 5,1 kilómetros, tenía dos calzadas de siete metros de ancho, con arcenes interiores y exteriores, separados estos últimos por una mediana de nueve metros de ancho.
Dicha apertura supuso una doble alegría para Luis Miguel Rodríguez. Por un lado, evitaba el paso por el centro de Parla: calles Real y Toledo, a escasos metros del domicilio de sus padres (calle San Roque). Por otro, el Gobierno había puesto una alfombra roja a miles y miles de conductores para que desembocaran en Desguaces La Torre.