El PSOE asume un 8-M dividido y pelea la bandera a Podemos: "Las mujeres piden arreglar el sí es sí"
Los socialistas reivindican su "ADN feminista", frente a los de Irene Montero que advierten de que no pueden afrontar la jornada en su contra.
26 febrero, 2023 03:12Desde que se conoció que el primer debate en el Congreso para reformar la Ley del sólo sí es sí se celebrará la víspera del 8-M, el PSOE ha puesto en marcha su maquinaria para reivindicarse como el principal partido feminista en España. Lo hace frente a un Unidas Podemos que parece llevarle la delantera en este terreno.
Los dos partidos del Gobierno entienden que el Día Internacional de la Mujer habrá una batalla entre feminismos, más cuando al sí es sí hay que añadir la resaca de la aprobación de la Ley Trans. Tal y como ya publicó este diario, fuentes de la formación morada aseguraban que "el PSOE no puede presentarse a la manifestación ese día en contra de la ministra de Igualdad".
Los socialistas contraatacan ahora y pretenden venderse como el partido que intenta salir del bloqueo y solucionar las rebajas de penas a condenados por delitos sexuales. Su formación tiene "ADN feminista", llegó a decir Pedro Sánchez.
"Nosotros vamos a arreglar el problema, ya que somos la fuerza mayoritaria del Congreso", deslizan fuentes de Moncloa. "Hay una legislación que ha provocado alarma social y que no gusta a las mujeres. Las mujeres piden que esto se arregle", añaden.
"Si esto hace que lleguemos al 8-M sin una posición unitaria, pues es una pena", aseguran. "Con eso no gana nadie, sólo la derecha que ahora dice que ellas son las feministas porque tienden la mano", apuntalan.
Lo mismo señalan desde el grupo parlamentario socialista. "Estamos haciendo que una ley que debería ser magnífica no la quiera nadie", comentaba un diputado. "Yo me manifiesto el 8-M y quiero que haya una buena ley", añadía.
La ofensiva en este frente se produce desde que Unidas Podemos se ganó a ERC y EH Bildu para demorar la tramitación de la reforma del sí es sí y ubicarla a las pueertas del 8-M.
A partir de ahí el PSOE voló los puentes para el entendimiento con Unidas Podemos. Aunque todos dicen preferir una salida pactada para reformar la norma, la crisis desatada es la mayor producida hasta ahora en el seno del Ejecutivo y la posibilidad de acuerdo parece imposible.
Si no llegan a dicho acuerdo, la única opción que le queda a los socialistas es que el PP acuda a su rescate en la toma en consideración de la norma en el Congreso el 7-M. Desde Ferraz reconocen que están intentando ganarse el favor de otras formaciones para que los tres partidos -Podemos, ERC y Bildu- se queden solos y tengan que virar sus posturas.
Pero parece difícil, porque ya han dicho muchas veces en público que no apoyarán una salida que no esté pactada. Esto juega en contra de los socialistas, ya que la tramitación se alargará hasta las puertas de las autonómicas y municipales de mayo. Más aún si se tienen en cuenta datos como los del CIS de la semana pasada: el 32% de los españoles piensa que los morados son el partido que más está haciendo por los derechos de las mujeres, frente al 18,1% que señala al PSOE.
[El Congreso aprueba la Ley Trans de Podemos que divide al feminismo y Carmen Calvo se abstiene]
Por eso la maquinaria está a todo vapor. No sólo en privado, también en público. Durante el debate de la ley del aborto el pasado 16 de febrero, a pesar de que era una norma que partía del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, la diputada socialista Laura Berja reivindicó de nuevo el vínculo de su partido con el feminismo.
"El PSOE prometió que repararía la grieta que el PP le había hecho a las mujeres. Señorías, hoy las socialistas cumplimos", dijo desde la tribuna. "No son herederos de los avances, eso que tienen ahora es impostura electoralista", señaló a los conservadores. "¿Saben quién sí tiene historia en defensa de los derechos de las mujeres de este país? El PSOE", añadió.
Las palabras de Berja atribuían a su partido "corregir" los cambios del PP en materia del aborto, ignorando por completo a una Irene Montero presente en la bancada azul del Congreso.
Pero de cara al 8-M el PSOE también va a tener que dirimir sus propias diferencias internas. La tramitación de la Ley Trans ha supuesto un cisma que ha dividido a las feministas clásicas, lideradas principalmente por Carmen Calvo, frente al sector LGTBI. Las primeras consideran que la norma contribuye al borrado de las mujeres, mientras que las segundas se acercan a las tesis de Unidas Podemos.
De hecho, la organización FeMeS celebrará el fin de semana previo al 8-M un acto en el que irán algunas exministras de Felipe González como Rosa Conde o Matilde Fernández y en el que se criticará la Ley Trans.
El pasado jueves 16, con la aprobación definitiva de la Ley Trans, algunos socialistas participaron a las puertas del Congreso en un acto de celebración. Frente a ellos, otro grupo de mujeres feministas les acusaron de facilitar una norma machista. Esa división momentánea es un preludio de la tensión con la que el PSOE irá al 8 de marzo.