"Quiero que le des una paliza a Jaime Cantizano": aquel episodio de Ana Obregón con el presentador
El presentador estrena programa en Onda Cero tras salir de Cadena Dial. Su imagen se atribuye cada vez más a las ondas, pero su pasado en televisión dejó momentos tan memorables como desagradables. En concreto, uno que lo enemistó con Ana Obregón.
11 enero, 2018 01:21Noticias relacionadas
Jaime Cantizano (44 años) está imparable. Las ondas lo quieren y en ellas encontró hace cuatro años el cobijo que la televisión dejó de darle. Tras su aventura en Cadena Dial, el jerezano apuesta por Onda Cero, emisora en la que estrenará un nuevo matinal de los fines de semana, Por fin no es lunes. "Gran responsabilidad y ENORME felicidad. No le puedo pedir más a esta nueva etapa", ha asegurado Jaime en sus redes sociales. Pese a ser considerado uno de los presentadores más atractivos del universo televisivo, él cada día se aleja más de ese pasado tan esplendoroso como agridulce.
Seguro que cuando viaja al pasado se le dibuja esa sonrisa que tan irresistible lo convirtió, pero casi con total seguridad también hay un episodio que ensombrece esos buenos recuerdos.
Un pasaje de su existencia más propio de un thriller en el que se entremezclaron enfados, llamadas y sicarios creando un cóctel molotov que, menos mal, terminó en nada. Al menos en apariencia. El mes de abril de 2007 quedó grabado a fuego en la memoria de Jaime y Ana García Obregón (62). Hasta entonces la vida de ambos personajes discurría sin sobresaltos y por separado, pero un día ordinario de ese mes todo cambió y los unió para su desgracia. Ese día todo se precipitó.
Un 'calvo' a la prensa, el detonante
Jaime estaba al frente de su programa ¿Dónde estás, corazón?, en la noche de los viernes de Antena 3. En la escaleta del programa había una encuesta suculenta después de que el hijo de Ana Obregón, Alex Lequio (25), mostrara el trasero a la prensa. El espacio quiso que fuera el público quien votara para ver, o no, la última fechoría del hijo de la actriz. "¿Creen que deberíamos de emitir las imágenes del hijo de Ana Obregón?", fue la pregunta que lanzó el de Jerez. En ese mismo momento, la bióloga estalló, no podía creer lo que acababa de escuchar en televisión. Cogió el teléfono y tecleó el número de su guardaespaldas por entonces, Eloy Sánchez Barba: "Estoy muy cabreada, ¿no has visto lo del gilipollas ése, lo del programa de Cantizano? Se han metido con Álex (el hijo de Ana García Obregón y Alessandro Lequio). Quiero que le des una paliza, pero que no lo haga cualquiera, quiero que busques a 'los Miami'".
Ana se refería a un grupo de delincuentes españoles, vinculados con la noche madrileña, amigos de algunos famosos y dedicados, entre otras cosas, a los ajustes de cuentas, el tráfico de drogas y el cobro de deudas.
La conversación fue grabada por la Guardia Civil en el marco de una investigación por el asesinato de un hombre en Madrid. Precisamente este guardaespaldas estaba entre los presuntos sospechosos y, de ahí, salió a relucir aquella histérica llamada. Los agentes que investigaban el caso se entrevistaron con Jaime Cantizano y lo pusieron sobre aviso, aunque no le dijeron el origen de las intimidaciones. Él aseguró que no había recibido amenaza alguna, pero el caso terminó saltando por los aires y el nombre de Ana Obregón se vio salpicado.
Cantizano calló en su programa cuando se le informó de quién estaría detrás. El locutor pretendía que su silencio fuera suficiente para que el vendaval se amainara. La Justicia debía hablar y en ella depositó su esperanza. Eso sí, el día que se trató el tema en DEC un Jaime afectado pidió ser sustituido. ¿Dónde estás,corazón? sí emitió la conversación de marras y el debate se encendió.
Las disculpas y ¿la revancha?
Ante la presión mediática y el estigma social, la actriz dio un paso al frente a través de El programa de Ana Rosa y la revista QMD, plataformas donde desmintió de plano la amenaza. Obregón aseguró adorar a Jaime Cantizano, aunque sí admitió que la 'subasta pública' de las fotos de su hijo enseñando el trasero le "disgustaron". Eso sí, según ella, no hubo ningún calentón al teléfono.
"Solo le deseo una cosa, que si alguna vez tiene un hijo, que no pase por el calvario que he pasado yo. No estoy imputada en nada, la policía no ha encontrado ningún tipo de ejecución de ese pensamiento y Cantizano está bien", se defendió una compungida Obregón. Todo quedó archivado, pero mientras Ana hablaba de admiración hacia el jerezano y de disculpas, este invitó gustosamente a su programa a Darek -la última conquista conocida de Ana- y a su asistenta del hogar. Ambos hablaron mucho e hicieron un retrato dantesco de Ana Obregón. ¿Jaque mate?
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