José Monleón, el mediterráneo errante
José Monleón
El arte es un tiempo en el que tantos confunden el descrédito de las ideologías con el descrédito de las ideas, un espacio para seguir pensando". Esta reflexión de José Monleón ilustra el pensamiento de este artista, un hombre de teatro que ha brillado por aunar teatro y compromiso. Monleón fue un viajero impenitente que hermanó culturas a través de proyectos como el Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, donde palestinos y judíos han hablado el lenguaje del teatro, donde la muerte es reflexión y representación. Escritor, crítico teatral, fue sobre todo un organizador de equipos que rompió con la imagen del artista solitario, articulando en torno a sí mismo grupos de creadores unidos por un único fin: el arte escénico.Nació en Tabernes de Valldigna, Valencia, en 1927. Su trayectoria fue atípica, empezando por su carrera en la abogacía, que abandonó para trasladarse a Madrid, aunque mientras la cursaba entró en contacto con el mundo del teatro. Para él la escena era la única y mejor forma de huída de la realidad. Era su alternativa poética a la realidad, pero no de forma escapista. En la capital entró en contacto con la revista cultural de acento crítico: Triunfo. En la redacción hizo labores de crítico teatral, donde sorprende su apuesta por determinados autores, como José Martín Recuerda, Alfonso Sastre o Buero Vallejo, sin olvidar a Brook ni a Arniches. Su colaboración se extiendió de 1955 a 1972. Asimismo asistió a clases en la Escuela de Cine, lo que derivó en una especialización no sólo en crítica teatral sino cinematográfica. Su trayectoria también estuvo ligada a otra revista fundamental en las artes escénicas: Primer Acto, eje fundamental de su vida. La revista se fue haciendo en plena dictadura y sobrevivió a ella como foro de reflexión y debate. La labor de Monleón en ella fue muy similar a la que realiza en Nuestro cine, publicación que también dirigió y en la que dio cabida al cine de autor. Ambas fundadas en 1957. Primer Acto fue, a pesar de todas las dificultades y crisis por las que pasó, la ventana a otro tipo de teatro: el que se hacía en el extranjero.
Cofundador del Teatro Popular Español y del Centro Dramático Número 1 de Madrid, también asesora a la compañía sevillana La Cuadra, y dirige la colección de textos teatrales El mirlo blanco.
Lazos con América Latina
Durante los años 70 estrechó lazos con América Latina, uno de los ámbitos de trabajo constantes en su vida. Prueba de ello fueron los numerosos montajes teatrales y actividades culturales que allí organizó y el programa de Radio Nacional que dirigió y presentó desde 1982 hasta 1990 en el que pretendía hermanar a través de las ondas dos culturas que se deben mucho la una a la otra. Por él pasaron autores como Benedetti y actores como Nuria Espert o Berta Riaza. Además por todo el territorio latinoamericano viajó con la compañía La Cuadra, de Sevilla.Una de sus empresas más importantes fue la creación del Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, que fundó en 1990 con Nuria Espert y Salvador Távora. Este ambicioso proyecto que atañe a los países mediterráneos es una prueba de que el arte puede romper fronteras y eliminar dificultades idiomáticas. Sus montajes Argonautas 2000 y La espada y el clavel fueron un ejemplo de convivencia entre actores de países tan dispares como Palestina e Israel.
Monleón fue asimismo autor de varios guiones cinematográficos y de una investigación audiovisual denominada Proceso a Kafka y de diversas adaptaciones, entre las que se encuentran La gallina ciega (Max Aub), La persona buena de Sezuán y Antígona (Brecht). Autor también de numerosos libros, como Lo que sabemos del cine, Lo que sabemos del flamenco, Teatro de Max Aub, Treinta años de teatro de la derecha, Proceso a Kafka, García Lorca, El teatro del 98 frente a la sociedad española y Teatro de urgencia y romancero de la guerra civil. Fue el impulsor del festival Madrid Sur, un escaparate que ha servido para descubrir a creadores como Rodrigo García.