Sánchez ve en Puigdemont su único obstáculo: evitará a Feijóo hasta otoño para no darle "oxígeno político"
Moncloa y el PSC ven una ocasión de avanzar en la hoja de ruta para Cataluña, con Illa en la Generalitat y un acuerdo territorial.
25 julio, 2023 02:37Lo más urgente es esperar. Se trata primero de reflexionar y saborear el éxito electoral, porque perdiendo se ha conseguido conjurar un punto de partido y, en el peor de los casos, Pedro Sánchez ha logrado forzar un nuevo set que se le presenta muy favorable para seguir gobernando.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE ha impuesto a los suyos un periodo de reflexión y descanso, sin que nadie se mueva para buscar pacto alguno de investidura, según fuentes de Moncloa y socialistas.
Todo ocurrirá en septiembre, una vez que se constituyan las Cortes, entre otras cosas porque pretenden que sea Alberto Núñez Feijóo quien asuma ahora la presión de los primeros contactos y con toda seguridad un intento de investidura fallida. No quieren dar "oxígeno político" al líder del PP para lo que pueda ocurrir, para provocar dudas internas entre los populares y por si finalmente hay repetición electoral.
[Feijóo gana pero Sánchez podría continuar en la Moncloa con Sumar y todos los independentistas]
No hay ninguna posibilidad de investidura del líder del PP y Moncloa entiende que cualquier intento servirá para desgastar aún más a Feijóo, que se quemará en el intento. Sólo puede sumar a Vox y, en todo caso, a Coalición Canaria y UPN y recibirá el portazo de todos los demás partidos que intente, empezando por el PNV.
De hecho, fuentes socialistas aseguran que les ha sorprendido gratamente que el candidato del PP anunciara la noche electoral su voluntad de someterse a la investidura. Lo consideran un error que busca, sobre todo, afianzar su situación interna.
Ese paso, que el PSOE considera un error, permite crear un relato favorable a un hipotético pacto de Sánchez con los partidos nacionalistas e independentistas. Una vez fracasado ese intento puede presentarse Sánchez como quien facilita el desbloqueo. “Pero que antes se someta Feijóo al calvario del rechazo de la mayoría absoluta ampliada del Congreso y eso facilita que quien no es el más votado lo intente”, explican.
Ni siquiera es probable que el intento de diálogo de Feijóo con el PSOE se resuelva con un contacto directo con el presidente del Gobierno. Ferraz prevé que el nivel sea en todo caso entre responsables de organización, porque no hay nada que negociar, ni posibilidades acuerdo entre PP y PSOE.
Otro efecto de esa hipotética investidura fallida es que se pondrá en marcha el reloj para una hipotética repetición electoral que Sánchez no quiere. Tendrá dos meses para cerrar un acuerdo con ERC, Bildu, PNV y Junts y evitar unas elecciones repetidas con resultado incierto.
Incluso, en Ferraz no se descarta que una carambola en el recuento del voto CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes) haga bailar algún escaño, de forma que ya no sea necesario el acuerdo con Junts. Ese recuento se conocerá a final de esta semana.
En la futura negociación, Moncloa da por hecho que habrá tensión con los partidos soberanistas, entre otras cosas, porque todos salvo Bildu vienen de malos resultados y con necesidades electorales en sus comunidades para 2024. De hecho, creen que el pacto con Bildu será el más fácil.
Respecto a Junts insisten en que es imposible un acuerdo para un referéndum de autodeterminación. Tanto el PSC como Sumar han contemplado siempre mantener la mesa de diálogo con Cataluña, de la que se excluyó Junts, para buscar un acuerdo de encaje territorial que podría ser sometido a referéndum como reforma estatutaria.
De esa posibilidad habló Illa el pasado 16 de noviembre en una entrevista en EL ESPAÑOL.
Fuentes socialistas recuerdan que lo que ha permitido este resultado es precisamente el éxito en Cataluña de la hoja de ruta de Sánchez y Salvador Illa, que ha debilitado al independentismo, ha acabado con la tensión, ha dado al PSC el Ayuntamiento de Barcelona y ahora pretenden que siga con el exministro de Sanidad al frente de la Generalitat.
En ese contexto sería posible avanzar en soluciones para Cataluña, aprovechando la ocasión que se abre. “Si los ciudadanos nos han puesto esta música, nosotros tenemos que adaptarnos a la partitura y bailarla para buscar una salida”, explica un dirigente socialista.
No obstante, admiten que la decisión de Carles Puigdemont desde el chalet de Waterloo es siempre imprevisible. El expresident mantiene el control de Junts y siempre ha abortado el nacimiento de sectores partidarios del diálogo dentro de Junts. Pese a ello, Moncloa confía también en la posibilidad de que se abra un debate interno dentro de la formación independentista.
Respecto a los tiempos, Moncloa ve con desconfianza el paso de Yolanda Díaz de enviar ya a Jaume Asens a negociar con Puigdemont. Primero por los tiempos, segundo porque siempre han desconfiado de Asens en otras negociaciones anteriores y, por último, porque con toda seguridad el expresidente de la Generalitat querrá negociar directamente con el PSOE y Moncloa.
La gobernabilidad de ese hipotético Ejecutivo sería complicado, pero la intención es que sea una legislatura mucho más tranquila. No sólo por la relación entre Sánchez y Sumar en comparación a cómo fue con Pablo Iglesias, sino porque la intención s reducir el vértigo y el número de leyes propuestas. Se gestionan los fondos europeos, están cerradas las normas vinculadas a los acuerdos Bruselas, pueden prorrogarse los Presupuestos para 2024 y quieren evitarse polémicas como las de la legisaltura que se cierra.
El presidente del Gobierno estaba muerto políticamente el 28 de mayo, dirigentes regionales ya planeaban la sustitución del líder socialista y, sin embargo, ha logrado evitar un Gobierno de la derecha y la extrema derecha.
En el PSOE explican que en las últimas semanas notaron un incremento evidente en la movilización y, por eso, hubo más actos públicos y mítines, aunque más allá de la retórica pocos confiaban en un resultado así.
Las encuestas de cierre de urnas provocaron el abatimiento en Ferraz y sólo entraron en la euforia cuando avanzó el recuento por encima del 40% y el PSOE seguía aún en cabeza. Comprobaron que ya era imposible que se diera la vuelta el resultado y que la derecha sumara.
En el escenario que se abre ahora, Moncloa confía también en que se abra un periodo de inestabilidad en el PP. de hecho ya han detectado que se pone en cuestión a Feijóo y entienden que, quizás por eso, el líder popular hace ahora el intento de investidura, sabiendo que no tiene ninguna posibilidad.