Javier Arce: "He pintado con mi sangre porque siento que estoy dando parte de mí"
El artista vuelve a la galería Siboney de Santander hasta el 20 de febrero con Engaña, un proyecto que alude a la historia y memoria del lugar
19 enero, 2016 01:00La Engaña son unas construcciones arquitectónicas, conformados por poblados, barracones y una serie de túneles en el pueblo Vega de Pas (Cantabria). Los túneles formaban parte de lo que iba a ser la unión por tren de Cantabria con el Mediterráneo pero las obras se prolongaron durante 17 años frente a los 52 meses previstos. La infraestructura llega hasta Cantabria pero una vez allí, aun sabiendo que no nunca sería concluida ni utilizada, siguieron con la obra, a cargo de los presos republicanos. Esta es la historia que subyace en la exposición Engaña de Javier Arce (Santander, 1973) en la galería Siboney con una escultura a ras del suelo y 14 dibujos con imágenes reales. Además, esos dibujos están enmarcados con materiales cogidos del lugar y pintado con la sangre del propio artista. "Me sacaron 20 tubos de sangre y parece que es pintura al óleo o acuarela", explica. Pregunta.- ¿Cómo surgió la idea de hacer esta exposición? Respuesta.- Fue a través de unas charlas con unos amigos y una visita posterior al lugar. Tenía que conocer el sitio, que es bastante impactante en el sentido físico, visual y emocional. El entorno es fuerte a nivel paisajístico. P.- ¿Cómo han sido esas visitas? R.- Han sido varias. Pasó un tiempo desde la primera visita hasta que decidí iniciar el proyecto. A partir de ahí surge la idea de recoger los trozos de cemento armado del túnel, llevarlos al estudio y luego a la galería. Pasó un tiempo hasta que se fue formando el proyecto en sí y ahora la muestra se conforma por unas imágenes y dibujos que han sido tomadas o bien por mí o encontradas en medios digitales o archivos de personas de la zona. P.- La temática de la exposición tiene carácter real y social. R.- El trabajo que llevo haciendo los últimos años es bastante íntimo y muy vinculado con la vivencia mía del lugar donde vivo y a la vez con un carácter más global. P.- ¿Qué sentimientos tuvo en las visitas a La Engaña? R.- El sitio tiene unas connotaciones políticas muy fuertes. Es inevitable. El proyecto tiene esa arqueología política y poética por lo que conlleva el mismo paisaje, la memoria y la geografía del lugar. P.- ¿Se podría decir que se trata de hacer memoria histórica, del lugar y de la gente que trabajó en los túneles? R.- Complemente. No lo veo como una exposición de homenaje sino de reivindicación y de un recuerdo de lo sucedido.
Uno de los dibujos pintandos con sangre de la exposición Engaña