Más de 1.000 millones de personas en el mundo son obesas: la tasa en adultos se ha duplicado en 30 años
El número de niños y adolescentes que son obesos en todo el mundo se ha multiplicado por cuatro desde el año 1990, según 'The Lancet'.
1 marzo, 2024 02:47Si bien la llamada revolución cardiovascular ha conseguido reducir las muertes por esta causa, todavía queda mucho por hacer. Las muertes por enfermedad cardiovascular siguen siendo las más frecuentes en España y también en el mundo. Sí, ahora controlamos mejor la tensión de las personas hipertensas y tenemos medicamentos más potentes contra los altos niveles de colesterol en sangre. Sin embargo, la Humanidad en su conjunto suspende en, probablemente, el factor más importante de todos: los hábitos de vida saludable.
Y lo peor es que todos sabemos cuáles son estos hábitos. Debemos comer más vegetales, menos ultraprocesados y, en general, abandonar las dietas hipercalóricas. También evitar el tabaco y el alcohol, hacer ejercicio físico con regularidad, descansar y gestionar nuestro estrés. Por desgracia, la pandemia de obesidad que llevamos décadas experimentando no retrocede. Al contrario, cada vez se expande a más países. Esto ha quedado demostrado en un artículo publicado este jueves en la revista científica The Lancet.
El número de personas obesas ya supera los 1.000 millones en todo el mundo, incluyendo tanto adultos como niños y adolescentes. De hecho, la obesidad ha pasado a ser la forma de malnutrición más habitual en el mundo, desde que la prevalencia del infrapeso corporal ha descendido desde la década de 1990. "Este estudio es impresionante y pone de manifiesto el fracaso de la salud pública a nivel global. Estamos fallando desde los años 90 y nunca antes ha habido una obesidad de este calibre. Es monumental, gigantesco", explica Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra (UNAV), a EL ESPAÑOL.
La obesidad se extiende
Este médico cuenta que hace 20 años firmó un artículo junto a Jokin de Irala, también catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, sobre la deriva de nuestro país hacia los malos datos de obesidad. "Amenaza muy seriamente con venirse abajo el medio siglo de logros de prevención cardiovascular gracias a las acciones sobre el tabaco y a los continuos cribados y búsquedas oportunistas de hipertensión e hiperlipidemia", escribían ambos expertos en el año 2005 en un texto que Martínez-González señala como profético.
Los autores del estudio han observado cómo ha cambiado el mundo entre 1990 y 2022 en este sentido y las cifras son desoladoras. Los datos de obesidad en niños y en adolescentes se han multiplicado por cuatro, en las mujeres adultas se ha duplicado y en los hombres adultos se ha triplicado. "En total, 159 millones de niños y adolescentes y 879 millones de adultos vivían con obesidad en 2022", explican en The Lancet. Para obtener estos datos, el estudio incluyó a más de 1.500 investigadores que manejaron cientos de millones de datos.
En el estudio colaboraron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el NCD Risk Factor Collaboration. Los investigadores analizaron las medidas de peso y altura de más de 220 millones de personas a partir de los cinco años que procedían de más de 190 países en los años 1990 y 2022. Los autores concluyeron que la obesidad en mujeres adultas pasó de representar el 8,8% al 18,5%, en los hombres adultos, del 4,8% al 14%; por su parte, en las niñas la obesidad pasó de representar el 1,7% a representar el 6,9% y en los niños del 2,1% al 9,3%.
Ultraprocesados omnipresentes
Las cifras más altas de obesidad y de infrapeso corporal se observaron en las naciones insulares del Pacífico —donde se observan tasas de obesidad de hasta el 60% de la población— y el Caribe, además de países de Oriente Medio y el norte de África. ¿Dónde se encuentra España? "Aquí nos dan un 19% de obesidad en hombres y un 13% en mujeres, pero esto realmente no es así", explica Martínez-González. "Los datos que se ofrecen de España suelen ser autodeclarados. Es decir, son estudios en los que se les pregunta a las personas cuánto pesan y cuánto miden y todo quisqui tiende a quitarse kilos y a ponerse centímetros. Es la naturaleza humana".
Este experto explica que, de esta manera, el cálculo de nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) es muy probablemente incorrecto. Martínez-González explica que España ocupa una buena posición en el ránking global, pero que aún así no debemos alegrarnos de los resultados de este estudio porque los resultados que nos adjudican son "demasiado optimistas". El catedrático de la UNAV explica que uno de los grandes problemas asociados a estas cifras de obesidad es la omnipresencia de los alimentos ultraprocesados.
Precisamente, este jueves también se publicaba una revisión de múltiples estudios sobre los perjuicios para la salud que se han asociado a este tipo de productos alimentarios en la revista The BMJ. Una mayor ingesta de estos ultraprocesados se asoció con un mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, de sufrir ansiedad y trastornos mentales y diabetes tipo 2. "Los ultraprocesados son productos alimenticios en los que no se reconoce el alimento natural y están cargados de aditivos que son muy gustosos al paladar y están diseñados para que se consuman en grandes cantidades. Más que quitar el hambre, lo incrementan", explica este experto.
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Martínez-González recuerda que después del aumento de las cifras de obesidad, se produce un aumento de las cifras de enfermedades cardiovasculares y de diabetes. "Hay que ponerles impuestos a los productos ultraprocesados para abaratar los alimentos que la ciencia ha demostrado que son más sanos. La fruta, el aceite de oliva, los frutos secos son muy caros", denuncia el médico. "La brecha de salud entre clases sociales es tremenda y esto va en contra de la justicia social. Lo que nos intentamos ahorrar al no subvencionar esos alimentos sanos, nos lo gastamos en poner stents, haciendo cirugía bariátrica, tratamientos costosísimos para la obesidad que hay que mantener toda la vida".