La enfermedad de Shaila Dúrcal, a raíz de la muerte de su madre, que ha afectado su estilo de vida
La hija de Rocío Dúrcal, que también tiene problemas con la tiroides, habló de su otra dolencia en el programa 'Viernes Deluxe'.
4 septiembre, 2021 02:42Noticias relacionadas
Como buena hija de famosos, Shaila Dúrcal (42 años) sabe lo que es estar bajo los focos mediáticos desde muy pequeña. La hija de Junior y Rocío Dúrcal se tuvo que acostumbrar muy pronto a que cada paso que diera fuera prácticamente convertido en noticias por la prensa de papel cuché, algo que, en varios momentos de su vida, ha demostrado tener muy interiorizado.
Sin ir más lejos, el pasado 27 de agosto decidió sentarse en el plató de Viernes Deluxe, un programa en el que sabía que las preguntas no se iban a limitar a su carrera profesional. Como era de esperar, uno de los temas con los que más se suele asociar a la artista tardó poco en salir. Porque, efectivamente, el asunto de la figura de Shaila Dúrcal ha sido objeto de debate en muchas ocasiones.
La propia Shaila Dúrcal abordó el asunto en la entrevista realizada en el espacio que Telecinco emite en prime time, a colación de un nuevo cambio físico que se ha traducido en haber perdido 20 kilos en pocos meses. "El problema que yo tenía era el ritmo de vida, los cambios de horario, los viajes, los shows... cuando tienes esa rutina no te das cuenta. Todo este proceso ha sido para llegar a ese punto de resetear el cerebro y se puede cuando te rodeas de gente que entiende lo que te está pasando", comenzó diciendo, antes de explicar que su cambio de peso estaba relacionado con un problema hormonal.
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"A mí se me juntó lo de la tiroides y me afectó muchísimo, con esos desarreglos de comida uno llega a dañar este tipo de cosas. Tengo hipertiroidismo, por ello no es una dieta, es un tratamiento médico para gente que le sobran muchos kilos de más. Lo que yo he hecho es bajar por lo menos 20 porque me estaba ocasionando problemas de salud”, comentó Shaila, dejando claro que estaba dispuesta a abrirse y contar aspectos hasta ahora desconocidos.
Siguiendo con el asunto de su pérdida de peso, la hija de Rocío Dúrcal también reconoció que es una persona que come por la parte emotiva. "A mí los comentarios negativos me hacían comer. Estoy aprendiendo a manejar mis emociones. He utilizado la comida para premiarme y castigarme”, explicó, hablando de que incluso su propio marido, Dorio Ferreira (51), le dijo en numerosas ocasiones de que no podía hacerse tanto daño a sí misma.
Una vez planteado este asunto, para la protagonista fue un poco menos complicado abordar. "Lo importante es la salud mental", aseveró antes de confesar que había atravesado a lo largo de su vida algún episodio depresivo, una lucha que explica como "una batalla para toda la vida". Al parecer, la raíz de estos problemas estaría en el fallecimiento de su madre, en 2006. "No te da tiempo a procesar esos momentos tristes que a lo mejor tenía que procesar con mi familia y mis hermanos", dijo la cantante.
Como sucede en algunos casos de pacientes depresivos, Shaila Dúrcal optó por la huida hacia delante. "Lo tapaba con mantenerme ocupada", detalló en una especie de mea culpa que acabó virando hacia el reconocimiento del problema. Sin embargo, la artista aseguró que no contó con ayuda profesional, ya que no se sentía con fuerzas para abrirse de ese modo ante un extraño.
A pesar de este ejemplo, hablando de la depresión, los expertos consideran fundamental el tratamiento con especialistas, especialmente psicólogos, aunque en casos severos puede ser necesario el apoyo de psiquiatras. Se trata de un problema de salud muy extendido: se calcula que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. En función de los síntomas que se den puede clasificarse en leve, moderada o grave.
La terapia es una de las herramientas fundamentales para hacer frente a la depresión, con un triple objetivo: mejorar los síntomas, recuperar las relaciones sociales previas y prevenir futuros episodios. En los casos graves suele entrar en escena el psiquiatra, quien puede prescribir un tratamiento farmacológico, generalmente para mejorar los flujos de serotonina.
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