La fruta 100% española que arrasa en Mercadona: tan saludable como el aceite de oliva

Si pensamos en la huerta mediterránea, nos vendrán a la mente frutas tan tradicionales como las naranjas y mandarinas, los higos, los melones y sandías, así como otros vegetales como el pimiento, el tomate y el calabacín. Pero no todos proceden del Mediterráneo: desde las primeras civilizaciones, los gustos de los consumidores han ido determinando los cultivos en estas tierras feraces. Esto tiene la ventaja de poder suministrar productos de cercanía y temporada incluso cuando son frutos exóticos los que se ponen de moda.

A día de hoy, España produce kiwi, quinoa y -cómo no- el aguacate, considerado el 'oro verde' nutricional. Y según acaba de anunciar la cadena de supermercados Mercadona, pronto veremos más aguacate nacional que nunca: la compañía tiene previsto comprar más de 8.400 toneladas de aguacate origen España en la temporada que va de enero a abril en Península y Baleares, un 30% más que el año pasado cuando compró 6.500 toneladas.

Aunque hay varios productores valencianos y andaluces involucrados, el epicentro del cultivo se encuentra en Málaga, con el proveedor Frutas Montosa de Valle-Niza (Málaga); SAT Trops de Vélez-Málaga (Málaga); Provelpack de Vélez-Málaga (Málaga); Exceltrop de Vélez-Málaga (Málaga); y Tropical Millenium de Vélez-Málaga (Málaga). También Cultipalta de Barcelona, empresa maduradora que compra aguacates a agricultores de la provincia de Málaga.

Mercadona, según confirma en su página web, se adhiere ala iniciativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación "Frutas y Verduras de temporada", así como a la campaña que defiende las prácticas comerciales justas mediante el Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria.

El aguacate más producido -y consumido- es el de tipo Hass, que destaca según un reciente estudio por su riqueza en ácido oleico, fibra, micronutrientes y fitoquímicos. Como todo el mundo sabe, este fruto es calórico y rico en grasa, pero no presenta una excesiva densidad energética: una porción de aguacate contiene 1.6 kcal/gramo, siendo el 79% de su peso agua y fibra.

Además, contiene 1 g de ácidos grasos saturados, 4.9 g de ácidos grasos monoinsaturados y 1 g de ácidos grasos poliinsaturados, siendo el ácido oleico el ácido graso predominante con 4.5 g por ración de aguacate. En lo que sí presentan una interesante densidad nutricional es en nutrientes y fitoquímicos, como B-silosterol y polifenoles, los cuales brindan beneficios secundarios adicionales para la salud. Esto llevaba a los investigadores a concluir que su consumo es equiparable en cuanto a beneficios con el aceite de oliva virgen. 

Estos beneficios se pueden resumir en cuatro puntos. Para empezar, el aguacate ha demostrado su capacidad para reducir el riesgo cardiovascular tanto en personas sanas como aquellos que sufren sobrepeso u obesidad. Tomar al menos uno al día durante 4-5 semanas ha logrado reducir significativamente los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre durante los ensayos con pacientes. Además, el consumo de aguacate mejoraría la salud arterial, reduciendo el riesgo de sufrir hipertensión.

Por otro lado, el aguacate ayudaría a reducir el riesgo de sobrepeso u obesidad, favoreciendo la pérdida de peso y especialmente de grasa. Según los estudios analizados, consumir aguacate se relacionaría con un peso corporal saludable, y un Índice de masa Corporal (IMC) y circunferencia abdominal más bajos, en comparación a no consumirlo. Se habría detectado igualmente un riesgo de un 32-33% menor de desarrollar una gran circunferencia abdominal entre los consumidores habituales de aguacate.

En tercer lugar, el aguacate también se relaciona con una mejora de las funciones cognitivas en adultos mayores con peso normal, o en adultos jóvenes con sobrepeso u obesidad. Y para terminar, pero no menos importante, el aguacate parece estimular la salud del microbioma intestinal, mejorando la microflora y los metabolitos fecales saludables, cuando necesitamos mejorar nuestra alimentación por haber abusado de los productos ultraprocesados e inflamatorios que caracterizan a la popular pero insana 'Dieta Occidental'.