La incidencia cae 1.800 puntos en febrero, el mes más mortal de ómicron con 4.778 fallecidos
El optimismo por el descenso de los contagios se da de bruces con una letalidad que parece inmune al optimismo del resto de indicadores.
23 febrero, 2022 00:49Noticias relacionadas
Febrero es un mes contradictorio. El refranero español lo suele apodar 'loco' por protagonizar tanto los peores días del invierno, con frío y viento a raudales, como esplendorosos momentos de una primavera adelantada a su hora. Algo parecido ha pasado con la Covid, con una sexta ola que ha ofrecido su mejor y peor cara en estos últimos 22 días.
La incidencia acumulada ha descrito una curva casi simétrica a lo largo de la presencia de ómicron en nuestro país. En diciembre ascendió 2.061 puntos, cifra que está a punto de igualarse, pero en sentido inverso, en el presente mes: la caída de este indicador es ya de 1.829 puntos y se sitúa en 735,19, una tasa similar a la de mediados de diciembre, poco antes de que comenzaran los récords de contagios diarios.
El descenso del número de casos está siendo tan notorio que la Comisión de Salud Pública va a estudiar el levantamiento del aislamiento obligatorio en contagiados asintomáticos en breve, cuando la tasa de infecciones por 100.000 habitantes baje de 200 puntos a los 14 días.
Paralelamente a esa reducción de la incidencia se ha producido una disminución en el número total de hospitalizados. Si empezamos el mes con 17.441 ingresados, la cifra se ha reducido a casi la mitad: 8.859. Las UCI también se están vaciando y ahora hay 825 menos camas ocupadas por pacientes Covid (o con Covid).
La otra cara de este febrero pandémico es la de las muertes, cuyo pico no parece haberse superado todavía: en el último día se han notificado 173 fallecimientos y son ya 4.778 los comunicados este mes, 718 más que en todo el mes de enero.
Las abultadas cifras que se reportan en los últimos días no se corresponden, con todo, al volumen de personas fenecidas en una jornada concreta. Si uno observa los informes diarios del Ministerio de Sanidad, al clasificar las muertes por fecha de defunción apenas ha habido días que hayan superado las 200.
Los retrasos en la notificación e incorporación de los fallecimientos a las estadísticas de la Covid en España está provocando que ahora mismo estemos observando las mayores cifras de esta sexta ola, aunque es probable que el pico ya se haya superado: el día con más defunciones fue el pasado 31 de enero, con 203.
La sexta ola, doblegada
Los tres meses que lleva la ola de ómicron en nuestro país tienen perfiles muy diferentes entre sí. En diciembre se registraron 1,47 millones de casos y 1.451 muertes. La incidencia subió más de 2.000 puntos y al finalizar había 8.200 hospitalizados y 1.202 personas en UCI más.
Enero alcanzó el mayor número de contagios en 30 días: 3,37 millones, los mismos que en el primer año y medio de pandemia. Este mes ostenta los récords absolutos de casos diarios (179.125 el pasado 12 de enero) y de incidencia (3.418,46 el día 21) de toda la Covid en España, y los picos de hospitalizados y UCI (19.617 y 2.261, respectivamente) de la sexta ola. Finalizó contabilizando 4.060 muertes.
En los primeros 22 días de febrero se han notificado 754.846 contagios. A pesar del desmedido número de muertes, la bajada de la incidencia y los indicadores hospitalarios han permitido que todas las comunidades hayan podido abandonar el nivel 4 de alerta por Covid.
Según el informe semanal de indicadores principales de seguimiento de la Covid-19, la península está dividida en dos partes: la mitad sur, incluyendo a la Comunidad Valenciana, está en nivel 2 de alerta, como también lo está parte del litoral Cantábrico (Galicia, Asturias y Cantabria) y La Rioja.
En cambio, y con las excepciones mencionadas, la alerta en el norte (incluyendo a Madrid) y ambos archipiélagos está en el nivel 3, con Cataluña siendo la única hasta ahora en el 4 debido a la alta ocupación de las UCI. Sin embargo, con los datos de este martes ésta se reduce al 23,93%, lo que la saca del vagón de cola de la Covid.
De hecho, la diferencia entre los indicadores de nivel de transmisión y de utilización de servicios asistenciales (es decir, hospitalización y UCI; si incluyera atención primaria ya sería harina de otro costal) ha sido una constante a lo largo de la ola causada por ómicron, lo que hace plantearse si se definieron bien en la actualización del semáforo Covid.
El nivel de riesgo lo marcan dos de los indicadores del primer grupo y al menos uno del segundo. A día de hoy, los del nivel de transmisión siguen marcando el máximo nivel de alerta en todas las comunidades menos Andalucía, mientras que en los segundos hay una mayoría en riesgo medio, dos niveles por debajo.
De hecho, si de este último grupo se observan lo más inmediatos, es decir, los nuevos ingresos por Covid en hospital y en UCI, la tendencia es aún más marcada. Para las UCI, por ejemplo, la mitad de las comunidades ya estaría en una situación de nueva normalidad.
Los contagios caen por debajo de Reino Unido
La intensa bajada de la incidencia en España desde hace un mes en aún más sorpresiva si la ponemos en el contexto europeo. Según el portal de la Universidad de Oxford Our World In Data, los casos diarios por millón de habitantes ya se encuentran por debajo de los de Reino Unido, que empezó el descenso de ómicron a principios de enero.
Italia, Francia y Alemania también superan a nuestro país. Los dos primeros ven descender su número de casos desde finales de enero, mientras que el tercero, que llegó 'tarde' a la oleada de ómicron porque estaba superando primero la de delta, está superando su pico en la actualidad.
Caso aparte es el de Dinamarca que, desde que levantó todas las restricciones el pasado 1 de febrero, mantiene constante su (altísima) incidencia. Con todo, una parte de estas diferencias hay que achacarlas a la política de testado: la oleada de contagios nunca antes vista de ómicron y la reducción de la gravedad ha aflojado el ímpetu testador de muchos países, entre ellos España, donde no ha terminado de homogeneizarse una política de notificación de los tests de autodiagnóstico que arrasaron en las farmacias desde diciembre.