Rune, más que un 'bad boy': analizando el duelo contra Alcaraz que nació cuando tenían 12 años

Rafa Nadal y Richard Gasquet tenían 12 años la primera vez que se enfrentaron. Fue en el mundial infantil de Les Petits As y ganó el francés. Como profesionales, la historia acabó siendo radicalmente diferente y el español, leyenda del tenis, registró un impoluto balance de 18 victorias y 0 derrotas contra su rival de la infancia.

Holger Rune (Gentofte, Dinamarca; 2003) ha dicho en varias ocasiones que de niño siempre fue mejor que Carlos Alcaraz. También ellos tenían 12 años la primera vez que se enfrentaron. En su caso, fue en un torneo infantil en Mallorca. Desde entonces han llevado caminos casi paralelos, aunque el español escaló antes a la cima.

Con 20 años, protagonizan este miércoles uno de los partidos de cuartos de final de Wimbledon. Junto a Jannik Sinner, ya en semis tras ganar a Safiullin, han logrado ser tres de la NextGen (sub21) por primera vez en una ronda tan avanzada en la historia de los Grand Slams. Alcaraz y Rune continúan su rivalidad en el escenario más grande que hasta la fecha les ha visto cara a cara.

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Se conocen bien. A los duelos que tuvieron cuando eran niños hay que sumar esos momentos que compartieron durante los torneos. Incluso fueron una vez compañeros, en la edición de Les Petits As de 2017 (ese certamen que vio el primer Nadal-Gasquet). Holger y Carlitos, cuyos nacimientos solo estuvieron separados por seis días, no habían cumplido los 14 cuando formaron pareja aquella ocasión.

Llegaron a semifinales y en internet hay algunos vídeos de la experiencia. "Cuando nos juntamos en Francia, Carlos no hablaba inglés. Fue divertido porque tuvimos que hacer gestos y nos entendíamos", contó Rune. Perdieron contra los estadounidenses Toby Kodat (actual 510 en el ranking ATP) y Martin Damm (378 en el ranking de dobles). En el cuadro individual de aquel año, Alcaraz cayó en octavos y Rune lo hizo en semis.

Pese a que el que dominaba de los dos entonces era Rune, Alcaraz encontró más rápido el camino hasta ser profesional. Lo hizo, como es sabido, de la mano de la JC Ferrero Equelite que dirige Antonio Martínez Cascales y su entrenador hasta día de hoy, Juan Carlos Ferrero. Quien le llevó a allí fue una figura que todavía se mantiene como su agente, Albert Molina.

Alcaraz debutó en el circuito hace ya más de cinco años, en el ITF Futures de Murcia 2018 cuando tenía 14 años y nueve meses. Rune, cuya mánager es su madre Aneke, tardó hasta 2020 en debutar como profesional. Su entrenador desde los seis años es otro danés, Lars Christensen, aunque desde el año pasado ha ido dando paso en los torneos más importantes, y según su disponibilidad, a Patrick Mouratoglou, quien durante diez años (2012-2022) trabajara con Serena Williams.

Holger Rune y Carlos Alcaraz, de niños

Tan iguales, tan distintos

Rune y Alcaraz son colegas en el circuito: "No nos escribimos, pero nos conocemos mucho", decía estos días Carlitos. En las últimas semanas se han cruzado alguna vez en las pistas de entrenamiento del All England Club y se han saludado alegremente. Fuera de la cancha son chicos amigables, aunque dentro de ella sus caracteres son diferentes.

De Carlos no se ha oído a nadie hablar mal de su comportamiento en los partidos. Si se enfada en un partido es consigo mismo. No tiene gestos feos con sus rivales ni con los árbitros. En su estreno en el Mutua Madrid Open de este año llegó a lanzar la raqueta contra la arcilla en un momento de frustración y luego se mostró arrepentido en público.

Rune es distinto, mucho más irreverente. Ya tiene varias polémicas antideportivas a pesar de su edad, destacando dos en los últimos meses ante el español Davidovich (en Madrid) y el argentino Francisco Cerúndolo (en Roland Garros). 

La leyenda John McEnroe dedicó en mayo una de las críticas más feroces que haya recibido Rune hasta ahora: "Es difícil ser un auténtico imbécil en la pista y vivir del circuito profesional… Le gusta exagerar, pero lo hace de una forma que acaba irritando a sus rivales, y desde luego irrita al público. Se está forjando una reputación, y ahora no es fácil quitársela de encima. Tiene que reducir su teatralidad con el público", dijo de él una de las mejores raquetas de todos los tiempos.

Holger Rune y Carlos Alcaraz en Wimbledon Wimbledon

Aunque ambos son diestros y juegan con el revés a dos manos, Alcaraz y Rune también tienen notables diferencias en sus estilos de juego. Antes de su duelo de este miércoles, ambos tenistas destacaron el golpeo de su rival con el que se quedarían. Carlos sería con el revés de Holger: "Por eso eligió el lado del revés cuando jugamos juntos el dobles". El danés sabe también qué le 'robaría' al español: "La dejada que hace con la derecha".

Además, los dos coincidían al destacar algo en el otro: la pasión. Por eso Alcaraz y Rune prometen un duelo espectacular, a pesar de ser en el terreno, la hierba, menos explorado por ambos: Holger logró su primera victoria como profesional sobre esta superficie en el pasado torneo de Queens y Carlitos, que levantó el título, apenas había jugado 11 partidos (9 victorias y 2 derrotas) sobre hierba hasta este Wimbledon.

Dos precedentes casi sin valor real

Alcaraz y Rune se han enfrentado dos veces como profesionales, con una victoria para cada uno. Eso sí, los precedentes siempre han tenido algo. El primero por haber sido en las NextGen ATP Finals de 2021, donde ganó Carlos bajo unas reglas siempre diferentes a las del circuito tradicional. Se impuso en Milán por 4-3, 4-2 y 4-0.

Tampoco el único triunfo de Rune sobre Alcaraz desde su salto de júniors sirve como medidor de garantías. Fue en los cuartos de final del último París-Bercy y el español, tras perder el primer set y estar en el tie-break del segundo (6-3 y 6-6), se retiró por una lesión en la zona abdominal. El danés ganó aquel torneo, como Carlitos las Finales de la NextGen en las que se enfrentaron.

En Wimbledon llega la prueba real y uno de los dos se convertirá en el semifinalista más joven del torneo desde 2007, superando el registro marcado en el día de ayer por Sinner. La nueva generación del tenis ya es el presente... siempre con permiso de Djokovic.