Los retratos animados de Robert Wilson
El director escénico se cuela en los museos por la vía de una multinacional de televisores de plasma retratando en vídeo a personajes como Brad Pitt y Carolina de Mónaco. Su próxima parada, Valladolid
31 marzo, 2009 02:00Wynona Rider retratada por Robert Wilson en uno de los vídeo retratos de la muestra.
MARTA CABALLEROEntra la imagen. Fondo azul, hombre semidesnudo mira a la cámara. Sostiene algo en la mano, pareciera un arma. No se inmuta, aunque ha empezado a llover. Quien observa amenazante desde una pantalla de plasma es Brad Pitt, encerrado para la posteridad en una estética celda de pulgadas. Tras la cámara, el carcelero, Robert Wilson, reconocido nombre de la escena, hombre que, qué duda cabe, viene de vuelta, y puede permitirse el difícil salto de género y colarse en museos y salas de exposiciones. Junto con el de Brad Pitt, ha construido una galería de rostros conocidos, dioses del tiempo presente, actores en su mayoría, y los ha transformado en cuadros vivos.
Estas criaturas del director de escena han viajado por multitud de capitales del mundo, auspiciadas por la fama y el respeto que les confiere su creador, y ahora llegan a Valladolid, en una exposición tejida entre el propio Wilson y, atención, la empresa de televisores de alta fidelidad Voom HD Networks, que brindó al artista la tecnología necesaria para este proyecto en el que figuran intérpretes del celuloide, modelos, bailarines e incluso alguna princesa. O lo que es lo mismo, Robert Downey Jr reconvertido en personaje de Rembrandt o Winona Ryder como Winnie, la protagonista de la obra Happy Days. Desde el 2 de abril y hasta el 31 de mayo -con visita del insigne director a la capital castellano y leonesa-, los visitantes podrán contemplar estos vídeo retratos en los que los personajes posan casi sin moverse animados por Wilson a "no pensar en nada", y limitando sus gestos a leves movimientos.
Junto a la galería de famosos, la exposición también deja espacio a perros briard, ranas de América del sur o puercoespines, en una tan curiosa como improbable selección al servicio de la elogiada obsesión lumínica de Wilson, quien también ha creado los escenarios y el vestuario, con frecuencia asociado a cuadros míticos de la historia del arte o a la cultura popular.
"Creo que estas obras se pueden ver de numerosas maneras. Se pueden ver en espacios de museo. Se pueden ver en paradas de metro. Se pueden ver en sitios donde la gente hace cola en los aeropuertos. Podrían estar en la cara de un reloj de pulsera. Podrían estar en la televisión. Podrían ser una imagen en tu casa. Pueden estar en una pared. Podrían estar en una chimenea una ventana que nos muestra otro mundo. Es algo muy personal. Es un documento de nuestro tiempo. Son lo que yo llamo retratos", define el propio Wilson. Al público le tocará darle la razón, o no, en la exposición, que tendrá lugar en Sala de Exposiciones del Museo de la Pasión, la sala de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas y la Sala de exposiciones de San Benito.