Pocos poetas han conectado con el espíritu infantil tan íntimamente como Gloria Fuertes. Desde niña, los versos le salían en vez de las puntadas que su madre costurera trataba de inculcarle. Y poco a poco, fueron surgiendo de su imaginación Coleta la Traviesa, el pulpo que escribía a máquina, y otros personajes inolvidables como aquel niño anónimo que no pudo ir a la escuela. Antonio Gómez Yebra nos conduce con sencillez por la biografía de esta mujer adelantada a su época, entreverando el relato de su vida con algunos de sus poemas más conocidos, y animándonos en escuchar de viva voz sus versos en el CD que acompaña a esta edición-homenaje, cuando se cumple el decimoquinto aniversario de su muerte. Indispensables para trasladarnos hasta el universo poético de la autora resultan también las ilustraciones de Esther Gómez.