
El rector de la UNED, Ricardo Mairal y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sánchez someterá a todas las nuevas universidades 'online' a votación en el Congreso para restar competencias a las CCAA
El Gobierno se garantiza derecho de veto que antes no tenía porque la puesta en marcha de los centros era competencia de las autonomías.
Más información: Las siete futuras universidades privadas a las que Sánchez quiere poner trabas están en comunidades del PP.
Este miércoles, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, dirigido por Diana Morant, dará a conocer el borrador definitivo del nuevo decreto con el que pretende endurecer los criterios para la creación de universidades.
La futura legislación afectará especialmente a las universidades privadas presenciales, pero aún más a aquellas en las que más del 80% de la docencia se imparta de forma online, es decir, las llamadas universidades "virtuales".
Frente a ellas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha querido imponer su criterio y, cambiando las reglas del juego, establece que la creación de estos centros dependa del Ejecutivo central (a pesar de que las competencias en Educación están transferidas a las comunidades autónomas) y que su puesta en marcha deba ser aprobada por las Cortes Generales.
Con la nueva normativa, Sánchez convierte a todas las universidades virtuales en "estatales", argumentando que imparten formación en todo el país y, por tanto, no deben depender de una comunidad en concreto. ¿El resultado? Elimina la capacidad de decisión de las regiones y dificulta la apertura de este tipo de centros.
Hasta ahora, cualquier universidad en España debía presentar su proyecto a la comunidad autónoma en la que quería establecer su sede (independientemente de si su modalidad era presencial o virtual) y, a partir de ahí, gestionar su puesta en marcha.
El problema, según algunos expertos, es que esto permitía a los centros de educación superior elegir comunidades más "laxas" en la aprobación de proyectos educativos, lo que podía facilitar su expansión a otras regiones en condiciones de ventaja. Algo que algunos interpretan como competencia desleal.
Con este movimiento, Sánchez elimina esa posibilidad y deja en manos del Congreso de los Diputados (donde cuenta con mayoría gracias a sus socios parlamentarios) la aprobación de nuevos campus virtuales. De este modo, el Gobierno se garantiza la capacidad de frenar la proliferación de estos centros, algo que hasta ahora dependía de las autonomías.
UNED
Hasta ahora, la única universidad considerada nacional es la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), para la que Pedro Sánchez anunció este lunes un paquete de ayudas significativo.
En concreto, el presidente detalló una inversión de 30 millones de euros en el primer año para renovar la infraestructura digital de la UNED, incorporar tecnología avanzada y crear 5.000 plazas de grado y máster habilitante, el que capacita a los graduados para ejercer determinadas profesiones, como psicología sanitaria o la docencia en educación secundaria.
El objetivo es que "nadie tenga que pagar una fortuna en la privada por ejercer una profesión regulada", subrayó Sánchez. El plan para la UNED también contempla la creación de 2.000 nuevas plazas en las titulaciones con mayor demanda.
La ampliación de la oferta de másteres habilitantes es especialmente relevante, ya que estos estudios son uno de los principales nichos de la educación privada.
Por ejemplo, según datos de la Conferencia de Decanos y Decanas de Psicología de las Universidades Españolas, el 85% de las plazas ofertadas este curso para el máster habilitante en Psicología General Sanitaria (necesario para ejercer como psicólogo en consulta) corresponden a centros privados.
Antonio Ferrer, presidente del organismo, detallaba que, para el curso 2024-2025, se han ofertado 9.945 plazas en este máster: 8.393 en universidades privadas y 1.532 en públicas.
Muchas de estas universidades, además de ser privadas, imparten estos másteres a distancia, dado el perfil de su alumnado: profesionales que buscan acceder a la docencia y necesitan modelos educativos flexibles para compaginar sus estudios con la vida laboral.
Si Sánchez logra fortalecer la oferta de la UNED en este ámbito, la demanda de másteres privados se reducirá. Y si, además, limita la creación de universidades virtuales que los imparten, la hegemonía de este centro nacional quedará asegurada.