Aunque te achicharres, aún no puedes decir que hay una 'ola de calor'
Ni "alertas rojas", ni un episodio "excepcionalmente peligroso" para los ciudadanos; septiembre arranca con más calor del habitual, pero aún no se puede hablar de 'ola de calor'.
5 septiembre, 2016 13:41Noticias relacionadas
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La tentación de utilizar el término ola de calor cuando sentimos que nos derretimos por la calle es casi inevitable. Pero para hablar de ola de calor se necesita más que imágenes de calles vacías, playas llenas o gente abanicándose cerca de una fuente.
¿Son normales estas temperaturas a principios de septiembre? El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) Modesto Sánchez es tajante: "No, no son normales estas temperaturas para esta época del año, hace mucho calor", comenta a EL ESPAÑOL. "Estamos ante un episodio de altas temperaturas", añade, "pero no podemos hablar en este momento de ola de calor".
La propia AEMET califica (PDF) de ola de calor a "un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000". Sánchez lo resume de la siguiente manera: "Más del 10% del territorio nacional en alerta naranja durante tres o más días".
"Hay dos días [este lunes y este martes] en los que seguro que se experimentan estas condiciones, pero no está tan claro que vaya a haber un tercero ya que se prevé que el miércoles bajan bastante las temperaturas en algunas zonas de España", comenta Sánchez. Así que si el miércoles las temperaturas son un poco más altas de lo previsto, entonces sí podríamos hablar de una ola de calor. Antes, no.
Para que exista una ola de calor es importante delimitar una zona geográfica determinada. En España, de todas las estaciones de medición que existen, se seleccionan 137 porque cumplen una serie de requisitos, entre ellos, llevar funcionando más de 30 años y estar repartidas por el territorio nacional de forma uniforme.
No hay alerta roja
En cualquier caso, la AEMET no ha marcado ninguna zona del territorio nacional con alerta roja; esto sí, el sur y el centro de la Península Ibérica, así como Galicia, aparece marcado por la denominada alerta naranja.
La alerta naranja, según la interpretación que facilita el propio organismo público, se refiere a que existe un "riesgo meteorológico importante" por fenómenos "no habituales" -en este caso, altas temperaturas- y existe un "cierto grado de peligro para las actividades usuales".
Sánchez confirma que no hay en estos momentos alertas rojas, pero reconoce que la alerta naranja, en temperaturas, "ya es bastante". "Hay muchas zonas en muchas provincias en alerta naranja", apunta, "la mitad sur de España está prácticamente entera en alerta amarilla o naranja". Así, recuerda que este fin de semana se alcanzarn los 43º C en Xátiva (Valencia) o 42º C en Écija (Sevilla); no obstante, el umbral para una alerta roja es "aun más alto", puntualiza.
La alerta naranja, en temperaturas, ya es bastante
Para llegar al nivel rojo, la intensidad de los fenómenos ha de ser "excepcional" y el riesgo para la población, "muy alto". Nada de eso está ocurriendo en España esta semana, según las previsiones de la agencia. Lo que sí ha anunciado la agencia es una serie de avisos delimitados geográficamente porque, efectivamente, hace más calor de lo habitual.
Carlos Cabrera, meteorólogo de Atmosférica, comenta a EL ESPAÑOL que "existe en estos momentos un episodio de altas temperaturas no habitual para esta época del año y que se prevé que empiece a terminar el miércoles". "Habitualmente", agrega, "las olas de calor se califican como tales con posterioridad porque se tienen que dar una serie de condiciones, una de ellas es que las temperaturas tienen que ser altas durante tres dias seguidos como mínimo".
También es importante el ámbito geográfico: los umbrales de temperaturas extremas no son los mismos en Sevilla y en Santander, por ejemplo. En el primer caso serán mucho más altos. "Por eso es complicado que se hable de una ola de calor en general, sino si acaso en ciertas zonas", apunta Cabrera.
Así pues, y con los datos de los que dispone la AEMET hasta ahora, no, aún no se puede hablar de ola de calor.