Brenan y Rimbaud, nexo de literatura y vida
La Universidad de Almería publica ‘Yo soy otro: Brenan y Rimbaud’, de Carlos G. Pranger, un volumen que incluye un ensayo inédito en español del hispanista británico
16 marzo, 2022 02:58Gerarld Brenan nació solo tres años después del fallecimiento de Arthur Rimbaud por cáncer de huesos, pero sus trayectorias permanecen unidas por la literatura y algunas contingencias biográficas. Ambos fueron hijos de padres militares y durante algún momento de su vida escaparon de su lugar de origen para explorar nuevos mundos.
Título: Yo soy otro: Brenan y Rimbaud
Autor: Carlos G. Pranger
Editorial: Universidad de Almería
Año de edición: 2021
El poeta francés publica su último libro de poemas con veinte años y, tras una relación tóxica con Paul Verlaine, se pierde en África, donde se convierte en traficante de armas. Por otro lado, la curiosidad del escritor británico lo conduce a España en 1919, se instala en el sur y se convierte en uno de los mayores hispanistas del siglo XX. Además, sus trayectorias estuvieron marcadas por una referencia iluminadora. En el caso del poeta, fue determinante el misticismo de San Juan de la Cruz, mientras que para Brenan fue el propio Rimbaud. La poesía del simbolista francés se reveló ante el autor de La faz de España para cambiar su vida y su pensamiento.
El escritor y traductor Carlos G. Pranger constata este vínculo en Yo soy otro: Brenan y Rimbaud, publicado en la Universidad de Almería. El volumen se abre con un ensayo inédito en español que Brenan escribió hacia 1945 sobre el impacto que el poeta francés había tenido sobre él. Releyendo a Rimbaud es un ensayo “breve pero intenso”, tal y como adelanta el propio Pranger, que se encarga de la traducción. El texto, en edición bilingüe y reforzado con imágenes del manuscrito original, se hace eco de la influencia que tuvo la obra de San Juan de la Cruz en Rimbaud, de la misma manera que el hispanista fue alumbrado por el poeta.
Dos partes vertebran Releyendo a Rimbaud. La primera, de tono autobiográfico, registra precisamente la importancia que tuvo el descubrimiento de la poesía del francés en su juventud, mientras que la segunda analiza las correspondencias entre las obras de Rimbaud con San Juan de la Cruz y con Verlaine. El ensayo se complementa con un breve texto crítico de Pranger sobre el ejemplar de Oeuvres, de Rimbaud, que acompañó a Brenan desde 1913, cuando descubrió su poesía en Berlín, hasta el final de su vida.
La labor más interesante de Pranger se revela en el texto que da nombre al volumen, donde señala los paralelismos entre dos escritores unidos por la singularidad de sus trayectorias. En Yo soy otro, el escritor recorre la biografía del hispanista hasta que, hacia el final de su vida, termina por considerar al autor de Iluminaciones como un poeta para jóvenes. “Rito de pasaje”, llega a decir, aunque el último libro publicado en vida, Pensamientos en una estación seca (1985), vuelve a ser un texto sobre el poeta, similar a Releyendo a Rimbaud, donde Brenan acepta la derrota de no lograr penetrar definitivamente en su lenguaje.
Tras un apasionante paseo por las hazañas de Brenan, que camina durante un periodo de su vida hacia Oriente y en otro combate en la Gran Guerra, Pranger se aventura en Yo soy otro a explorar la presencia de Rimbaud en algunos títulos del autor de Al sur de Granada. Desde una interpretación personal, descubre las huellas del poeta francés en obras como Jack Robinson. A Picaresque Novel (1933), la primera novela publicada por Brenan, con el seudónimo de George Beaton.
Pranger establece una relación muy interesante entre dos autores imprescindibles, pero el verdadero mérito de Yo soy otro: Brenan y Rimbaud reside en no perder de vista nunca el hilo que los conecta: la literatura y la vida.