La 'superverdura' china saludable que ya crece en España: con más vitamina C que la mandarina

El origen del pak choi (Brassicca chinensis), una apreciada verdura de origen oriental, se remonta a poco antes del siglo XV en China. Aunque su introducción en países occidentales es relativamente reciente, su popularidad ha crecido de manera notable, hasta el punto de que resulta muy sencillo encontrarlo en tiendas y supermercados de España.

Teniendo en cuenta su origen, China, Corea y Japón han sido los principales productores de esta verdura. Pero su cultivo se ha extendido a otras partes del mundo, y Almería es una de las regiones europeas donde más se cultiva de toda Europa,. También tiene cierta presencia en otras provincias, como Valencia y Málaga.

En cuanto a su clasificación, el pak choi crudo pertenece a la familia de las crucíferas, compartiendo parentesco con alimentos como el brócoli, la coliflor, el repollo, la lombarda y el nabo. Esta verdura se caracteriza por su tallo blanquecino y sus hojas de color verde, que forman un manojo con una apariencia similar al apio.

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Los tamaños del pak choi varían, siendo comunes los de alrededor de 12 centímetros, aunque pueden alcanzar los 50 centímetros. Su sabor suave recuerda en parte al de las acelgas, pero con un ligero toque de dulzura que proviene de su tallo. Para seleccionar un pak choi de calidad, es importante observar que las hojas tengan un verde brillante y no presenten tonalidades amarillentas.

Aunque por su imagen parece una acelga, en realidad, se trata de un tipo de col. Pickpic

Repleto de vitaminas

En 100 gramos de pak choi crudo, encontramos 13 calorías, 1,5 gramos de proteína, 0,2 gramos de grasa y 2,2 gramos de carbohidratos, con 1 gramo de fibra. También aporta minerales, como calcio, potasio, magnesio, fósforo y hierro.

Además, según un estudio realizado por el Centro de Estudios para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos que analizó casi medio centenar de frutas y vegetales, es muy generoso en vitaminas A, K, B, E y C. De esta última vitamina, contiene 45 mg por cada 100 gramos, más que cítricos con la mandarina.

Fibra para el sistema digestivo

Una de sus principales propiedades se la debe a su contenido en fibra. Al ser una fuente rica en este nutriente, es un excelente aliado para ayudar al proceso de digestión y a regular el tránsito intestinal, siendo especialmente útil para combatir el estreñimiento. Esto lo convierte en una elección acertada en las dietas de personas diabéticas.

Vitaminas antioxidantes

Su notable su contenido de ácido fólico, vitamina C, vitamina E y betacaroteno, le confiere propiedades antioxidantes que desempeñan un papel crucial en la protección de las células contra los efectos nocivos de los radicales libres. Además, gracias al selenio, posee propiedades desintoxicantes y antiinflamatorias.

Huesos en buen estado

No podemos olvidar los beneficios que el consumo de pac choi tiene para la salud ósea. Estos tienen su causa en su contenido de hierro, fósforo, calcio, magnesio, zinc y vitamina K. Estos nutrientes contribuyen al fortalecimiento del sistema óseo. El hierro y el zinc son esenciales para la producción y el crecimiento del colágeno, mientras que el fósforo y el calcio mantienen los huesos fuertes, reduciendo el riesgo de fracturas.

Glóbulos rojos y colesterol

Su contenido en vitamina B es el motivo por el que pac choi también puede jugar un papel importante en la producción de glóbulos rojos, mientras que su composición rica en folato, potasio, vitamina C y vitamina B6 ayuda a mantener niveles saludables de colesterol, promoviendo un corazón sano. Unido a los efectos del potasio, el calcio y el magnesio, hacen del pac choi una buena opción para controlar la presión arterial y la prevención de hipertensión.

Cómo cocinarlo

Si decidimos llevarnos un pac choi a casa para prepararlo, hay que tener en cuenta que es recomendable no lavarlo previamente antes de guardarlo en la nevera. De esta forma, puede conservarse de esta manera durante aproximadamente tres días. Lo ideal es almacenarlo en una bolsa perforada o directamente en el cajón de la nevera sin embolsar.

Antes de cocinarlo, es importante realizar un proceso de limpieza adecuado. Hay que lavar minuciosamente todas las hojas y pencas, asegurándose de eliminar cualquier parte dañada. Solo será necesario desechar la parte más dura donde se unen los tallos. También se puede optar por cortar las hojas para separarlas de las pencas y cocinarlas por separado.

Una forma sencilla de preparar el pak choi es cocer las hojas al vapor durante un máximo de 3 minutos y servirlas con semillas de sésamo tostadas, un toque de salsa de soja y un aceite aromático. También se puede experimentar con especias picantes, otras semillas y frutos secos para darle más sabor.