Nazario: "Un puritanismo castrador está dando al traste con los logros alcanzados"
Reivindicativo y polémico, Nazario fue el padre del cómic 'underground' en nuestro país. El CAAC de Sevilla celebra al creador de Anarcoma con una gran muestra retrospectiva
4 octubre, 2021 02:02¿Qué libro tiene entre manos?
He desempolvado de mi biblioteca el pequeño volumen de Georges Bataille El verdadero Barba Azul: La tragedia de Gilles de Rais. El libro sigue siendo una joya con el añadido de un fantástico prólogo de Vargas Llosa.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Hace poco, tras aguantar más de cien páginas, pude zafarme del aburrimiento que me estaba provocando la narrativa de Orhan Pamuk en la novela Nieve. El interés por la lucha entre los poderes laicos y religiosos de la que era víctima la mujer en Turquía sucumbió ante la pesadez literaria del autor.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Anarcoma, por supuesto.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Debieron de ser Corazón, la lacrimógena obra de Edmundo de Amicis que le habían regalado a mi padre en la escuela, y Robinson Crusoe. Eran los únicos libros que había en casa.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Prefiero el libro de papel y, últimamente, con letra grande. Suelo leer una hora o dos por la noche en la cama.
Cuéntenos una experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.
No hubo una única, sino todo un proceso que comenzaría con Kierkegaard, el Tao o el Walden de Thoreau.
Es el padre del cómic underground en España de los setenta, ¿somos hoy demasiado políticamente correctos?
Un puritanismo solapado, castrador, de consecuencias insospechadas, está dando al traste con los logros que se fueron alcanzando desde mediados del siglo pasado.
¿Qué le permite el cómic que no le dan otros medios como la pintura o la fotografía?
Por supuesto la economía de medios que se emplean y la comunicación con el lector, solo comparable a la realización de obras gráficas.
Esta retrospectiva del CAAC es la más completa hasta el momento, ¿qué huella ha tenido la Sevilla de su juventud en su obra?
Mi pasión por lo barroco, lo recargado, un cierto orientalismo y un fetichismo que lo impregna todo, contaminándolo sin poder desprenderme de su influencia.
¿Cuál es la última exposición que ha visitado?
No tenía más remedio que ir a la exposición El underground y la contracultura en la Cataluña de los 70, comisariada por Pepe Ribas en el Palau Robert de Barcelona, que se ha hecho tarde y con escasos medios. He luchado durante años con las “autoridades” (sin éxito) para realizar una gran exposición sobre esa época. En 2004 publiqué La Barcelona de los 70 vista por Nazario y sus amigos y el señor Lafuente, de Santander, adquirió todas las obras de los dibujantes de los 70. Espero que él realice en su día una exposición más “sustanciosa”.
¿Qué obra teatral le ha impactado recientemente?
Suelo ir a la ópera. Siempre recordaré La mujer sin sombra y una Lulú espeluznantes.
¿Qué película ha visto más veces?
Sed de mal, de Orson Welles, y, últimamente, El caballo de Turín, de Béla Tarr.
¿A qué serie se ha enganchado?
Hoy no veo ninguna, pero recuerdo fantásticas series como Twin Peaks o una mítica serie, allá por los setenta, L’Homme sans visage, de Georges Franju.
¿Qué música escucha en casa?
Música clásica, ópera, flamenco, música iraní, pakistaní o india.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Esta pregunta me hace recordar frases de Rocío Jurado, Lola Flores o pasodobles como 'Lejos de España', 'Ay, España tierra mía' o 'Desde Córdoba a Sevilla'… y cosas así. Me gusta el lugar donde vivo.
Una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Es obvio que debe ser la educación, pero también los gobiernos deben apoyar las diversas muestras culturales y contribuir a difundir las obras de los jóvenes autores.