Meryem Alaoui: "A pesar de las prohibiciones, en Marruecos todo el mundo se sale con la suya"
La editorial Cabaret Voltaire publica la primera novela de la autora marroquí que, en 2018, fue candidata al Premio Goncourt.
23 octubre, 2022 01:47La novela De la boca del caballo sale la verdad grita, huele, suena y se ríe de forma estruendosa como la mismísima ciudad de Casablanca, donde la autora marroquí Meryem Alaoui (Rabat, 1977) creció, trabajó y desarrolló ese mundo literario que ahora la ha lanzado a la fama. Publicada por Cabaret Voltaire en su versión al español, esta primera novela salió en Francia como un bombazo en 2018, captando la atención de la crítica. Fue, a su vez, seleccionada al Premio Goncourt, al premio Flore y se llevó el premio Beur FM-Mediterraneo TV5 Monde.
La novela cuenta en primera persona la vida cotidiana de Yemía, una prostituta de unos treinta años que vive en un cuarto con su hija. De carácter positivo y una encantadora claridad al hablar, escribe en su diario las conversaciones que mantiene con sus compañeras, en la calle o tomando cervezas, los encuentros con clientes, entre seis y ocho al día, hasta que el destino decide brindarle una extraña segunda oportunidad: la llegada al barrio de una joven de aspecto corpulento que se hace llamar Bocacaballo por los rasgos de su cara, una cineasta en busca de una actriz.
Pregunta. Es un poco fuerte describir a alguien por su semblante de animal, ¿no le parece?
Respuesta. Es cierto. Pero esa era la verdad. Este personaje tenía unos dientes enormes y una gran sonrisa de caballo y, como era esquelética, solo se le veían esos rasgos. En Marruecos, como muchos de nosotros venimos del campo, usamos vocabulario proveniente de los animales. Las comparaciones se inspiran del mundo animal: del caballo, pero también de la vaca, de las gacelas, de los insectos. Una persona delgada es un mosquito. Las referencias son infinitas. El título me vino por el proverbio que dice que “la verdad sale de la boca de los niños” y pensé en un caballo y acabé formulando “la verdad sale de la boca del caballo”.
"En Marruecos, como muchos de nosotros venimos del campo, usamos vocabulario proveniente de los animales"
P. ¿Y esa historia de bullicio callejero en la que se escucha el mundo de la prostitución? ¿Cómo entró en contacto con él una socióloga editora, hija de un poeta?
R. La novela nace del barrio en el que viví en Casablanca durante siete años, un lugar en el que trabajaban prostitutas, cerca del mercado. Me fascinaba observar y sentir su actividad, verlas todos los días, siempre quería saber más de ellas, de sus vidas, por pura curiosidad personal para saber dónde iban, cómo conseguían a los clientes y me paseaba a su alrededor para saber cómo se las arreglaban. Nunca pensé en escribir una novela, hasta que me di cuenta, un buen día, que estaba escribiendo sobre ellas.
P. Me pregunto si la novela es Yemia o Casablanca. Traza usted una pintura absolutamente alucinante, realista y detallista de una ciudad que parece conocer como la palma de su mano. ¿Esa energía que describe en la ciudad, es la que ha trasladado a su protagonista?
R. Yemia es la pura vitalidad de una mujer positiva, igual que Casablanca lo es como ciudad. Es imposible no dejarse llevar por su energía. Casablanca es la ciudad en la que crecí, trabajé, pasé los mejores años de mi vida y a la que ahora regreso después de diez años viviendo en Estados Unidos. Adoro Casablanca por ser caótica, desordenada, una ciudad difícil para vivir pero sorprendente justamente por este fabuloso caos.
"Casablanca es desordenada, una ciudad difícil para vivir pero sorprendente por este fabuloso caos"
P. Un caos en el que, en su novela, parece que viven también los marroquís o, mejor dicho, sus ideas. A pesar de ser una historia que se acerca a la fábula, consigue dar una imagen muy real de sus cambios y sus locuras. De hecho, lo que más sorprende y hasta choca son los enormes contrastes: prostitución con prácticas religiosas, alcohol con prohibiciones, la diferencia entre ser mujer u hombre en un matrimonio. ¡La línea de separación entre los dos mundos parece a veces imperceptible! ¿Todos los marroquís se bañan entre estos dos mundos continuamente?
R. ¡Me imagino que sí! Y la prueba son estos contrastes que usted señala. Existe la presión social, las prohibiciones, pero no por eso se deja de vivir. Todo el mundo se acaba saliendo con la suya. No se puede vender alcohol a los marroquís musulmanes, pero es fácil hacerse con él. Las relaciones sexuales fuera del matrimonio están prohibidas pero la gente tiene relaciones antes del matrimonio. Siendo marroquí, uno integra las prohibiciones, vive como puede pero sin complacerlas.
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P. Hasta que el destino o la suerte llama a tu puerta… Yemia se encuentra por casualidad con Bocacaballo, que le cambiará la vida de la noche a la mañana. En una novela en la que oscila entre estos dos mundos tan distintos, ¿es usted más partidaria de la suerte o del destino?
R. Un poco los dos. ¿Existe la suerte? Por supuesto. Pienso que la suerte es uno de los elementos que permite que nuestros proyectos se concreten, que nuestros deseos se hagan realidad. Sin suerte, no se llega a nada. La cuestión del destino es más compleja. Se supone que todo está ya escrito de antemano, en vez de que las vidas se escriban, a medida que una avanza.
P. Y para usted, ¿la literatura era su destino o, más bien, es una forma de denuncia, un grito de libertad? ¿Escribe por placer? ¿Qué representa escribir literatura para usted?
R. Pienso que la palabra placer sería la más acertada. Luego, la escritura es una evasión, una apertura al mundo y en eso también me refiero a la lectura. Para mí, están íntimamente entrelazadas. Me gusta leer y escribir por diversión, por placer como usted dice. Me permite familiarizarme con otras vidas, otras culturas, otros lugares que me hacen soñar, viajar. Cuando escribo, me olvido de quién soy, y es un olvido que me sienta bien. Como si hiciera una pausa en mi vida. Los momentos en los que uno puede experimentar esa pausa son raros en el día a día que nos absorbe.
"Cuando vi publicada la novela en la editorial Gallimard pensé que ya me podía morir tranquila"
P. Tras el éxito fulgurante de esta primera novela, ¿en que ha cambiado su vida?
R. Es verdad que la publicación de esta novela ha sido un momento importante en mi vida. Siempre he llevado la escritura dentro de mí, sabía que acabaría escribiendo, pero no sabía ni cuándo ni cómo. Cuando por fin salió, tuve la sensación de que algo verdaderamente importante acababa de suceder. Al ver De la boca del caballo sale la verdad publicado en la colección Blanche de la editorial Gallimard, pensé: "Ya está. Ya me puedo morir tranquila"
P. En su libro incorpora lenguaje animal, palabras y expresiones de lugares calientes como Casablanca. ¿Piensa que la lengua francesa debe aceptar reformas culturales para expresar la sociedad moderna y multicultural en la que se desarrolla?
R. Al ser una lengua viva, lo queramos o no, el francés se transforma y hoy más que nunca también por la revolución numérica. Todo el mundo tiene acceso a nuevos lenguajes, nuevas formas de hablar. El inglés, por ejemplo, ha hecho irrupción en el idioma francés. Su evolución es inevitable. Vemos cómo el árabe entra en el francés. Desde el momento en que hay proximidad de culturas y de formas de expresión, hay incorporación, energía y vitalidad, sin seísmos ni desgarros.