Luis Medina engañó al fiscal tras ser advertido de que no debía mover el dinero: "¡Ah, no, hombre!"
El comisionista reaccionó con sorpresa y ofreciendo colaboración cuando el fiscal anticorrupción le previno: "Si hiciera cualquier maniobra sería delito".
15 abril, 2022 04:53Noticias relacionadas
El empresario y aristócrata Luis Medina dejó su cuenta bancaria con un saldo de 247,26 euros, tras haber cobrado una comisión de cerca de un millón de euros por vender mascarillas al Ayuntamiento de Madrid, pese a haber sido expresamente prevenido por el fiscal de que no debía mover el dinero.
La advertencia se produjo el 13 de abril de 2021, cuando Medina compareció en la Fiscalía Anticorrupción acompañado de su abogado.
"¿Qué hizo usted con el millón de dólares?", le preguntó el fiscal Luis Rodríguez Sol. "Mis gastos, mis cosas", contestó Luis Medina.
Admitió que se compró un yate que actualmente está en Gibraltar e invirtió 400.000 euros en productos financieros porque en su banco le dijeron: "Para tener el dinero parado, ponlo en esto".
Medina no se acordaba del nombre de los productos bancarios en los que invirtió. "Lo puedo preguntar", ofreció al fiscal. "Porque usted a lo mejor necesita saber si yo el dinero se lo he desviado a..."
- Le voy a ser muy sincero. Si vamos al Juzgado, hay que pedir el embargo de estos bienes. Su abogado se lo podrá decir, pero si usted hiciera cualquier maniobra intentando, no sé, ponerlo a nombre de otro... eso sería un delito, le advirtió el fiscal.
- ¡Ah, no, hombre!, replicó entones Medina.
- Nada más lejos, señor fiscal, colaboración extrema, afianzó su abogado.
Sin embargo, cuando el juez Adolfo Carretero se dirigió la pasada semana a la entidad bancaria para embargar la cuenta de Medina se encontró con que el saldo es de 247,26 euros y ya no están los bonos bancarios en los que invirtió la comisión de las mascarillas.
"No cobré nada delictivo"
Medina defendió ante el fiscal la legalidad de su conducta y se desentendió del día a día de la ejecución del contrato firmado con la Empresa Municipal de Servicios Funerarios que le hizo rico a él y a su socio, Alberto Luceño.
"Lo que he cobrado es un 10%, que no es nada delictivo, según las normas de la ICC [Cámara de Comercio Internacional, en sus siglas inglesas]. Yo les puse en contacto [a Luceño con la empresa municipal], ellos se lo guisaron y se lo comieron. Yo estaba al margen, sólo me llamaba de vez en cuando alguno", aseguró.
Luis Medina manifestó que Luceño le ocultó la cuantía de sus comisiones y aseguró que se había enterado el día anterior a declarar que su socio cobró el cuádruple. También dio a entender que Luceño le debía la comisión correspondiente al suministro de test anti-Covid y empezó a esquivarle.
"Con los de Malasia no he hablado en mi vida. Él [Alberto Luceño] nunca me ha dado acceso a ellos. No sé a qué precio se compró el producto, me tengo que fiar de lo que me diga él. La comisión, me dice que se dividía en tercios: uno para mí, otro para él y otro para Leno [la empresa malaya que compró el material en China]. Ayer por la tarde me enteré de lo que este señor se ha llevado", dijo en abril de 2021.
"Cuando acabamos con todo esto [la operación mascarillas] creo que quedé un día a comer con Alberto, en abril o mayo, que vino a mi casa. Y a partir de ahí alguna vez le preguntaba por si había algo de comisión más por cobrar y él no me cogía el teléfono. Hasta el otro día, que le escribí cuando supe que estábamos citados en esta Fiscalía, porque yo no sabía ni para qué era. Pero llevo un año que no sé nada de él, le puedo enseñar mil mensajes sin contestar de él". Medina hizo ademán de sacar el teléfono para mostrárselo al fiscal, pero no lo hizo.
Medina relató que conocía a Luceño de "operaciones de comercio internacional" y sabía que tenía contactos con el proveedor en China, donde vivió. "Me comenta que tiene acceso directo a material en China y me pregunta si sé de algún cliente en España. Yo conocía a alguien cercano al Ayuntamiento y, como estábamos todo el mundo encerrados en marzo, viendo que no llegaba material, dije: 'Voy a intentar moverme'".
- ¿Qué gestiones hizo usted?, le preguntó el fiscal.
- Simplemente, poner en contacto a Luceño y Elena Collado [coordinadora general de Presupuestos y Recursos Humanos]. A mí quien me pasa el contacto es la directora de mi antigua Universidad, María Díaz de la Cebosa. Me dice: "Conozco bien al hermano del alcalde, Carlos". Le escribo y Carlos me dice: "Te voy a pasar el contacto de la persona".
Medina se confunde. Carlos Martínez-Almeida no es hermano del alcalde de Madrid, sino primo.
- ¿Habló con el alcalde? En ese momento no. Una vez que se hizo todo, Elena me dijo: "El alcalde te quiere agradecer" y me escribió para darme las gracias y ya está.
- ¿El Ayuntamiento de Madrid sabía algo de las comisiones?
- No.
- Usted no les dijo nada.
- Hombre, yo doy por hecho que el Ayuntamiento... a ver, que nadie trabaja gratis.
Según Medina, llegar al Ayuntamiento "era relativamente sencillo, y más en ese momento, con este tema, porque el Ayuntamiento estaba buscando material. Hubiera llamado a puerta fría y hubiera dado".
Documentos falsos
El fiscal le preguntó por los elementos sospechosos que aparecen en los documentos que Medina presentó en el banco para justificar el cobro de una comisión de un millón de dólares. Los papeles fueron presentados el 24 de marzo de 2020 con la firma de Medina, Luceño y San Chin Choon, el empresario malayo de la firma Leno.
Rodríguez Sol se extrañó de que apareciera la firma de los tres en un momento en que toda la población estaba confinada por la pandemia de la Covid. "Yo le mando a Alberto Luceño mi firma digital y él confecciona el documento", explicó el aristócrata.
El problema es que otros documentos, en los que Medina y Luceño aparecen como agentes de Leno, están fechados en 2018. "Puede ser que lo haya hecho Leno. No he caído en las fechas", contestó el investigado.
Y más problemas: las firmas del empresario malayo son distintas en unos documentos y otros. "No lo miré, yo me fío de este chico", contestó Medina en referencia a Luceño.
"Yo soy un mero... Yo puse en contacto a dos personas. Cobré un 10% de comisión y eso está dentro de lo normal. Si me hubieran entrado 5 millones, le hubiera preguntando: '¿Qué has hecho?'. En ese momento, yo estaba trabajando con otra gente en paralelo, teníamos un mandato del Gobierno alemán para mascarillas y le digo la verdad: en esa época las comisiones eran mayores porque hubo unos meses en los que había mucha demanda y muy poca oferta. Y todo se disparaba".