Primeras palabras de Inma Casal tras declarar ante el juez: “Tengo que coger fuerte el toro por los cuernos”
La periodista ha vuelto a presentar su programa, 'Andalucía de Tarde', tras el ingreso de Antonio Tejado en prisión el pasado lunes.
18 febrero, 2024 17:50María del Monte (61 años) e Inmaculada Casal (60) han vivido una semana muy complicada después de conocerse la detención de Antonio Tejado (36) y su posterior ingreso en prisión comunicado y sin fianza.
El matrimonio reapareció públicamente para pedir respeto y poder seguir con su vida tal y como era antes del robo. Sin embargo, nada es como entonces después de vivir una de los episodios más traumáticos de su vida.
Este domingo, 18 de febrero, Inmaculada Casal ha reaparecido en el programa que presenta en Canal Sur, Andalucía de Tarde, tras declarar ante el juez y relatar cómo vivió la madrugada del 25 de agosto.
"Otra semana difícil, muy difícil, por todas las noticias que han surgido en la última semana en las que tristemente me he visto metida toda mi familia y yo como parte y como victimas", ha arrancado en el programa de este domingo. Tanto ella como su mujer, su hija y su yerno tuvieron que acudir el viernes a declarar ante el juez sobre la situación que vivieron en su vivienda de Gines.
En todo momento durante esta semana, el matrimonio ha pedido que se respete la presunción de inocencia de Antonio Tejado, precisamente algo que ha vuelto a resaltar en el programa. "Cuando, con 18 años, decidí estudiar periodismo, en ese afán de la juventud de querer cambiar el mundo, mis padres tuvieron que hacer el esfuerzo de mandarme a Madrid. Enseguida me di cuenta de que el mundo, por desgracia, no se puede cambiar, pero se puede contribuir cada uno desde donde estamos para que sea un poquito mejor y más justo".
Palabras llenas de emoción para comenzar el programa de nuestra @ICasalBlog, con la cual estamos para darle todo nuestro apoyo en estos momentos difíciles 🫂
— Andalucía de Tarde (@AdTardeCSur) February 18, 2024
Os contamos más en el programa de hoy de #AdT @canalsur 📺 pic.twitter.com/9GBcPlsiPK
Precisamente, por ese motivo, se especializó en la información de tribunales. "Intenté dar la información de la forma más seria, rigurosa y contrastada. Nunca sucumbí al sensacionalismo ni al amarillismo y nunca me lucré de el. Creo que los periodistas, quizás por la plataforma que tenemos, con muy pocas palabras podemos ensalzar o hundir a una persona. Eso merece mucho respeto".
Aunque Inmaculada Casal siempre ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano y centrarse en su profesión, los últimos hechos le han situado directamente en el foco de la noticia. "Me he convertido en protagonista sin quererlo, ni comerlo ni beberlo. Pero, soy parte de un proceso que ya está en manos de los tribunales y desde aquí pido respeto para todas las partes. Y respeto, sobre todo por ustedes. No tengo otro remedio que coger el toro fuerte por los cuernos", ha concluido su discurso.
Sin embargo, en el programa de dos horas de duración han hablado del asunto. Momento en el que Inmaculada Casal ha vuelto a pronunciar unas palabras y anunciar a sus espectadores que abandonaba el plató. "No podemos hacer oídos sordos a la noticia de la semana. Me van a entender, merecen ser informados, pero como en esta noticia soy parte, van a entender que yo me abstenga y les deje en manos de profesionales", ha subrayado.
Además, ha querido agradecer el trabajo que la Guardia Civil ha realizado en estos meses hasta dar con los sospechosos: "En estos seis meses han ido tejiendo un gran bordado, con pistas, con material que han unido y han llegado a cerrar esta investigación".
Su testimonio
El pasado viernes, 16 de febrero, el programa ¡De Viernes! relató en exclusiva el testimonio que tanto María del Monte como Inmaculada Casal dieron ante el juez. "Me maniataron con el cargador del móvil contra la cama. Me estrujaron cada 20 segundos la cabeza contra la almohada. No podía ver lo que ocurría", defendió la periodista en su declaración.
Por su parte, la artista recordó lo que vivió aquella noche: "Me dijeron: 'Abre la caja fuerte en tres minutos o matamos a alguien'. Había dos o tres personas gritándome mucho. Les pedí que me dejasen de gritar porque me ponía más nerviosa. Me quede con uno de ellos a solas y me dieron un vaso de agua".