Los mejores restaurantes de Dénia para comer bien este verano
¿Pasas unos días en Dénia? Entonces tienes que conocer nuestras recomendaciones de restaurantes donde el verano, se disfruta a lo grande.
16 agosto, 2022 10:39No son pocos los que con las ansiadas vacaciones, ponen rumbo al levante valenciano para disfrutar de estos días. Pero quizás no sabías que aquí el verano es casi infinito. La Comunidad de Valencia goza de un clima envidiable con temperaturas agradables incluso en invierno.
¿Una de las más demandadas de la llamada Terreta? La población de Dénia, a pie del Mediterráneo y capital de La Marina Alta. Además de sus infinitas bondades, como las playas, sus barrios marineros o un castillo encaramado en lo alto de la montaña, Dénia es gastronomía.
En 2015 fue elegida Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO. Aquí se dan los ingredientes de la huerta valenciana, de la montaña y, por supuesto, del mar Mediterráneo.
¿Y sus mejores restaurantes? Las propuestas son infinitas, para comer en el interior o junto al mar. Dénia es cuna de grandes restaurantes, como el tres estrellas de Quique Dacosta, de templos de la gamba roja de los que te hemos hablado, como El Faralló o El Pegolí y otros especializados en producto como Peix & Brases. Pero también de opciones sin más pretensiones que hacernos disfrutar, de una paella entre amigos y familia o unas tapas con el mar de fondo. Estos son nuestros favoritos.
Comer en Dénia cerca del mar
Cuando uno piensa en una población de costa, irremediablemente lo que más suele apetecer, es comer con vistas al mar y más si vienes de un lugar de interior. El mar tiene ese poder sanador y relajante que tanto nos gusta. Y los hosteleros denieros bien lo saben al escoger los espacios para montar sus restaurantes.
Un clásico que no conviene perderse, es Casa Federico con más de 40 años de historia a sus espaldas, siendo unos de los pioneros en montar este tipo de establecimientos en La Marina Alta. Nos referimos a aquellos que nacían como un chiringuito junto al mar y que pronto fueron adquiriendo dimensión de restaurante.
¿El secreto de su éxito? Recetas familiares y producto de cercanía y temporada (mucho viene de su propia huerta). Con estas claves presentan una carta en la que todo apetece. Se puede arrancar con sus cocas de maíz, el tradicional pulpo seco, bull amb ceba o figatells, para seguir con sepionet a la plancha, clóchinas o gamba roja. La estrella de la casa y algo que definitivamente bordan, son los arroces, con más de una veintena de recetas diferentes, desde la clásica paella valenciana o fideuá, a otros arroces sublimes como el de coliflor y bacalao.
No son los únicos que dominan el arte de la cocina propia de la terreta y los arroces. Otras fantásticas recomendaciones son Sendra y Mena. El primero, situado en Les Rotes, es especialista en el pulpo seco a la llama, que además verás tienden para secar junto al restaurante y en arroz a banda.
El segundo, encaramado sobre un acantilado, goza de una terraza con vistas inigualables, desde la que saborear arroces diferentes como el de raya y ajos tiernos o una fideuá de carne y garbanzos.
Tampoco quedan a la zaga otros dos clásicos de la zona, Noguera y Estanyó. El primero lleva más de seis décadas al pie del cañón haciendo disfrutar a todo el que se sienta a su mesa. Aquí no encontrarás artificios ni esferificaciones, solo tradición, producto y cariño, como ellos mismos claman.
Salazones, cocas caseras con la receta de la abuela, salazones o arroces tradicionales y otros poco vistos como el de boquerones, espinacas y ajos tiernos.
Parecida es la propuesta del restaurante Estanyó, especializado en cocina y sabores de la Marina. Lo suyo son los arroces, los guisos marineros y la fideuá, llegando a tener en carta casi una treintena de recetas diferentes.
Todos alaban su buen hacer y su excelente relación calidad-precio y no es para menos, porque dentro de la sencillez, hacen muy rico todo lo que pasa por sus fogones.
¿Una de las últimas novedades? La nueva propuesta de Bruno Ruiz, al mando de Aticook. Se llama Escondida by Bruno Ruiz y se trata de un espacio relajado con alma de chiringuito en plena playa de Les bovetes.
Lo suyo es el 'mar fusión Dénia', como lo acuña el cocinero, lo que quiere decir que su propuesta gastronómica entremezcla sabores típicos de la Comunidad Valenciana con fusiones viajeras, como se ve en platos como un gofre de patatas bravas y la lubina en adobo, unos mejillones con curry thai o su taco de atún con quinoa, cítricos y encurtidos.
Y si lo que quieres es tomar algo sin más aspiraciones que pasar un buen rato, toma un cóctel en Mykonos, Los Baños Sunshine o La Calma, tres de sus espacios más laureados para el trago de media tarde o el aperitivo por la mañana.
Comer en el interior de Dénia
Aunque comer con el mar como compañero de mesa pueda ser de lo más apetecible en verano, Dénia no se queda corta de restaurantes que aunque no gozan de vistas al Mare Nostrum y también merecen una visita.
¿Uno de sus estandartes? El Baret de Miquel, el bastión de Miquel Ruiz, cocinero que gozaba hace años de una estrella Michelin en La Seu, pero que decidió dejarlo todo y montar un 'barecito' como él lo llama.
Y lo hizo con una filosofía clara "cocinar lo que la tierra nos da en cada temporada y extraer el máximo partido de cada producto", afirma. Y con otra premisa, que "comer bien no significa arruinarse."
Así en su cocina se pueden encontrar platos reconocibles, pero con ese punto que solo sabe dar un cocinero como Miquel. A bocados ya consagrados como su figatell de sepia o el caramelo de hueva de atún y avellana caramelizada, se unen novedades como el pulpo 3D, que se trata de un carpaccio de pulpo con melocotón, pulpo asado y frito y un ceviche del cefalópodo y otros platos como una causa de quisquilla y horchata o la calabaza con especias y láminas de presa ibérica
¿De postre? Un clásico, su tarta de manzana, que se sirve como una crema de manzana y trozos de fruta entre dos láminas crujientes y etéreas.
Uno no puede irse de Dénia sin pasar por Pont Sec, de Pep Romany, el reconocido rey de las cocas. Esta elaboración tan de La Marina Alta y La Safor, toma aquí su máxima expresión en manos de un virtuoso. Elaboradas con masa madre, tardan la friolera de tres días en tenerlas listas, dando con una receta fantástica que no resulta nada pesada y que se cuece en horno de leña.
¿Las recetas? Casi infinitas. Desde clásicas como la de pisto o gamba amb bleda, a las de sobrasada con miel e higos, las de tocino ibérico o las cocas de foie o sangacho de atún.
Y aunque las cocas son las reinas, aquí también se puede disfrutar de una extensa carta donde no faltan salazones típicas de La Marina, entrantes como la pelota de puchero, unas riquísimas cigalas con ajitos y jamón o el tradicional espencat, además de una gran selección de arroces y fideuás.
Otra propuesta de lo más apetecible, es acercarse al que se convertía hace unos años en su primer mercado gastronómico y cultural, Els Magazinos. A apenas unos pasos de la playa, se encuentra este un multi espacio con puestos y restaurantes, donde lo que manda es la cocina tradicional y el producto de cercanía.
Podrás disfrutar desde ostras de su Ostrarium, a la clásica picaeta valenciana en La Lola, pasando por paellas y cocina de La Marina Alta en Les Cuinetes.
Y no es lo único, porque también apuestan por cocinas de fuera de la Comunidad Valenciana, como lo hacen con la cocina aragonesa y su preciado ternasco en Viandas El cachirulo, la francesa y sus quesos en L’atelier Du Petit Français o las carnes y empanadas argentinas en Patagonia.