El virus altamente contagioso del que alertan los médicos y que llegará antes que la gripe
Hasta ahora minusvalorados, la Covid ha puesto en el foco a los virus respiratorios, más peligrosos de lo que creemos.
20 octubre, 2021 06:04Noticias relacionadas
Es la mosca detrás de la oreja de los médicos especialistas. ¿Qué pasará después de la Covid? Hay indicios que apuntan que la próxima temporada de gripe puede ser especialmente dura debido a una posible 'desinmunización' de la población como efecto de su desaparición en el invierno 2020-2021.
Sin embargo, no se trata del único virus respiratorio que está teniendo un comportamiento fuera de lo común. Al igual que la gripe, el virus respiratorio sincitial (conocidos por sus siglas VRS) desapareció el último invierno. A diferencia de esta, lleva meses experimentando un repunte. Por suerte, se están probando vacunas para atajarlo, una de ellas en España.
Mucho menos conocido que el de la influenza, se trata del principal causante de las bronquiolitis, infecciones respiratorias graves en niños menores de dos años, a los que afecta especialmente por no tener el sistema inmune suficientemente desarrollado.
Se calcula que cada año mueren en los países desarrollados unos 60.000 niños menores de 5 años debido a estas infecciones, pero no son los únicos afectados: como la gripe, también impacta en la salud de las personas de edad avanzada, cuyo sistema inmune ya no es tan eficaz deshaciéndose de infecciones presuntamente benignas en la edad adulta. Solo en Estados Unidos hay, cada año, 177.000 hospitalizaciones y 14.000 muertes por VRS entre la población mayor de 85 años.
Francisco López Medrano, médico especializado en enfermedades infecciosas del Hospital 12 de Octubre y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, señala que hasta hace no mucho se despreciaba este virus en adultos. "Se pensaba que podía producir un catarro pero no una infección grave".
Con la mejora de técnicas de microdiagnóstico se ha podido detctar la implicación de este virus en neumonías, agudizaciones de enfermedades respiratorias "e incluso en la insuficiencia cardiaca". Su punto álgido se da entre octubre y noviembre, "una pequeña oleada antes de la de la gripe, que suele empezar en diciembre".
¿Qué virus me ha tocado?
El problema es que no hay mucha información sobre cuántas personas se ven afectadas porque antes de la Covid los hospitales no solían cribar qué tipo de virus causaba una infección respiratoria. "Si descartamos las infecciones bacterianas o por hongos, luego no se miraba de qué virus se trataba", explica Belén Ruiz Antorán, especialista en Farmacología Clínica del Hospital Universitario Puerta de Hierro, en Madrid.
Aunque esta situación puede haber cambiado con la Covid, tampoco está habiendo una determinación activa de qué virus respiratorio se trata (coronavirus más allá del SARS-CoV-2, rinovirus, etc.) cuando una persona ingresa por un cuadro de insuficiencia respiratoria. "Hasta ahora no buscábamos ningún tipo de virus específico, con la Covid se ha empezado a hacer".
La presencia del VRS, al igual que la gripe, se determina a través de los sistemas de vigilancia centinela, centros repartidos por todo el territorio nacional que realizan recuentos de infecciones respiratorias en atención primaria y hospitalaria.
La última semana contabilizada por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (coordinada por el Instituto de Salud Carlos III), la que va del 4 al 10 de octubre, es la primera de la temporada de gripe 2021-2022. Mientras que en primaria no se ha habido muestras positivas por VRS, sí ha habido tres infecciones graves en menores de 5 años que se han contabilizado desde el hospital (por 4 para el SARS-CoV-2 y ninguna para la gripe).
Muestras de virus que no foman parte de la red centinela han detectado 62 muestras de VRS en las comunidades de Andalucía, Aragón, Baleares, Galicia y Murcia, con una positividad del 16%. Es decir, de cada 100 muestras analizadas, 16 daban positivo por VRS. En la semana anterior se detectó más de un centenar de veces.
Esto no ha pillado de sorpresa a los médicos. Durante este verano, época en la que este virus 'descansa', las urgencias pediátricas notaron un notable aumento de las bronquiolitis y las infecciones respiratorias. La vuelta al colegio, como es obvio, no mejoró la situación. De hecho, los principales afectados por cualquier tipo de infección respiratoria en las últimas semanas han sido los niños de hasta cuatro años, seguidos de los que tienen entre cinco y catorce.
La situación ha sido similar en toda Europa. Durante finales de marzo y principios de abril se vivió un pico inusual de infecciones por VRS detectadas en atención primaria para relajarse a principios de verano y repuntar desde los últimos días de julio.
A partir de ahí, las detecciones no han dejado de crecer, igualando al SARS-CoV-2 en la última semana de septiembre. Lo más llamativo es que la positividad de los tests por coronavirus ha bajado en las últimas semanas y el de la VRS no ha hecho más que incrementarse desde el verano, situándose en el 15%.
Nuevas vacunas contra el VRS
Estos datos coinciden con la "impresión clínica" de López Medrano de que se están viendo más infecciones de virus respiratorios, "tanto en niños como en adultos". Frente a los avisos de que la gripe que viene puede ser más virulenta, el infectólogo se muestra escéptico, igual que con el VRS, pero no por ello hay que bajar la guardia.
El problema, quizá, es que durante mucho tiempo se ha despreciado a los virus respiratorios. La prueba es que un virus aparentemente sencillo como este no tiene vacuna.
Belén Ruiz Antorán, que está coordinando en el Puerta de Hierro el ensayo de una vacuna frente a este virus, señala a EL ESPAÑOL que "ha habido diferentes intentos, pero ninguno ha llegado a buen puerto". "No es un virus complicado, se trata de una molécula de ARN envuelta en una membrana proteica, es un virus parecido al de la gripe y bien conocido".
En la actualidad hay varias vacunas ensayándose. La del Puerta de Hierro la ha desarrollado la farmacéutica GSK, está basada en una proteína recombinante (como la vacuna contra la Covid-19 de Hipra), a la que se le añade una molécula que hace de adyuvante, es decir, aumenta la capacidad inmunológica de la vacuna. Pfizer y una alianza entre AstraZeneca y Sanofi están desarrollando otras.
"La idea es que la vacuna sea destinada a incluirse en el calendario vacunal de los lactantes y en el de los mayores de 60 años, porque son los más vulnerables a cualquier infección respiratoria, de forma parecida a la de la gripe", señala Ruiz Antorán.
Hay otros dos grupos de personas que también están siendo estudiados con esta vacuna: las mujeres gestantes y aquellas en edad fértil, entre los 18 y 49 años. En estos dos casos, la idea es demostrar que la capacidad inmune puede transmitirse al bebé. En lugar de pan, vendría con unos anticuerpos debajo del brazo.
En el Puerta de Hierro están estudiando a los mayores de 60 años y a las mujeres en edad fértil no embarazadas, ya tienen buena parte de los voluntarios reclutados y quieren cerrar la participación antes de que comience la temporada 'dura' del VRS. En el primer caso, el objetivo es evaluar las infecciones graves. En el segundo, la presencia de anticuerpos.
Vacuna del VRS y de la gripe
"La idea es administrar la vacuna de forma concomitante junto a la de la gripe tanto en estas mujeres como en mayores de 60", señala la médica, que reconoce las dificultades que están teniendo para encontrar participantes del segundo grupo. "Hay que buscarlos por las consultas de neumología o medicina interna".
Con todo, afirma que la gente, por lo general, está más dispuesta a participar en ensayos clínicos gracias a la visibilidad proporcionada por la Covid. La misma opinión la comparte Alberto Borobia, que coordina el mismo ensayo pero en el hospital de La Paz. "Ha incrementado el conocimiento de la población general para el desarrollo de fármacos y de ensayos clínicos".
Sin embargo, no es lo mismo un ensayo para la Covid –"si fuera para la tercera dosis de la vacuna, vendrían en masa"– que para otras infecciones como el VRS que, "a pesar de que produce muchas hospitalizaciones, al no tenerse mucho conocimiento de qué es, la gente no lo ve como un peligro".
La estrategia para captar voluntarios en su centro se basa, sobre todo, en difundir los ensayos clínicos abiertos a través de "redes sociales, comunicación interna del hospital y cartelería. La mayoría de los voluntarios acceden a través de Twitter", donde él mismo se encarga de dar difusión a esta búsqueda.
Mientras que el estudio en mujeres en edad fértil tiene una duración de seis meses pues su fin es comprobar la producción de anticuerpos, en edades avanzadas se extenderá hasta los dos años. Tras la Covid, los virus respiratorios parece que no caerán en el olvido y estos, considerados más o menos inofensivos salvo excepciones, serán recibidos con un arsenal mejorado.