El vinicultor Andrés Morate muestra su cepa catalogada como uva Hebén.

El vinicultor Andrés Morate muestra su cepa catalogada como uva Hebén. Bodega Andrés Morate

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Andrés, el vinicultor de Belmonte que revoluciona la D.O. de Madrid al descubrir una uva milenaria perdida

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Las 20 hectáreas de tierras que posee el matrimonio formado por Andrés Morate y Loli Gutiérrez en Belmonte de Tajo son viñedos que han cultivado sus generaciones pasadas desde hace siglos.

"Cogimos el legado de nuestras familias, que han sido vinicultores de toda la vida. Nuestras plantaciones son de nuestros abuelos y bisabuelos, que ya hablaban de que trabajaban estos viñedos sus bisabuelos...", cuenta mientras intenta hacer memoria Andrés Morate, el agricultor cuyas tierras le han hecho dar con un gran descubrimiento que podría hacer cambiar la Denominación de Origen (D.O.) Vinos de Madrid.

Este vinicultor, que también es bodeguero, fue el primero en crear una bodega ecológica de vinos de Madrid en la región hace 25 años, que lleva su nombre. Y en su vid siempre ha conservado unas tres plantas que no sabía qué clase de uva eran, por lo que simplemente las usaba para 'comer en la mesa'. 

Los viñedos de la Bodega Andrés Morate.

Los viñedos de la Bodega Andrés Morate. Bodega Andrés Morate

Sólo sabía una cosa de estas misteriosas cepas: "Tenía que ser una plata de tempranillo prefiloxérica. Es decir, que sobrevivieron a la gran plaga que a finales del siglo XIX arrasó con la mayoría de viñedos europeos", apunta el agricultor de Bodega Ecológica Andrés Morate.

Después de conservarlas a pesar de no poder usarlas para la producción de vino, decidió hace unos 10 años insistir al Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) para que identificaran la variedad de esta uva. De esta manera, se demostró que se trataba de la cepa de uva Hebén, una variedad muy antigua que se consideraba extinta en la región y solo presente en colecciones históricas.

Tras analizar el IMIDRA la muestra enviada por Antonio, se pudo detallar que la Hebén se caracteriza por ser una planta robusta y productiva, capaz de resistir condiciones climáticas adversas y enfermedades. A su vez, sus frutos son de color blanco. "Tiene mucho aroma, es dulce, su piel más gruesa y tiene con semilla. Están muy ricas", añade el agricultor.

"Las he ido preservando porque son diferentes. Me encantan. A nivel mundial nos estamos quedando con sólo cuatro plantas de vid que nos interesan, cuando venga una plaga no van a aguantar. Así que cuantas más variedades tengamos, mejor podremos afrontar el futuro". De hecho, Andrés ha plantado otras siete plantas más en otra de sus parcelas para protegerlas. "Por si voy con el tractor distraído un día y las rompo", cuenta, ya que, que conste, es el único que tiene cultivada la uva Hebén.

Uva musulmana

"Aunque no soy investigador, tengo mis inquietudes", cuenta a este diario el vinicultor Andrés Morate. Por ello, accedió a un escrito del archivo parroquial en castellano antiguo que versaba sobre dos juicios que databan del siglo XIII. "El archivo confirma que había viñas en Belmonte de Tajo a principios del año 1.200 cuando tuvieron que hacer un juicio porque los rebaños de ovejas de los pueblos de al lado se comían los viñedos. Lo que quiere decir que la uva Hebén se pudo haber plantado en la época musulmana, pero eso ya lo tienen que decir los investigadores".

Efectivamente, los investigadores del IMIDRA han rastreado su origen hasta el norte de África y creen que pudo llegar a España durante la época musulmana. Bajo su denominación original, Gibi, piensan que esta variedad ha influido en la génesis de otras cepas españolas cultivadas por viticultores madrileños, mientras que la Hebén cayó en desuso con el tiempo.

Hasta ahora no se tenía constancia de su presencia en el entorno natural de la región, pero tras confirmar el origen de estas viñas centenarias, el IMIDRA ha iniciado los trámites para incluirla en el Registro Nacional de Variedades Vegetales. De ser aceptada, la Hebén podría utilizarse para producir vino bajo la Denominación de Origen (D.O.) Vinos de Madrid.

Primera bodega ecológica

La Bodega Ecológica Andrés Morate es una pequeña empresa familiar que cultiva y produce vinos de D. O. de Madrid. Desde tintos tempranillo "o tinto fino, como le decimos en Madrid", syrah y cabernet sauvignon.

La familia detrás de la Bodega Andrés Morate.

La familia detrás de la Bodega Andrés Morate. Bodega Andrés Morate

Certificada con el sello ecológico, los vinos Andrés Morate son libres de químicos de síntesis, no se conservan en recipientes que no sean naturales e intentan ser kilómetro 0, por eso, todo lo producen en su bodega de Belmonte de Tajo y sólo los venden en la Comunidad de Madrid.

Actualmente, al igual que hicieron en su momento Andrés y Loli, continúan con el legado de la bodega familiar sus hijas, la enóloga Esther Morate y Marta Morate, al frente de la parte comercial.