La UE pide a España, Italia, Alemania y Francia que actúen contra la 'rampante corrupción' de la FIFA
El Parlamento Europeo condena la situación de derechos humanos en Qatar, y pide a los Estados miembros con grandes ligas que lideren la reacción.
25 noviembre, 2022 02:15El pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo aprobó este jueves a mano alzada -como se sacan adelante los textos que tienen consenso evidente- una resolución que condena la "corrupción rampante" de la FIFA.
A iniciativa de La Izquierda, se cambió el orden del día -a última hora del último día del pleno- para introducir un texto que, además, reclama a España, Italia, Alemania y Francia -los Estados miembros con las ligas más potentes- ejercer presión sobre la UEFA y la FIFA para una reforma en profundidad de esta última.
Aprovechando la sesión plenaria que coincide con el Mundial de Qatar, la Eurocámara entraba, así, de lleno en la polémica sobre la conveniencia o no de que la FIFA concediera, en el año 2010, la organización de la Copa del Mundo a una teocracia que "no respeta los derechos humanos".
El Europarlamento condena la situación de los derechos humanos en Qatar, y señala que el país logró albergar el Mundial entre "acusaciones creíbles de soborno y corrupción". El texto denuncia la "muerte de miles de trabajadores" y las "lesiones sufridas" por otros en el sector de la construcción durante los preparativos.
La corrupción en la FIFA es "rampante, sistémica y está profundamente arraigada", según la Cámara, que lamenta la "falta de transparencia" y la ausencia de una evaluación de riesgos que caracterizaron la adjudicación a Qatar de la organización del Mundial 2022.
Los eurodiputados consideran que la FIFA ha "dañado gravemente la imagen e integridad del fútbol mundial". Y además, urgen a los Estados miembros -en particular a aquéllos con grandes ligas, como Alemania, Francia, Italia y España- a ejercer presión sobre la UEFA y la FIFA para una reforma en profundidad de esta última.
La UE ante FIFA, Rusia y Qatar
Pero en realidad, la reacción del Europarlamento llega 12 años tarde. Ya en el momento de la elección, el 2 de diciembre de 2010, saltaron las alarmas, entre rumores de corrupción en las votaciones. Aquel día, además, se dio la extraña circunstancia de que se asignaron dos mundiales de golpe por primera vez en la historia, y la otra agraciada fue al Rusia de Vladímir Putin, que organizó la última Copa del Mundo, en 2018.
En 2019, Michel Platini, exfutbolista francés y tres veces balón de oro, fue detenido en París dentro de una investigación por corrupción a cuenta de la concesión del Mundial a Qatar cuando era presidente de la UEFA (lo fue entre 2007 y 2015).
La Fiscalía investigaba una reunión mantenida por las autoridades qataríes con Platini y el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el Palacio del Elíseo. Tras 15 horas de interrogatorio, Platini fue liberado sin cargos, aunque siguió cumpliendo una pena de inhabilitación por haber cobrado ilegalmente, mientras presidía la UEFA, 1,8 millones de euros por supuestos trabajos para la FIFA, entonces liderada por su amigo Joseph Blatter.
Entretanto, los preparativos para el Mundial de Qatar no han estado exentos de escándalos. A las noticias que evidenciaban esos pagos oscuros a los dirigentes del fútbol mundial para asegurar la concesión conjunta a Rusia y a Qatar se fueron añadiendo quejas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Se denunciaban condiciones de esclavitud de los inmigrantes -sobre todo, paquistaníes y bengalíes- que trabajaron en la construcción de los estadios.
Se llegó a hablar de turnos inacabables, falta de derechos sociales, malos tratos y hasta de 6.500 fallecidos. El oscurantismo del adinerado régimen y sus ingentes inversiones en el fútbol -sólo un año después, en 2011, el emirato compró el Paris Saint Germain, que hoy es el mejor aliado de la UEFA frente a los clubes tradicionales- impidieron aclarar todas estas acusaciones.
Principios y valores
Pero según los promotores de la resolución en el Parlamento Europeo, la izquierda radical, era necesaria esta toma de posición en defensa de los principios y valores de la UE. Es decir, el "respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho" y el "respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías", que recoge el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea (TUE).
Según los promotores y según el resto de grupos, que accedieron a la votación por asentimiento.
En todo caso, la resolución aprobada en Estrasburgo arriesga a quedarse en una mera declaración sin efecto alguno.
A la falta de competencias reales, más allá de las morales y éticas que emanan del TUE, se añade que, en lo meramente legal, la resolución va en contra de los propios estatutos de la UEFA. Ya que ningún gobierno podrá presionar a una federación o dicha federación será expulsada con carácter inmediato, según recoge el artículo 7 bis punto 2.
Por tanto, si España, Italia, Alemania o Francia tuvieran algún tipo de injerencia política en este asunto, sus federaciones dejarían de formar parte de la UEFA y a su vez de la FIFA.
Cuatro selecciones que acumulan 10 Eurocopas y 11 Copas del Mundo se quedarían fuera de las grandes competiciones. Y sus clubes, de la Champions, la Europa League, el Mundial de Clubes...
Arcoíris, censura y chantaje
Quizá por eso el movimiento que anunció el pasado miércoles la Federación de Dinamarca trataba de nadar y guardar la ropa. Los daneses fueron de los primeros en reclamar su derecho a, al menos, que su capitán portara un brazalete arcoíris durante los partidos, en defensa de los derechos LGTB. Al serle denegado, dieron un paso al frente contra la FIFA públicamente.
El presidente de la Federación (DBU), Jesper Moller, anunció este miércoles que está valorando abandonar la organización del fútbol mundial "junto a otros países de la región nórdica".
Dinamarca ha sido el país más crítico con el Mundial de Qatar y la firma Hummel, que viste a su selección, diseñó camisetas en las que solo se aprecian el dorsal y el nombre del jugador. "No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida de miles de personas", anunció la empresa.
"Tenemos que pensar en la cuestión de cómo restaurar la confianza en la FIFA. Debemos evaluar lo que ha sucedido y luego debemos crear una estrategia, también con nuestros colegas nórdicos", aseguró el presidente de la DBU.
Junto a la de Dinamarca, otra federación muy activa en la denuncia ha sido la de Inglaterra, que también estaría pensando en abandonar la FIFA, según avanzó el medio especializado The Athletic.
Aunque una cosa son las federaciones nacionales de fútbol y otra las instituciones políticas de esos países, la entrada del Parlamento Europeo en la polémica ha alimentado la mezcla de deporte y política.
Y es que precisamente los Gobiernos Londres y Copenhague han aprobado -en abril y agosto, respectivamente- sendos acuerdos con el de Ruanda para deportar a ese país africano, a cambio de dinero, a los inmigrantes irregulares de cualquier nacionalidad que soliciten asilo en Reino Unido o Dinamarca.
Un día antes de comenzar el mundial, Gianni Infantino, actual presidente de la FIFA, trató de huir de la polémica por haber otorgado la competición a Qatar con una diatriba contra la "hipocresía" europea. Proclamó públicamente que se sentía "gay" e "inmigrante", y que "Europa debe pedir perdón por lo que ha hecho los últimos 3.000 años y esperar 3.000 años más antes de dar lecciones morales".
Pero la polémica por la prohibición de los brazaletes arcoíris de la campaña One Love ha continuado. Y ha provocado que otras federaciones también se encuentren estudiando tomar acciones contra la FIFA.
Entre ellas sí está la de Alemania, que ya protestó en su primer encuentro del Mundial. Los jugadores posaron en la foto oficial del partido contra Japón con la boca tapada por lo que consideran un "chantaje" por parte de la FIFA.
"No nos hemos arrodillado. Entendemos la decepción y la indignación. Fuimos sometidos a un chantaje extremo en el que pensamos que teníamos que tomar esta decisión aunque no queríamos tomarla", explicó Steffe Simon, director de comunicación de la DFB. Gales, Países Bajos, Bélgica y Suiza también se encuentran en un periodo de reflexión y esperarán a que termine el Mundial de Qatar para decidir si toman una posición pública contra Infantino y la FIFA.
Mundial "de la paz" 2030
Por su parte, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) reforzó justo antes del Mundial su alianza con Naciones Unidas, y con la ONG Football for the Goals, en busca de un desarrollo sostenible y bajo la firme defensa de los derechos humanos en todo el mundo. Eso sí, no está previsto ningún tipo de protesta o gesto durante el Mundial de Qatar.
España está en estos momentos promocionando su candidatura, junto a Portugal y Ucrania, para albergar el Mundial de 2030. La RFEF abrazó la idea de que Ucrania tenga una sede dentro de la cita de ocho años. Según las fuentes consultadas, la Federación Española está segura de que la paz se habrá restaurado para entonces en el Viejo Continente y de que ser sede del campeonato ayudará a la reconstrucción de Ucrania.
La candidatura ibérica dio paso entonces a "la candidatura de la paz" y de Europa entera. El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ya ha mostrado el apoyo total a España, Portugal y Ucrania para que estos tres países acojan el Mundial 2030. La FIFA debe decidir la sede en el año 2024, durante su 74º Congreso.
Es por ello por lo que España y Portugal mantienen una postura neutral y conjunta durante la cita en Qatar, ya que será la propia FIFA quien deba decidir dónde se celebra la fase final de la Copa del Mundo de dentro de ocho años. España solo ha albergado el de 1982, hace ahora 40 años, y éste sería el primer gran acontecimiento deportivo que organizaría tras los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992.