El trasfondo de la crítica de Iglesias a Yolanda Díaz: Podemos pasa de 23 a 5 diputados

El veto de Yolanda Díaz a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y al portavoz parlamentario, Pablo Echenique, sentó las bases de lo que estaba venir: 31 escaños para la coalición, siete menos de los que el espacio político consiguió hace cuatro años, y con menos fuerza que nunca para el partido morado. Sólo 5 representantes, los mismos que Izquierda Unida (antes les superaban 23 a 3) y la mitad que los de Movimiento Sumar, el partido instrumental de la vicepresidenta.

Sólo en este contexto se entienden las críticas del ex secretario general, Pablo Iglesias, y de la actual líder del partido, Ione Belarra, a la mañana siguiente de las elecciones. El leitmotiv para ambos es que, aunque Sumar va a tener un papel "notable" en una hipotética reedición del Gobierno, los resultados se han quedado "muy lejos de las expectativas creadas". El motivo: el bullying político al que ha sido sometido Podemos durante las fases de negociación y la campaña electoral.

[Yolanda Díaz empeora los resultados de Iglesias tras fagocitar a Podemos]

"La estrategia de renunciar al feminismo e invisibilizar a Podemos no ha funcionado electoralmente", incidió Belarra, en una referencia velada al veto de Irene Montero. "El principal motivo por el que elegimos a Yolanda Díaz como nuestra candidata fue gobernar con más fuerza, y sin embargo, Sumar se deja más de 700.000 votos y muchos escaños respecto al peor resultado de Unidas Podemos" declaró, prácticamente replicando el discurso de Pablo Iglesias horas discurso de Pablo Iglesias horas.

Con las cartas ya sobre la mesa, los morados siguen pendientes de qué labor tendrá cada partido dentro de la coalición y cuáles serán sus funciones y derechos de representación. Durante la última legislatura, por ejemplo, Echenique compartía espacio en las ruedas de prensa de los martes con Jaume Asens, de los comunes, quien durante meses se erigió en portavoz oficioso de Sumar (antes de existir) y se enfrentaba directamente al discurso oficialista de Belarra.

[Belarra acusa a Yolanda Díaz y Sumar de "renunciar al feminismo" e "invisibilizar a Podemos"]

Los últimos de Podemos

El complicado puzle para pactar las listas electorales de Sumar ha dejado a Podemos tiritando en lo económico y en lo político, relegados a sólo 15 puestos de salida, 8 de los cuales estaban supuestamente garantizados, pero el inesperado descalabre en País Vasco y Navarra les ha dejado tiritando sólo con cinco. Además, según el acuerdo de coalición, podrán gestionar 23% de los recursos del grupo parlamentario compartido.

La formación morada tendrá como diputados a su líder y actual ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (Madrid), además del portavoz nacional Javier Sánchez Serna (Murcia), la exconsejera de Derechos Sociales de Canarias, Noemí Santana (Las Palmas), la líder de Podemos Andalucía, Martina Velarde (Granada) y a la secretaria de Organización del partido y secretaria de Estado, Lilith Verstrynge (Barcelona).

Precisamente, la confluencia catalana mantiene un peso similar al que tenía en la época anterior. Seis diputados y segunda fuerza en Cataluña, sólo por detrás del PSOE, pero renunciando al antiguo cabeza de cartel (Jaume Asens) por la portavoz Aina Vidal, que fue quien representó a Sumar en el debate a 7 de RTVE. 

La misma situación se repite a lo largo de todo el grupo parlamentario, con los antiguos cabezas de lista no repitiendo en las listas o bien cayendo muy por debajo de los puestos de salida. Diputados como Rafael Mayoral, Juantxo López de Uralde o Lucía Muñoz, no renovarán el acta este 17 de agosto.

Para mayor gloria del resto, se presupone que los focos y los méritos recaerán en la cuota de Movimiento Sumar, el círculo de confianza de Díaz, al que corresponden Agustín Santos Maraver y Carlos Martínez (Madrid), Rafael Cofiño (Asturias), Marta Lois y Verónica Martínez (Galicia), Lander Martínez (Vizcaya), Esther Gil (Cádiz), Txema Guijarro (Alicante) y Francisco Sierra (Sevilla).

De los 15 partidos que integran la coalición, sólo ocho que han logrado representación en el Congreso. La distribución queda así: los citados 10 diputados de Movimiento Sumar, cinco de Podemos, cinco de IU, cinco de los comunes, dos de Más Madrid, dos de Compromís, uno de Més y uno de la Chunta. Curiosamente, siete de los 31 tienen carnet del Partido Comunista de España (PCE), a saber los cinco de IU, Díaz y Francisco Sierra.

Ahora, uno de los retos de Sumar será garantizar también la unidad de acción y la cohesión de un grupo parlamentario conflictivo y heterogéneo, con formaciones en guerra hasta ahora y afrontando el fantasma de la desaparición. Ese equilibrio precario se encuentra blindado, eso sí, desde los propios acuerdos de coalición, que dotan de todo el poder a Yolanda Díaz y eliminan cualquier atisbo de rebeldía interna, al menos de momento.