EEUU pide a Sánchez que "defina sus intereses": Moncloa calló que Biden le habló del mar Rojo
Aunque el Gobierno no informó, ambos líderes "condenaron los ataques hutíes a buques comerciales", según la Casa Blanca. Un día después de la llamada, España aclaró que no iría a la coalición, tras 5 días de confusión.
27 diciembre, 2023 02:55Estados Unidos pide que España "defina sus intereses" respecto a Oriente Próximo, para evitar la "extensión del conflicto de Israel y Hamás" por la región. Y lo hace tras la negativa sobrevenida del Gobierno a que nuestras Fuerzas Armadas participen de la operación Guardián de la Prosperidad, contra los rebeldes hutíes en el mar Rojo.
Cuando, el pasado viernes, Joe Biden telefoneó a Pedro Sánchez, la llamada estaba acordada desde "hacía días". Y ambas delegaciones habían acordado que la versión oficial pondría el peso en la "felicitación" del presidente estadounidense al gobernante español por su reelección.
Pero, por un lado, nadie aclara cuántos eran esos "días" de antelación y, por otro, fuentes diplomáticas indican que "es lógico" que Biden felicitara a Sánchez, pero que el contacto no podía ser sólo "para eso", o si no, no se habría demorado cinco semanas.
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Las mismas fuentes de la Administración estadounidense animan al Gobierno español a "explicar sus decisiones". Pero se niegan a explicar Lloyd Austin, secretario de Defensa, había acordado con la ministra española, Margarita Robles, la participación de España en la coalición... que, tras cinco días de confusión y silencio oficial en Madrid, finalmente se rechazó desde Moncloa.
Eso sí, un portavoz oficial del Departamento de Defensa de EEUU confirma a este diario que no ha habido ningún contacto posterior entre Robles y Austin. Pero el Gobierno Biden insiste en que "los países citados estaban en la coalición y todos ellos son responsables de sus decisiones".
De sus decisiones posteriores, se entiende. Porque Francia e Italia también se han bajado de la operación contra los hutíes patrocinada por Washington.
Dos versiones
Un detalle puede servir para aclarar qué pasó en la charla de Biden y Sánchez: cómo la explicaron cada uno de los servicios de prensa.
La conversación duró casi media hora, según explican fuentes de ambas Administraciones, pero la nota que publicó la Casa Blanca despachaba la conversación entre los dos presidentes en 11 líneas, detallando tres temas de los discutidos. El comunicado de Moncloa, desglosaba la charla en seis prolíficos párrafos, refiriendo hasta siete asuntos distintos.
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Aun así, el servicio de prensa de Washington dejó claro el interés de su presidente en la llamada, al poner el foco en la guerra de Israel contra Hamás y en las acciones armadas de sus aliados hutíes de Yemen, que estrangulan el 15% del comercio mundial en el mar Rojo.
Así, según Washington, se habló de "la nueva legislatura" de Sánchez, de "la amistad duradera entre Estados Unidos y España" y de "los últimos acontecimientos en Israel y Gaza". Además, "destacaron la importancia de garantizar que el conflicto no se expanda en la región, incluyendo la condena de los continuos ataques hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo".
En lo tocante a Oriente Próximo, por su parte, Moncloa apuntaba a la disposición de Sánchez a "tratar de alcanzar una solución política que haga posible la coexistencia de un Estado de Palestina y el Estado de Israel en paz y seguridad".
Es decir, que según Madrid, la charla fue desde la investidura a la "alianza estratégica" de ambos países, pasando por "el sector de los semiconductores", el desarrollo de una "Inteligencia Artificial que respete valores humanos", la lucha "contra la emergencia climática" y la gestión de los flujos migratorios "por vías legales".
Fuentes diplomáticas españolas concluyen que Sánchez no ha querido participar en una coalición contra los hutíes, porque "podría ser interpretada como una coalición pro Israel" y por los problemas derivados que esto provocaría en las relaciones con los socios de coalición y de investidura. Fuentes de Moncloa consultadas no desmintieron este enfoque.
Más aún si, de momento, no hay una resolución habilitante del Consejo de Seguridad que dé cobertura a la misión, a diferencia de UNIFIL. En la operación de Naciones Unidas que trata de asegurar la frontera sur de Líbano con Israel, participan tropas españolas, que también pasarían a estar amenazadas.
Además, añaden estas fuentes del servicio exterior español, "los hutíes se han revelado como una fuerza formidable, comparable en efectividad a Hezbolá". Y si los países del Golfo no han podido derrotarlos en una guerra cruenta de varios años, "no es descartable que puedan infligir bajas y daños de consideración a la coalición".
Cinco días de confusión
Sostienen fuentes oficiales que el Gobierno no ha "cambiado de posición en ningún momento" respecto a la aún no nata operación Guardián de la Prosperidad. Pero no se puede comprobar, porque desde el lunes 18 de diciembre hasta el sábado 23, ni Defensa, ni Exteriores ni Moncloa explicaron cuál era esa "posición".
En ese tiempo, pasaron muchas cosas:
EEUU anunció (el lunes) que España formaría parte de una "coalición" de 10 países para patrullar el mar Rojo contra los ataques de los rebeldes hutíes. El Ejecutivo español filtró (el martes) que no habría "participación individual" de nuestras Fuerzas Armadas y que, en todo caso, sería bajo el "paraguas" de la UE y/o de la OTAN. Josep Borrell anunció (el miércoles) un acuerdo del Consejo de la UE. Moncloa ordenó (el jueves) vetar en la UE el cambio de mandato de la operación Atalanta.
Y Biden llamó (el viernes) a Sánchez, oficialmente pata felicitarlo por su reelección.
Pero ese lunes, cuando Austin, el secretario de Defensa estadounidense, hizo el anuncio, ni Moncloa, ni Defensa ni Exteriores atendieron a las preguntas de este periódico. El martes, llegaron las primeras presiones de los socios coalición y de los aliados del PSOE en el Congreso. Fuentes europeas explican que, el miércoles, los representantes españoles en el Comité Político y de Seguridad (CPS), tenían un mandato... que el jueves ya era otro.
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Y el viernes, la llamada del presidente de EEUU al de España parecían ser dos conversaciones distintas según se accediera al readout de la Casa Blanca o a la nota de Moncloa.
Defensa habla, por fin
Hubo que esperar al sábado para que el Gobierno de España emitiera una nota oficial, culpando a los medios, entre ellos este periódico, de haber publicado noticias que "no se corresponden en forma alguna con la realidad" con relación a "un supuesto veto de España, a una misión de la UE en el Mar Rojo".
El comunicado seguía sin definir la "postura" española: sólo se defendía de la confusión creada (tras cinco días de silencio oficial), y aclaraba que "para tener la máxima eficacia a la que debe aspirarse en el mar Rojo es imprescindible la creación de una nueva y específica Misión, con alcance, medios y objetivos propios, acordada por los organismos correspondientes de la UE, creación a la que de ningún modo se opone España".
Aún habría que esperar 37 minutos más para que los periodistas que cubren habitualmente la información del Ministerio de Defensa recibieran dos mensajes de WhatsApp: "Buenas tardes. España no participará en la nueva misión de la UE", el primero. "De momento esta es la información de la que podemos dar traslado. Si hay cualquier otra novedad, os la haremos llegar enseguida".