¿Qué tipo de migración laboral necesita la UE ahora?
Europa necesita más conductores de camiones que científicos del espacio. Para que sigamos siendo competitivos, tenemos que buscar trabajadores en otros países.
Faltan soldadores en Estonia. No hay suficientes ingenieros en los Países Bajos. Se sufre penuria de trabajadores de la construcción en Portugal.
En toda la UE, los empleadores se enfrentan a una grave y persistente escasez de cualificaciones y de mano de obra.
Y es algo que sólo irá a más. Si la hacemos bien, la transición ecológica de Europa creará entre un millón y dos millones y medio de nuevos puestos de trabajo de aquí a 2030. Por su parte, la transición digital aumentará la demanda de la UE tanto de especialistas en TIC como de personas con capacidades digitales básicas.
Son buenas noticias para todos, y un signo del éxito de nuestra estrategia industrial. Sin embargo, estos esfuerzos encontrarán obstáculos si no somos capaces de encontrar empleados para las empresas que impulsan este renacimiento económico.
Los esfuerzos por colmar las crecientes brechas del mercado laboral deben comenzar aquí, apoyando, activando y reconvirtiendo la mano de obra interior. Se trata de un ámbito en el que la UE no escatima esfuerzos ni financiación para sostener, ante todo, el aprovechamiento del talento de la propia UE.
Pero todos los indicadores apuntan a que esto no basta para satisfacer la demanda.
"Las normas de la UE en materia de migración legal son excesivamente complejas, están descoordinadas y se centran únicamente en los migrantes altamente cualificados"
Las tasas de empleo en la UE se sitúan en máximos históricos. Con todo, la tasa de vacantes de empleo se ha duplicado en la última década, habiendo alcanzado una media del 2,9% en la UE en 2022. Esto significa que, para que Europa siga siendo competitiva, tendremos que empezar a buscar en otros lugares a quienes puedan cubrir esas vacantes.
Es ahí donde interviene la migración laboral. Tenemos que esforzarnos más por que Europa sea un destino atractivo para el talento mundial. Existe una razón por la que Nueva Zelanda, Australia, los Estados Unidos y Canadá superan a los países de la UE como destinos preferidos para los demandantes de empleo de todo el mundo, y no se trata tan sólo de que todos aquellos sean países anglófonos. Las normas de la UE en materia de migración legal son excesivamente complejas, están descoordinadas y se centran únicamente en los migrantes altamente cualificados.
La verdad es que Europa necesita más conductores de camiones que científicos del espacio. Para contribuir a atraer talento a la UE, la Comisión está creando ahora una "reserva de talentos de la UE", un nuevo sistema de correspondencia para poner en contacto directamente a los empleadores de la UE con los demandantes de empleo de todos los niveles de cualificación, de ámbito mundial, desde albañiles y conductores de autobús hasta médicos y enfermeros. Allí donde haya carencias y la oferta en la UE no pueda satisfacer la demanda, busquemos el talento que necesitamos.
"Un sistema de migración laboral ordenada y legal desincentiva la migración irregular"
El sistema se limitará a las profesiones deficitarias, lo que significa que sólo estamos estudiando la incorporación de personas a puestos de trabajo en los que las empresas de la UE no puedan encontrar en la Unión Europea el personal que necesitan. Los gobiernos nacionales decidirán si participan o no. Pero los argumentos económicos para hacerlo son sólidos.
Un sistema de migración laboral ordenada y legal como este también desincentiva la migración irregular y será un importante instrumento de política exterior para la UE.
También puede contribuir a nuestra labor de colaboración con los países de origen y tránsito para reducir el número de llegadas irregulares e intensificar la cooperación en materia de readmisión.
Siendo realistas, sin algún tipo de migración laboral específica con destino a la UE, no podremos estar a la altura de las grandes ambiciones de las transiciones ecológica y digital. Tampoco podremos conseguir algo tan sencillo como dotar de personal suficiente a nuestras residencias de ancianos.
En este terreno, la UE tiene mucho que ganar y aún más que perder.
*** Margaritis Schinas es el vicepresidente de la Comisión Europea.