Morales, el político al que querían grabar con coca: "Es el proceder de Vox: o te sometes o te destruyen"
El ex candidato de Santiago Abascal a la Junta de Extremadura rompe su silencio en EL ESPAÑOL: "Lo intentaron también en Galapagar".
13 abril, 2021 02:06Noticias relacionadas
Juan Antonio Morales, candidato de Vox a la Junta de Extremadura en 2019, habla por primera vez desde que se descubrió que alguien encargó un seguimiento para destruirle política y personalmente.
El ya exmilitante del partido de Santiago Abascal reconoce que nadie de la dirección nacional se ha puesto en contacto con él desde que EL ESPAÑOL publicó el domingo los audios que demuestran el intento por extorsionarle. Asegura que está estudiando emprender acciones legales por esta maniobra. "También actuaron contra una concejal de Galapagar", revela.
¿Cómo se enteró de que habían contratado los servicios de un detective para destruirle política y personalmente?
Me llamó el detective en octubre de 2020. Soy muy conocido en Extremadura y quiso avisarme, él directamente, de lo que se estaba intentando urdir contra mí. Aunque rechazó el encargo por no ser legítimo, me advirtió de que otros compañeros, con menos escrúpulos, podrían aceptarlo.
¿Usted mismo denunció este intento de espionaje a la dirección nacional de Vox?
Efectivamente, una vez que tuve conocimiento y me entregaron la grabación lo envié al secretario general, Javier Ortega Smith, al de Organización y a los miembros del Comité de Garantías.
¿Qué respuesta obtuvo?
Cero.
¿Piensa emprender acciones legales contra los posibles responsables de esta maniobra contra su persona?
Lo estamos estudiando.
¿Sabe quién es el hombre que encargó este trabajo contra usted?
No, pero al ver lo publicado este lunes en EL ESPAÑOL, en la que se establece la conexión entre el diputado Víctor Sánchez del Real y el que realiza el encargo al detective, no me ha sorprendido. Es el estilo propio de un personaje con la catadura moral del diputado.
¿Le consta si a otros compañeros de Vox les ha pasado algo similar?
Sí, claro. Muy parecido a este caso fue el de la concejal de Galapagar. Al parecer, fue la misma persona de este encargo la que actuó contra ella. Este es el procedimiento ordinario de este partido: o te sometes y entras por el aro, o te destruyen sin tapujos.
He sido una obsesión para Víctor Sánchez del Real desde el primer momento que desembarcó en Badajoz
¿Por qué cree que querían retirarle de la política de esta forma?
He sido una obsesión para Víctor Sánchez del Real desde el primer momento que desembarcó en la provincia, ya que no podía soportar que aquí en Badajoz hubiera un equipo con criterio propio y con experiencia más que sobrada en política. Equipo, que por cierto, le diseñó toda la campaña electoral de abril, que luego, posteriormente, reprodujo paso a paso, en noviembre, pero ya sólo con sus comparsas.
¿Ha recibido alguna llamada de la dirección nacional de Vox tras destapar EL ESPAÑOL este turbio asunto?
No, de nadie.
Usted estuvo 24 años en el PP, un partido que abandonó en 2019 para ser cabeza de lista de Vox a la Junta de Extremadura. ¿Se arrepiente?
Lo abandoné por una cuestión ideológica, no por que fuera a ser cabeza de lista, eso vino después. Solo me arrepiento de lo que no hago, pero lo que nunca pensé que ocurriría era encontrarme con una mafia, en vez de con un partido serio, como del que yo venia.
Con 25 años fue alcalde de su pueblo durante cinco legislaturas, después fue diputado regional hasta 2019. Esta semana ha renunciado a su militancia a Vox. ¿Es un adiós definitivo de la política?
Si, en octubre cumplí 50 años y comencé un proyecto empresarial con el que estoy muy ilusionado, que nada tiene que ver con la política.
Las dimisiones de varios concejales y cargos públicos de Vox en Extremadura revelan una profunda crisis interna. ¿Cuáles son las causas?
Las causas las explicamos en el comunicado que hicimos público la semana pasada, cuando anunciamos nuestra salida. De todas maneras, no solo es una crisis en Extremadura, ya que esto es el común denominador en todas las provincias de España y todas tienen la misma causa: el ansia desmedida de control del aparato, que les hace no tener respeto alguno a los cargos electos, ni a los afiliados.