Discotecas abandonadas
Concurso de poesía conducido por Joaquín Pérez Azaústre
15 agosto, 2022 12:33¡Buenos días!
Han estado muy cerca de ganar estos poemas:
Blanche
El verano que no vivimos / nos espera / como un animal dormido sobre la hierba.
Esencialidad expresiva desde la interesante negación inicial -el pasado no como pérdida, sino como posibilidad truncada- que vuelve a abrirse paso hasta el presente, antes de que una imagen tan sencilla como poderosa nos alerte sobre la indocilidad de la vida.
Sebastian
Contad cada uno de mis días en la Arcadia! / Allí, extendido mi cuerpo como un río de fuego, / bebí todo el silencio del verano.
La fuerza del poema radica en el entusiasmo del primer verso, donde se unen los elementos fantásticos con la deseada realidad. La imagen del segundo verso le da un plano visionario, antes del cierre metafórico que amplía las interpretaciones del poema.
Carbonero
Respirar para atravesar fronteras. / Cegar los ojos ausentes / al trueno que inventa la lluvia en cada paso.
Solamente el primer verso ya tiene autonomía poética en sí misma, con ese deseo de ampliar la propia vida y el lenguaje. Lo que no está, no puede vernos: la realidad se ausenta del discurso antes de que todo se renueve. Poema simbólico, con rotundidad.
Pero el ganador es
Frontera
En esta playa habitada por mis ojos / el sol es un leño que crepita / un contorno que esconde la infinitud del calor.
El punto de partida es el sujeto poético, con un atisbo de confesión que da paso, de inmediato, a imágenes que nos llevan a un mapa de sensaciones. Habitamos la escena y escuchamos también el sonido del fuego, vertido sobre nosotros. Sin embargo, esta poesía sensorial se abre hacia un plano más metafísico al final, con límites de fuego.
Tema de la semana: “Discotecas abandonadas”. Ya no sé si ha sido antes o después, pero he recordado la novela Discothèque, del inolvidable Félix Romeo, pensando en discotecas abandonadas. Quizá porque esa narración de brillo delirante abordaba el recuerdo, el presente brumoso y un futuro ya despedazado. El caso es que he pensado en eso, en discotecas abandonadas, en esas carreteras secundarias que una vez llevaron su música al desierto, o al salir de una playa. Escribamos de eso, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos de discotecas abandonadas, con esos bailes que quedaron ahí, colgados de un silencio con los muros rojos y las grietas abriéndose al pasado.