Bildu presenta a dos etarras como candidatos en los pueblos en los que asesinaron a sus víctimas
Lander Maruri y Juan Ramón Rojo se presentan en Ciérvana (Vizcaya) e Irún (Guipúzcoa). El primero mató a un guardia civil, el segundo a un supuesto pequeño traficante y a un policía nacional.
10 mayo, 2023 03:16EH Bildu presenta a dos etarras como candidatos a las elecciones del 28 de mayo en los mismos municipios en los que asesinaron a sus víctimas. Se trata de Lander Maruri Basagoiti, que concurre como suplente en la lista de Bildu al Ayuntamiento de Ciérvana (Vizcaya) y de Juan Ramón Rojo González, que va de número 21 en la lista al Ayuntamiento de Irún (Guipúzcoa).
Maruri Basagoiti fue condenado en 2001 a 16 años de prisión por su complicidad en el asesinato del guardia civil José Manuel García Fernández. El crimen se perpetró en 1997. Con él, fue también condenado el etarra Asier Uribarri Benito, otro de los asesinos que va en las listas de la formación heredera de Batasuna, en su caso, por la localidad vizcaína de Maruri.
En cuanto a Rojo González, asesinó a dos personas en sendos atentados. En 1991 acribilló en Irún al joven Francisco Gil Mendoza. Por ese crimen fue condenado a 30 años de prisión en 1996. Cinco meses después, ya en 1992, mató a un policía nacional en Bilbao, por lo que fue condenado a otros 27 años de cárcel. Treinta años después regresa a la ciudad como uno más de los candidatos de Bildu.
Ambos candidatos, a su salida de la cárcel, recibieron su particular ongi etorri, el homenaje público de bienvenida que sin ningún tipo de pudor se proporciona muchas veces a los asesinos de ETA cuando vuelven a casa tras cumplir condena.
En total, el partido radical ha incluido en sus listas electorales a 44 personas que fueron condenadas por pertenencia y colaboración con ETA. Siete de ellas fueron a la cárcel por su participación en asesinatos de la banda terrorista.
El resto de condenados por asesinato que van en las listas de Bildu son: Agustín Muiños Dias, Tinin, número 6 en la lista a la alcaldía de Legutiano, en Álava; Begoña Uzkudun Etxenagusia, número 3 en la candidatura de Bildu al Ayuntamiento de Régil (Guipúzcoa); José Antonio Torre Altonaga, Medius, segundo suplente de la lista a la alcaldía de Munguía (Vizcaya); el ya citado Asier Uribarri Benito, que va de 4 en la lista en Maruri (Vizcaya); y Juan Carlos Arriaga Martínez, número 3 en Berrioplano (Navarra).
El asesinato del guardia
El guardia civil José Manuel García Fernández tenía 43 años cuando fue asesinado delante de su mujer de un disparo en la nuca. Ocurrió el 3 de mayo de 1997. El agente cenaba con su esposa en la barra del restaurante El Puerto, en la localidad de Ciérvana, un pueblo de apenas 400 habitantes entonces. Hoy tiene 1.500.
Eran en torno a las 10 menos cuarto de la noche un terrorista irrumpió en el local y le disparó a cara descubierta. El agente falleció al instante.
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García Fernández llevaba destinado desde 1983 en el cuartel de Sanfuentes, muy cerca de donde le quitaron la vida. Era asturiano y no tenía hijos. Según las crónicas de la época, el terrorista huyó apresurado, pero tranquilo. Cuando salió a la calle ordenó a la gente que se echase al suelo. Un Renault 19 de color gris le esperaba a unos 50 metros, preparado para la huida.
Cuatro años después del crimen, el 23 de abril de 2001, la Audiencia Nacional condenó a Lander Maruri Basagoiti como cómplice de este asesinato. Tanto él como Asier Uribarri Benito, realizaron diversos controles, seguimientos y vigilancias sobre el agente que resultaron fundamentales para luego acabar con su vida.
Gracias a ellos el comando supo que el guardia frecuentaba la zona de Ciérvana, pueblo donde precisamente residía Maruri Basagoiti. Donde ahora se presenta a los comicios por EH Bildu.
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La sentencia rezaba así: "Conscientes plenamente de la condición de guardia civil del señor García Fernández, de la voluntad criminal de los miembros de ETA fallecidos, como del destino de la información recabada", ambos acusados facilitaron todos los datos obtenidos del agente a los miembros del comando Donosti.
Para los magistrados "el lapso de tiempo transcurrido entre la producción y entrega de la información y la muerte del agente sitúa la participación no en el ámbito de la cooperación necesaria sino en el de la complicidad". Con estos argumentos, el tribunal condenó a Asier Uribarri Benito y a Lander Maruri Basagoiti a 16 años de prisión, como cómplices de un delito de asesinato terrorista.
ETA y la heroína
Tal y como explica Pablo García Varela en su libro ETA y la conspiración de la heroína (La Catarata, 2020), la banda terrorista emprendió desde principios de los 80 una dura campaña contra el mundo de la droga en el País Vasco.
Según la banda terrorista, el Estado habría introducido la heroína como arma política para desmovilizar y destruir a la juventud vasca. Una ofensiva que tuvo como resultado el asesinato de más de cuarenta personas, supuestamente involucradas en el tráfico de drogas, y cuya acusación fue en muchos casos falsa y sin fundamento. Una de esas personas fue Francisco Gil Mendoza, donostiarra soltero de 27 años y residente en Hendaya (Francia).
Gil Mendoza fue asesinado mientras se encontraba sentado en el banco de una céntrica plaza de Irún, con su hermano Alfredo, la noche del 7 de agosto de 1991. Al observar a un encapuchado armado que se aproximaba hacia ellos, trataron de huir del lugar, pero una ráfaga de metralleta alcanzó a Francisco en la cabeza y el omóplato izquierdo antes de que pudiera reaccionar.
Francisco Gil Mendoza falleció horas después en un centro sanitario de San Sebastián y fue enterrado en el cementerio donostiarra de Polloe. ETA justificó el atentado por su presunta vinculación al tráfico de estupefacientes, pues habían sido detenidos varias veces por tráfico de heroína.
Uno de los condenados por ese asesinato fue Juan Ramón Rojo González. El otro, es el etarra arrepentido Iñaki Recarte Ibarra. A ambos les condenaron a más de 30 años de prisión.
Rojo González perteneció al comando Vizcaya y al comando Donosti. Poco después de matar en Irún, municipio donde ahora se presenta, cooperó en el asesinato del policía nacional José Ansean el 14 de enero de 1992.