La exposición al sol tiene consecuencias positivas sobre el organismo. Los rayos solares son beneficiosos para determinadas enfermedades cutáneas como la psoriasis e imprescindibles para la formación de vitamina D, que ayudará a fijar el calcio en los huesos. También influye en la mejora del estado de ánimo y regula el ritmo de sueño-vigilia.
Pero como en casi todo, los especialistas recomiendan una exposición solar moderada, ya que el sol también es el causante de una serie de efectos dañinos a corto y a largo plazo en la piel.
Daños en la piel
La doctora Marta Vilavella, especialista en Dermatología médico-quirúrgica y venereología en la clínica Idermic, explica que los efectos dañinos a corto plazo están relacionados con la exposición a la radiación ultravioleta B (UVB) y se manifiestan en forma de quemadura solar.
Por el contrario, los efectos dañinos a largo plazo se relacionan con la radiación ultravioleta A (UVA) y son la causa del foto envejecimiento solar: manchas, arrugas, pérdida de elasticidad, deshidratación y alteraciones del ADN celular, lo que puede incluso provocar la aparición de cáncer de piel.
Recomendaciones frente al sol
Vilavella sugiere que tengamos en cuenta los siguientes aspectos para preparar la piel adecuadamente antes de la exposición solar:
• Tomar el sol de manera progresiva.
Exponer la piel al sol varios minutos al día para ir “acostumbrándola” poco a poco a la radiación y para evitar que la reciba de golpe durante horas.
• Evitar la exposición solar durante las horas centrales del día, sobre todo, de 12h a 16h.
Es aconsejable utilizar medidas de foto-protección física, tales como gorros, ropa y gafas de sol. Además de aplicar fotoprotector cada dos horas y después de cada baño en el mar o la piscina. También es conveniente no utilizar perfumes ni cosméticos con alcohol antes de la exposición solar.
• La doctora recomienda también seguir una dieta equilibrada rica en betacarotenos por su alto aporte en vitamina A. Éstos se encuentran en las frutas y verduras de color naranja o verde.
Estas recomendaciones, asegura la Dra. Vilavella "deben ir acompañadas de una rutina cosmética diaria para mantener el cuidado de la piel".
El primer paso en la rutina cosmética es siempre la higiene que puede ir acompañada de un exfoliante para eliminar las células muertas.
Después, se aplica un antioxidante como la vitamina C, la E o el ácido ferúlico que ayudará a combatir los radicales libres que producen una mayor oxidación en las células tras la radiación solar.
Por último, se aplica el producto más importante de todos: “El fotoprotector es el mejor aliado para evitar daños a corto y a largo plazo”, asegura Vilavella y aconseja “utilizar un protector solar de amplio espectro que proteja frente a la radiación UVB, UVA, infrarrojos y luz visible, lo suficientemente alto (FP50+) y que sea adecuado a nuestro tipo de piel. En la rutina cosmética de la noche se pueden aplicar agentes calmantes e hidratantes para mejorar la deshidratación que se produce en la piel por la exposición solar”, concluye.
Hábitos al sol
María Vitale dermatóloga y directora médica de Cantabria Labs ha dado a conocer recientemente los resultados del Informe Heliocare: buenos hábitos al sol en el que asegura que “el 66% de la población reconoce utilizar fotoprotección todo el año y, además, en 2021 fueron muchos, un 83% los que aseguraron utilizar un SPF 50 o más. Un dato muy bueno que significa un 12% más que en 2020 de población que se protege, un 25% más que en 2019 y un 30% más que en 2018".
"Más de la mitad de los encuestados en este análisis, ya relacionan el bronceado con daño cutáneo y saben que la luz visible también daña nuestra piel. Son avances muy importantes que nos animan a seguir trabajando con nuestros embajadores, Rafa Nadal y Sara Andrés, en campañas de concienciación efectivas”, explicó la Dra. Vitale durante el evento.
Vitale puso el foco en la importancia de la fotoprotección específica para abordar y tratar, al mismo tiempo que fotoproteger, los diferentes problemas de la piel.