Mick Schumacher, en el box de Mercedes F1

Mick Schumacher, en el box de Mercedes F1

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Mick, el hijo de Michael Schumacher, recibe otro palo en Fórmula 1: Mercedes lo despide y volver a la F1 es más difícil aún

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La Fórmula 1, escenario de hazañas y fracasos, ha vuelto a golpear a Mick Schumacher, hijo del legendario Michael Schumacher. Mercedes, equipo que lo acogió como piloto reserva durante dos temporadas, anunció su decisión de prescindir de él para la campaña de 2025.

Este nuevo revés complica aún más el ya difícil camino del joven alemán para regresar a la parrilla de la categoría reina del automovilismo. Mick Schumacher, de 25 años, llegó a Mercedes tras un difícil paso por Haas, donde debutó en 2021.

Su rendimiento irregular, marcado por accidentes costosos y resultados discretos, fue motivo de críticas. La relación con Günther Steiner, jefe de Haas en aquel momento, se deterioró rápidamente, lo que culminó en su salida al término de 2022. Sin un asiento en la Fórmula 1, Schumacher encontró refugio en Mercedes, donde trabajó como piloto de pruebas y reserva.

Durante su tiempo con la escudería alemana, Mick ganó experiencia técnica al participar en simuladores y pruebas, pero su principal anhelo seguía intacto: competir. "Ver los coches correr sin estar en el cockpit es duro", confesó Schumacher al despedirse de Mercedes. En su comunicado, dejó clara su intención de enfocarse plenamente en su carrera deportiva: "Quiero comprometerme al 100 % con el deporte y volver a lo que más amo: las carreras".

El jefe de Mercedes,Toto Wolff, elogió el compromiso de Mick durante su estancia en el equipo: "Ha sido un miembro valioso, tanto en el simulador como en el desarrollo técnico. Pero Mick es, ante todo, un piloto. Su talento merece estar en las mejores competiciones". Sin embargo, esa valoración no se tradujo en un asiento, y Mercedes ya tiene previsto reemplazarlo con Valtteri Bottas para 2025.

Sin hueco en la parrilla

Desde su salida de Haas, Mick ha buscado incansablemente regresar a la parrilla. Oportunidades como Williams, Sauber y Alpine parecían abrirse, pero en cada caso otros pilotos ocuparon esos puestos. Franco Colapinto, Gabriel Bortoleto y Jack Doohan fueron las elecciones de los equipos, relegando a Mick a la sombra.

El panorama para 2026 tampoco luce prometedor. Con la entrada de Audi como sucesor de Sauber, las nuevas regulaciones técnicas exigirán un proceso de adaptación que Mick no podrá afrontar desde fuera de la categoría. "No estar en la Fórmula 1 ahora lo coloca en una clara desventaja para el futuro", explicó un analista del paddock.

Además, las dinámicas políticas y deportivas dentro de los equipos parecen jugar en su contra. Incluso su ilustre apellido, que podría haber sido una ventaja, parece ser un peso extra. Comentarios como los del jefe de Williams, James Vowles, quien afirmó que Mick era "bueno, pero no excepcional", reflejan el escepticismo que persiste hacia su talento.

Mick Schumacher, en el Gran Premio de México.

Mick Schumacher, en el Gran Premio de México. REUTERS

Un futuro en el WEC con Alpine

Con las puertas de la Fórmula 1 prácticamente cerradas, Mick ha optado por redirigir su carrera hacia el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC). Como parte de Alpine, el joven piloto ha mostrado destellos de su habilidad en esta categoría. "Es un competidor de alto calibre y ha demostrado ser un gran piloto en resistencia", destacó Wolff al referirse al desempeño de Mick fuera de la Fórmula 1.

La resistencia, con su enfoque en la estrategia, la consistencia y el trabajo en equipo, podría ser el terreno donde Mick encuentre su espacio. Alpine parece confiar en su potencial para desarrollarse en esta disciplina, aunque el salto de regreso a la Fórmula 1 desde el WEC es, históricamente, una hazaña poco común.

La sombra de Michael

El apellido Schumacher, sinónimo de éxito y gloria en la Fórmula 1, ha sido una espada de doble filo para Mick. La comparación constante con su padre, siete veces campeón del mundo, ha incrementado las expectativas, pero también las críticas.

Mick, sin embargo, se mantiene resiliente y afirma que las enseñanzas de su padre siguen guiándolo. "Mi padre me enseñó a nunca rendirme, y eso es algo que aplico cada día", declaró recientemente.

Mientras el futuro en la Fórmula 1 se desvanece, Mick Schumacher enfrenta el desafío de construir un legado propio en el automovilismo. Su camino está lleno de obstáculos, pero su pasión por las carreras sigue intacta.

Quizá la resistencia sea su verdadera oportunidad para brillar y demostrar que el apellido Schumacher aún puede escribir nuevas páginas en la historia del automovilismo.