Las razones para apostar por Vinicius

La derrota ante el CSKA en la Champions League ha supuesto un duro revés para el vestuario y afición. Sin embargo, hay razones para creer en que la situación va a cambiar muy pronto. El cambio puede llegar por comenzar a apostar por un futbolista joven, con talento y que ya se ha ganado a los seguidores madridistas al aportar algo distinto a lo que hay en la actual plantilla.

Ese no es otro que Vinicius Júnior. El jugador brasileño llegó el pasado verano a la casa blanca después de jugar en calidad de cedido en los últimos meses en el Flamengo, club donde creció y en el que comenzó a despuntar hasta hacer que los grandes de Europa se moviesen para hacerse con sus servicios. Finalmente, el extremo eligió el Real Madrid y el resto es historia.

En este momento complicado de la temporada, en el que se acumulan tres partidos sin conocer la victoria, una fuente de esperanza la representa Vinicius. El futbolista de 18 años llama a la puerta del primer equipo y Lopetegui apostó por él para revolucionar el derbi en los minutos finales del choque contra el Atlético de Madrid. Sin embargo, él pide más y el equipo le necesita.

Vinicius debuta en partido oficial con el Real Madrid REUTERS

Jugador diferente

El Real Madrid tiene una plantilla completa y bien perfilada. Sin embargo, no hay otro como Vinicius Júnior en ella. El jugador aporta unas características de desborde y regate que no dispone otro futbolista en los mismos parámetros en todo el vestuario merengue. El brasileño es electricidad pura, algo que ya ha demostrado a las órdenes de Solari.

Tiene gol

Tres tantos acumula en su cuenta goleadora el jugador a estas alturas de la temporada en la Segunda B. El carioca ha marcado en dos de los cuatro partidos que ha disputado en la categoría de bronce del fútbol español: dos ante el filial del Atlético y uno contra Unionistas. En tres de estos duelos completó los noventa minutos sobre el terreno de juego.

Vinicius celebra su gol de falta

Sus registros con el Castilla demuestran que el futbolista tiene gol. Algo de lo que precisamente está adoleciendo el Real Madrid en los últimos encuentros, ya que los de Julen Lopetegui no ven puerta desde el partido frente al Espanyol del pasado 22 de septiembre. Un gol que llegó de forma polémica, ya que fue concedido por el VAR después de que el colegiado anulase el tanto de Asensio por un fuera de juego que a los pocos instantes se demostró que no era.

Ganas de romperla

En su debut en el derbi madrileño, el propio jugador se mostraba feliz ante los medios de comunicación por haber tenido sus primeros minutos en partido oficial con el equipo merengue. Un sueño que perseguía desde que era niño. El extremo tiene ganas de demostrar a su nueva afición de lo que es capaz y para ello debe disponer de minutos. Estas ganas de romperla son su mejor carta de presentación para ganar protagonismo en el conjunto blanco.

Ilusión para la afición

El madridismo quiere emociones nuevas, jugadores a los que aferrarse y vitorear en cada partido. Uno de los futbolistas que más expectación ha creado entre los seguidores merengues en las últimas semanas ha sido Vinicius. La salida de Cristiano Ronaldo dejó un poco huérfano a cierto sector de la afición. Tanto el brasileño como Mariano o Asensio se han convertido en los favoritos.

Jugadores que estallaron a su edad

El pasado mes de julio, Vinicius Júnior superaba la mayoría de edad. Dar galones a un futbolista de 18 años en los grandes clubes del Viejo Continente es algo cada vez más complicado de ver. Sin embargo, no hay que echar la vista mucho atrás para comprobar que en el Real Madrid se creyó en su día, con edades similares, a jugadores como Sergio Ramos, Marcelo o incluso Raúl -aún más joven en su debut-.

Neymar y Mbappé entrenan con el PSG Reuters

Todos ellos son ahora leyendas del madridismo, capitanes en diferentes épocas. Una prueba más de que el que arriesga, gana. Otros ejemplos, aunque fuera del Concha Espina, son los de Neymar y Mbappé. Ambos relacionados con el Real Madrid y que están llamados a sentarse en el trono del fútbol en un futuro no muy lejano.