"No reconocemos cambios sobre las líneas de 1967": ¿Cuáles son las fronteras de las que habla Sánchez?
El presidente del Gobierno ha anunciado este martes que España tomará de referencia el mapa de Israel y Palestina anterior a la guerra de los Seis Días.
28 mayo, 2024 19:24En su discurso de este martes, día en que se ha oficializado el reconocimiento de Palestina como Estado, el presidente del Gobierno español ha dedicado parte de su intervención a precisar cómo le gustaría ver el mapa de los territorios palestinos e israelíes en un futuro. Sánchez ha declarado que la organización territorial de la Palestina que acaba de reconocer ha de ser "viable", y ha propuesto que el Estado con capital en Jerusalén Este tenga "Cisjordania y Gaza conectadas por un corredor [...] y unificadas bajo el Gobierno legítimo de la Autoridad Nacional Palestina".
El presidente ha reconocido que no corresponde a España a definir las fronteras de otros países, aunque se ha posicionado plenamente alineado "con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y con la Unión Europea". Con ello, ha insistido en algo que se antoja solo un matiz en un momento en el que Rafah es asediada: "No reconoceremos cambios en las líneas fronterizas de 1967 que no sean los acordados por las partes", ha explicado Sánchez en su declaración institucional.
Pero, ¿a qué hacen referencia estas líneas fronterizas? Las fronteras de 1967, también conocidas como las líneas de armisticio de 1949, se refieren a las fronteras de Israel desde la guerra árabe-israelí de 1948 hasta antes de la guerra de los Seis Días. Estas no son fronteras internacionales reconocidas formalmente, sino líneas de tregua establecidas tras la invasión con la que cinco países árabes respondieron a la formación del Estado de Israel hace ya 76 años.
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Estas fronteras no son las originales aprobadas en el plan de partición de la ONU de 1947, que concedía a un futuro Estado palestino: la Galilea central y parte de la occidental con la ciudad de Acre, Cisjordania, un enclave en Yafa, y la costa meridional que se extendía desde el norte de Isdud —Ashdod— y abarcaba la actual Franja de Gaza, con una sección de desierto que ocupaba la mitad de la frontera con Egipto. La Resolución 181 también incluía las ciudades de Jerusalén y Belén en un área de control internacional. Al final de la guerra, Israel había expandido su territorio más allá de las fronteras propuestas por el Plan de Partición de la ONU.
Pero las líneas que conforman el mapa de 1967 tampoco son las que rigen en la actualidad. La guerra de los Seis Días abrió paso a una mayor ocupación israelí y nuevas actividades de asentamiento en Cisjordania, la anexión de Jerusalén Este y los complejos acuerdos administrativos y de seguridad en Gaza y los Altos del Golán. La comunidad internacional, como Sánchez, considera en gran medida las líneas anteriores a 1967 como base para posibles negociaciones futuras hacia una solución de dos Estados.
En la frontera con Egipto, la línea de armisticio corría a lo largo de la península del Sinaí. Tras la guerra de los Seis Días, Israel ocupó todo el Sinaí, que fue devuelto a Egipto tras los acuerdos de paz de Camp David en 1979. En la frontera con Jordania, la Línea Verde que separaba Cisjordania y Jerusalén Este —controladas por Jordania— fue disuelta y los territorios ocupados por Israel tras la guerra de los Seis Días.
En la frontera con Líbano no hubo grandes cambios, pero la línea de tregua que dejaba los Altos del Golán en territorio sirio fue violada por Israel en la guerra de los Seis Días. En ese momento, la meseta pasó bajo ocupación israelí, aunque Tel Aviv declaró la anexión oficialmente en 1981. Esta anexión no ha sido reconocida internacionalmente.
En 1993, los acuerdos de Oslo reconfiguraron el mapa político y administrativo de Israel y Palestina: dividieron Cisjordania en tres áreas —A, B y C— e introdujeron un sistema de control compartido y autonomía limitada para los palestinos en ciertas áreas. Los asentamientos israelíes han convertido las regiones de Judea y Samaria en un 'queso Gruyère' en el que las aldeas y ciudades palestinas viven aisladas y sin manera de conectarse.
Hasta 2005, esta también era la realidad en Gaza. Sin embargo, la retirada de asentamientos israelíes de la Franja dieron paso a una administración palestina a manos de Hamás que ha perdurado hasta nuestros días. Las fronteras de 1967 son un punto clave en las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos, así como con otros países árabes. Los acuerdos y tratados de paz futuros han considerado estas líneas como base para posibles soluciones de dos estados, aunque con modificaciones y ajustes posibles en negociaciones bilaterales.